En la segunda ronda de negociaciones que concluyó el martes 5 de septiembre, los bajos sueldos fueron un tema que el gobierno estadounidense planteó y que la autoridad mexicana se negó a abordar. La mano de obra es la peor pagada de los 35 países que integran la OCDE
El martes 5 de septiembre concluyó la segunda ronda de renegociación para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con la resistencia de México a discutir temas laborales.
Desde la primera ronda de conversaciones, Estados Unidos y Canadá comenzaron a presionar respecto al tema de los bajos salarios pagados en territorio mexicano.
Del 1 al 5 de septiembre, los negociadores de los tres países presentes en reuniones a puerta cerrada en un hotel de la Ciudad de México, señalaron que hubo avances, sin embargo, el representante comercial estadounidense, Robert E. Lighthizer, indicó que algunas áreas van a ser difíciles, entre estas el tema salarial.
“No es ningún secreto que las cláusulas laborales serán conflictivas y que nuestro objetivo es tener cláusulas que eleven los salarios en México. Eso es conveniente para los mexicanos y conveniente para Estados Unidos”, señaló Lighthizer.
Tanto la Secretaría de Economía como la Iniciativa Privada en México se han manifestado en contra de negociar temas laborales, particularmente el relativo a salarios, bajo el argumento de que los sueldos y los derechos de los trabajadores son aspectos que cada país resuelve internamente.
Según la agencia estadounidense Associated Press (AP), los sindicatos de la industria automotriz de EU y Canadá han indicado en un informe que los obreros mexicanos del sector ganan alrededor de 3.95 dólares por hora, cerca de una novena parte del sueldo promedio de un trabajador al norte de la frontera.
Por su parte, la agencia británica Reuters indicó que los líderes sindicales de Estados Unidos y Canadá dicen que las normas laborales más laxas y los bajos salarios en México han aumentado los beneficios corporativos a expensas de los trabajadores de sus países.
“Lo anterior convirtió la resolución del tema en un gran campo de batalla durante las conversaciones del TLCAN”, destacó Reuters.
El sindicato Unifor, el mayor de la iniciativa privada en Canadá -que incluye a las industrias automotriz, energética y de telecomunicaciones-, insistió en que si México no estaba de acuerdo en mejorar los estándares laborales el TLCAN, el tratado debía de ser desechado.
A pesar de dichos datos, los líderes empresariales mexicanos argumentaron que la integración de México en las cadenas de suministro de América del Norte ha hecho que toda la región sea más competitiva.
Sin embargo, estudios recientes han demostrado que los salarios en el país han sufrido fuertes presiones a la baja. Por ejemplo, según un informe de la calificadora Moody’s, de 2001 a 2015, los salarios mexicanos por hora convertidos a dólares estadounidenses crecieron solo un 9 por ciento, menos que en la Unión Americana y muy por debajo del aumento de 120% en Brasil.
La mano de obra mexicana es la peor pagada de los 35 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según un informe de dicho organismo internacional, publicado en abril pasado.
En México se resisten a las demandas de alinear los sueldos a los niveles que tienen en Canadá y Estados Unidos, debido a que la mano de obra barata ha sido uno de los atractivos que ha dado el país para la inversión extranjera, indicó Reuters en un despacho publicado el lunes 4 de septiembre.
La segunda ronda de negociación incluyó 25 mesas de trabajo, de las 27 acordadas en el temario inicial, de temáticas que incluyen obstáculos técnicos al comercio, agricultura, textiles, empresas propiedades del estado y entrada temporal, entre otros, según la Secretaría de Economía federal.
El pasado 20 de agosto concluyó la primera intervención en Washington, Estados Unidos, misma que incluyó a grupos de trabajo sobre reglas de origen, soluciones comerciales para antidumping y subsidios, transparencia y anticorrupción, protección de la propiedad intelectual, servicios financieros e inversión.
“Los tres países continuaremos nuestros respectivos procesos de consultas internas en preparación hacia la Tercera Ronda de negociaciones, la cual se llevará a cabo en Ottawa, Canadá, del 23 al 27 de septiembre”, señalaron los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá en un comunicado trilateral.
Asimismo, “… los ministros de México, Estados Unidos y Canadá reafirmamos nuestro compromiso por tener una negociación acelerada e integral, con el objetivo compartido de concluir el proceso hacia el final de este año.
“La conclusión exitosa de estas negociaciones actualizará el TLCAN, a través de nuevas reglas que generarán importantes oportunidades económicas para la región, fomentando un mayor crecimiento en beneficio de los tres socios TLCAN”, se informó en el comunicado firmado por el titular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal; el propio Lighthizer y la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland.
Mientras que el sábado 2 de septiembre, en un mensaje emitido desde Palacio Nacional con motivo de su Quinto Informe de Gobierno, el Presidente Enrique Peña Nieto aseguró que “el bienestar” de México es “el principal objetivo” en la renegociación del TLCAN.