El quince de septiembre nació la independencia
cuando Miguel Hidalgo diera el grito en Dolores,
con el alma entusiasta por bélico tañido
de la vieja campana durante aquella noche.
De España fue liberta la raza de mi pueblo
y muchos combatieron con armas o garrotes,
por ser independientes de tierra tan lejana
aunque a la madre patria veamos sin rencores.
Cada año en estas fechas felices y orgullosos
los mexicanos cantan patrióticas canciones,
de loa por la tierra do han visto el sol primero
que ha brindado su abrigo desde el sur hasta el norte.
Mi México es muy rico por tantos minerales
porque bajo sus suelos se encuentran los crisoles,
que del oro y la plata brotan por la mañana
como las mariposas que vuelan por las flores.
Acarician sus costas hermosos océanos
como el bello Pacífico cuando le hace la corte,
y el Atlántico inmenso se dibuja en el este
mientras en tierra firme reverdecen los montes.
Sus volcanes despiertan para gritarle al mundo
que México y su gente son muy merecedores,
de sincera amistad, respeto, y libertad
como el hermoso campo que va en los corazones.
Son muchos mexicanos que se han marchado lejos
a buscar otro rumbo más su tierra y amores,
no los olvidan nunca porque están en el alma
prendidos como el sol lo está del horizonte.
Desde tierras lejanas tu gente te recuerda
el mes de independencia con mariachis y sones,
sienten melancolía por no estar en su patria
y no tienen salida, solamente ilusiones.
De su libro “Sentimientos Diversos”.
Lourdes P. Cabral
San Diego, California. EE.UU.