El huracán “María” está a unas horas de atravesar Puerto Rico, cuyo territorio golpeara de lleno con vientos sostenidos de unos 250 km/h (entre fuerza 4 y fuerza 5, máxima categoría ciclónica), lluvias torrenciales y posibles marejadas ciclónicas.
“[…] es un huracán extremadamente peligroso con el potencial de infligir impactos catastróficos”, según lo informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés).
Según el último parte del NHC, “el ojo de María se moverá hacia el noreste del Mar Caribe hoy, aproximándose a las Islas Vírgenes y Puerto Rico esta noche y el miércoles”.
“María” tocó tierra durante esta madrugada en la isla Dominica, misma que dejó devastada e incomunicada. Esta mañana se encuentra sobre el archipiélago de Guadalupe con una tromba de agua, viento y rayos. Lo mismo sucedió en Martinica, donde dejó graves daños en la infraestructura, y según la poca información disponible, habría dejado al menos 50 mil hogares sin servicio de electricidad y 10 mil sin suministro de agua.
“El viento arrasó los techos de la vivienda de casi todas las personas con las que hablé o contacté de otra manera. El techo de mi propia residencia oficial fue uno de los primeros en volar”, escribió el primer ministro de la isla, Roosevelt Skerrit, en la red social Facebook.
El huracán #María categoría 5 devasta Dominica… su Primer Ministro pide ayuda al mundo… Puerto Rico está en máxima alerta… #INFO7 pic.twitter.com/azL5B3KDX1
— Julio César Cano (@JulioCesar_Cano) 19 de septiembre de 2017
En el archipiélago de Guadalupe la situación no es menos grave. “Todo tiembla en torno a mí”, narró a una cadena de su país el exministro francés de Ultramar Victorin Lurel, confinado en su casa en la isla, desde donde describió “lluvias infernales, con un viento que no cesa desde hace horas y relámpagos por todas partes”.
“[El huracán] va a impactar en todo Puerto Rico con una fuerza y violencia que no hemos visto en varias generaciones”, señaló el gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, quien decretó el estado de emergencia nacional y llamó a la población a seguir las instrucciones de seguridad, con el objetivo prioritario de evitar víctimas.
“Si no estamos seguros, nuestra vida corre peligro. Las propiedades se pueden arreglar, las vidas no se pueden sustituir”, dijo el mandatario puertorriqueño, quien también informó que se han abierto 500 refugios con capacidad máxima para unas 120 mil personas y ha iniciado a evacuación de las zonas costeras.
El gobernador Rosselló afirmó que este nuevo ciclón será “más devastador que Irma” para su territorio. “Nunca antes ha ocurrido un evento como este”, añadió, y señaló que “María puede ser el peor en un siglo en la isla, peor incluso que el huracán San Felipe, de 1928”.
Las proyecciones de la ruta del huracán indican por el momento que no impactará contra la península de Florida, ni contra el resto de la costa Este de Estados Unidos, sin embargo, su trayectoria podría variar.
Un costado del huracán pasará por el este de República Dominicana, mientras que Haití parece quedar a salvo y Cuba podría verse algo afectado, indirectamente, el extremo oriente del país, pero no el centro ni el occidente.
Ayer lunes por la mañana, la potencia de “María” subió a fuerza 3, por la tarde a 4 y al anochecer a 5, en la escala de Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de 257 kilómetros por hora, rachas de 300 y capacidad para dejar enormes inundaciones por lluvia y desencadenar marejadas ciclónicas.
Tras su paso por Dominica, “María” perdió fuerza y bajó a categoría 4, sin embargo, poco después subió de nueva cuenta a 5, con vientos de hasta 260 kilómetros por hora, según el NHC, cuyo pronóstico es que este huracán se adentre en la región este martes por el archipiélago del este del Caribe y golpee el miércoles a Islas Vírgenes y Puerto Rico.