Debido a las complejas relaciones familiares que enlazan a nuestra región fronteriza, los bajacalifornianos tienen mucho interés en el discurso de la Casa Blanca sobre migración. Algunos residentes de nuestra frontera tienen familia en el otro lado, bajo varios estatus migratorios y algunos están esperando su turno para migrar legalmente. Tomando en cuenta que el 2 de agosto, la Casa Blanca compartió́ su visión para inmigración, vale la pena ver lo que se está́ discutiendo.
Durante meses, hemos visto cómo el gobierno ha estado hablando sobre inmigración irregular hacia los Estados Unidos. Hemos visto que hay más acciones de aplicación de ley y deportaciones, desde enero, y hemos observado sus efectos en las comunidades norteamericanas. Es improbable que para el resto de este gobierno, mexicanos sin documentos tengan algún prospecto de legalizarse. Mientras que en el estado de California, sin olvidar mencionar otras jurisdicciones como la ciudad de Chicago, se ve bloqueado en complejas discusiones con Washington sobre cómo la ley federal afectará la aplicación de la ley local. No cabe duda que inmigrantes tienen que preocuparse sobre sus destinos en los Estados Unidos.
Aun con mayor aplicación de la ley, todavía hay esperanza. Esperanza para cambios de la ley, por una amnistía migratoria o por una política migratoria, más amable hacia los mexicanos. El 2 de agosto, la Casa Blanca compartió́ un esquema más claro sobre su visión para una reforma migratoria comprensiva, anunciando su apoyo por el “RAISE Act” (que por sus siglas en ingles significa “Reformando Inmigración Americana para Empleo Fuerte”), que fue patrocinado por el Senador de Arkansas, Tom Cotton y el senador de Georgia, David Perdue. Mientras que el apoyo de la Casa Blanca para el “RAISE Act”, no refuerza la esperanza para cambio legal rápido, es importante estudiarlo; que seamos claro, no hay mucha esperanza para las familias fronterizas divididas.
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Política migratoria tiene dos partes, el primer elemento de la política, es decir, quién tendrá́ derecho para migrar a los Estados Unidos; y el segundo, respecto a los números –cuántas personas podrán migrar. RAISE trata ambos elementos, reflejando el pensamiento republicano que los Estados Unidos están recibiendo demasiados inmigrantes, RAISE propone una reducción drástica del número de migrantes legales hacia el país. Si es aprobada en el primer año, RAISE disminuirá el número de inmigrantes legales hacia los Estados Unidos, de 41 por ciento, y sobre diez años, del 50 por ciento.
RAISE propone reducir inmigración de varias maneras. Reemplazar el actual sistema de visa de trabajo con un sistema de puntos basados en habilidades que priorizarían candidatos basado en su educación, habilidad para hablar inglés, ofertas de trabajo altamente remuneradas, edad, récord de logro extraordinario, e iniciativa emprendedora. Para familias transfronterizas, el problema es que el RAISE Act ya no permitiría el patrocinio de hermanos e hijos mayores, solo permitiría el patrocinio de parejas e hijos menores de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales. Esto afectaría a muchos adultos en la región fronteriza que ya están esperando para inmigrar. Por otra parte, RAISE eliminaría la lotería de visas por diversidad (lo que no tendría ningún impacto en la región fronteriza) y reducirá el número de refugiados que podrán instalarse en los Estados Unidos a 50,000 anualmente –otra acción que no afectará a los mexicanos.
Discutiblemente, el verdadero impacto de RAISE en la región fronteriza será́ la limitación de los hermanos e hijos adultos en las categorías de patrocinio. ¿Pero qué es un sistema de puntos para migración? y ¿qué significa para la mayoría de los mexicanos? RAISE deliberadamente mueve el sistema migratorio hacia países como Australia y Canadá́, que evalúan potenciales migrantes en base a aparentes habilidades que ofrecen al país, al cual quieren migrar. RAISE calificaría personas que quieran migrar hacia los Estados Unidos, con base a una variedad de factores, incluyendo la habilidad para hablar inglés, títulos avanzados en especializaciones científicas y técnicas; la oferta de empleos bien pagados en los Estados Unidos o con una promesa de invertir grandes cantidades de dinero. Debido al hecho que limita la cantidad de personas elegibles bajo el sistema de puntos a 140,000 migrantes al año, lo más probable es que generará una larga espera para el potencial de migrantes legales.
¿Qué ocurre después? Dado el general fracaso del actual gobierno para aprobar legislación, desde que llegó a la Casa Blanca; por el momento, RAISE tiene poca probabilidad de convertirse en ley para los Estados Unidos –entonces, por el momento, solo es teoría. Pero es una discusión que demuestra cómo el partido republicano ve la migración desde México. Tienen que ver este debate de Washington muy cuidadosamente, ya que tendrá́ un impacto enorme sobre las vidas de muchas familias transfronterizas –y desafortunadamente, el impacto será́ negativo.
Andrew S.E. Erickson es un orgulloso ex residente de Tijuana, ex diplomático de los Estados Unidos, con Maestría del Colegio Nacional de Guerra, y un fuerte creyente de la importancia de las buenas relaciones entre mexicanos y estadounidenses