Los problemas de inseguridad de Baja California viven su peor momento histórico, las cifras de asesinatos superan cualquier imaginación; la información oficial de la inusitada liberación de varios miles de presos debido a nuevas condiciones legales, hacen presumir el incremento de fuerza en los bandos criminales; nuevas drogas ilegales más baratas y más adictivas incrementan los usuarios y la violencia; cárteles criminales se disputan la tristemente llamada “plaza”, de la manera más violenta posible; la corrupción y la desorganización carcome la fuerza de combate de las autoridades policiales; el extremo de la crisis exhibe la desesperación y saturación de las autoridades políticas incapaces de obtener el resultado, y la comunidad enérgicamente demanda.
El pasado fin de semana la ciudadanía de Tijuana pareció de nuevo tocar fondo en lo que a inseguridad se refiere, porque a pesar de tantos y tantos incidentes que a diario se repiten, bastó un solo hecho que hasta pudiera decirse elemental y sencillo, pero sumamente significativo, un robo a mano armada al restaurante “La Espadaña”, caja registradora y comensales, para que toda la sociedad organizada se levantara en reclamo de resultados en el combate a la ola criminal. Reclamaron y lo pusieron por escrito en una carta abierta al Alcalde de la ciudad.
Significativo el evento porque entre otras cosas se trata de la denominada “zona segura” de la ciudad, nombre y estrategia establecida por otros responsables pasados del tema; porque el asalto sucedió en la zona urbana mejor comunicada de la ciudad y a pesar de ello no se aprendió a los responsable; estresante y alarmante el hecho porque se trató de un establecimiento eminentemente familiar en día y hora propicia para la alta afluencia; y sumamente escalofriante porque la primera información que trasciende del robo es que al parecer los responsables pudieran ser ex policías.
Y la combinación de factores ponen a todos en acción, la sociedad organizada exige pero propone su participación, obligados comunes a integrar una fuerza suficiente para hacer frente y obtener resultados positivos, sin embargo hay responsables facultados directamente de encabezar las acciones y el uso legal de la violencia, aunque se preferiría mucho mejor la inteligencia, de la violencia ya estamos saturados; por eso se le exige a la autoridad, se necesitan resultados y responsables de obtenerlos, los culpables, ésos deben ser llevados a la cárcel, a los irresponsables tan solo hay que retirarlos.
No es posible que mientras la ola delincuencial rebasa las capacidades de la autoridad legal, la sociedad tenga que debatir entre el respeto a los funcionarios públicos y el análisis teórico de los espacios competenciales de la inexistente coordinación de la menguada fuerza de tarea de nuestros gobiernos. Qué desgracia que en lugar de encontrar alternativas para canalizar toda intención de colaboración ciudadana y oficial para procurarnos seguridad, la comunidad esté inmersa en un perverso juego político de señalamientos e incapacidades, en lugar de ponernos a trabajar. Porque la seguridad no es tema, dice el gobierno.
Nuevamente la tristemente célebre frase de “si no pueden renuncien” corre por todas las redes sociales y las pláticas cotidianas, porque es muy importante saber, pero es más importante saber que no se sabe. Y es verdaderamente frustrante saber que el problema es de actitud, así de sencillo. ¿O no?
A los bajacalifornianos nos urge vivir en paz y tranquilidad, sentirnos seguros de acudir a trabajar e ir a la escuela sin que nada nos pase, poder dejar nuestras casas y pertenencias sin pensar que no las volveremos a ver, nos urge olvidar el estrés que significa saberse en riesgo de ser una estadística más de la impune criminalidad y nos urge que ante una grave crisis como la que vivimos, contemos con líderes a la altura de su obligación.
Que la historia lo registre.- De las filas de la bancada panista en el senado salió una voz o más bien doce voces, en el tema del nombramiento del nuevo Fiscal General de la Nación no aceptarán línea ni muchos menos comprarán guerras ajenas. El PAN ya se partió.
Botón rojo.- Si el informe del Gobernador de Baja California será el 1 de octubre, ¿para qué cambiaban la Constitución? Digo, si son los mismos.
Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas. Correo: smriubi@yahoo.com