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jueves, febrero 15, 2024
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“El Iván”, pollero del Cártel de Sinaloa, controla tráfico de personas en Tijuana

A la organización liderada por Héctor Iván Portillo Pérez, se le atribuyen casi la mitad de los cruces de personas indocumentadas en Tijuana. Sus ganancias en lo que va del año, de acuerdo con investigadores estadounidenses, se calculan en 2 millones de dólares. Con ello paga a René Arzate García “La Rana”, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa en la ciudad, a cambio de operar en la colonia Nido de las Águilas. Además, se le menciona en casos de homicidio, secuestro y narcomenudeo

En los más de 40 kilómetros lineales que componen la frontera entre Tijuana y San Diego, hay un rincón en el que el muro se acaba. Justo ahí, en la colonia Nido de las Águilas, un asentamiento sobre valles y cerros empinados, donde las casas casi topan con la barda de metal, opera el traficante de personas más buscado por las autoridades estadounidenses.


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Se trata de Héctor Iván Portillo Pérez “El Iván”, el pollero con más ganancias en la ciudad y quien lidera una organización que ha operado durante más de 20 años en esa colonia y hasta llegar a la caseta de peaje para tomar la autopista a Tecate.

Una investigación binacional a la que ZETA tuvo acceso, identifica a Héctor Iván Portillo, dos de sus hermanos, demás familiares y a uno de los operadores del Cártel de Sinaloa en la Zona Este, como parte de la organización criminal que mantiene el control del tráfico de personas indocumentadas en la ciudad.

Según lo recabado por agencias de seguridad, “El Iván”, de 33 años de edad, también conocido como “El Pecho Amarillo”, paga su cuota de operación a René Arzate García “La Rana”, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa en Tijuana, por medio de un intermediario identificado como “El Gordo”, quien trabaja directamente para el narcotraficante.


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Como lo reportó este Semanario en su edición anterior, “La Rana” tramita un juicio de amparo para no ser detenido en México y subsecuentemente extraditado en Estados Unidos, donde se le acusa de varios cargos por narcotráfico y se ofrecen hasta 20 mil dólares de recompensa por información que lleve a su captura.

 

Así empezó “El Iván”

Desde hace diez años, Héctor Iván Portillo ascendió a la cabeza de la organización de polleros. Eso ocurrió cuando Valentín González Ángel “El Fiera” le cedió su puesto y desde entonces lo ha mantenido.

En gran medida -explican investigadores- porque su familia vive en la colonia Nido de las Águilas y los residentes de la zona le otorgan protección. Precisamente con su padre, tíos, hermanos y demás familia dentro de la organización, “El Iván” garantiza un mejor funcionamiento y secrecía para sus actividades delictivas.

De acuerdo con información recolectada por autoridades, más de 150 cruces (en cada uno, hay de dos a cuatro migrantes indocumentados) registrados este año, están vinculados a la organización de “El Iván”.

A pesar de esto, solo existe un antecedente de alguna detención suya de lado mexicano. En noviembre de 2005, “El Iván” fue aprehendido por la Policía Municipal de Tijuana y turnado a la Procuraduría General de la República (PGR), donde fue puesto en libertad.

En aquel entonces, Portillo Pérez circulaba en una camioneta Jeep Cherokee blanca, modelo 1993, sobre el Bulevar Héctor Terán en Mesa de Otay. Viajaba con dos hombres, quienes días antes habían sido deportados de Estados Unidos y buscaban la vía de regresar a ese país.

Al estacionarse frente a una tienda, alrededor de las 2:00 am, fue abordado por agentes municipales, quienes entrevistaron a los dos viajeros y confesaron que Portillo Pérez les había ofrecido cruzarlos a California a cambio de dinero.

En aquel entonces, “El Iván” tenía apenas 21 años y pocos de haberse iniciado en el tráfico de indocumentados.

 

“El Fiera”, con casa facilitada por el gobierno municipal

En ambos lados de la frontera, corporaciones ubican a Valentín González Ángel “El Fiera” como un peligroso traficante de personas. Un altar a la muerte identifica su casa en la colonia Nido de las Águilas, justo a unos metros del muro fronterizo.

También se sabe que tiene una llantera donde recluta a migrantes para cruzar la frontera, principalmente del sur de México y de Centroamérica. Ha sido señalado de secuestrar migrantes y colocar droga en su equipaje para que la trafiquen hacia Estados Unidos.

A pesar de esto, en 2013 y 2015, adquirió dos terrenos en las colonias Granjas Familiares Unidas y 10 de Mayo, a través del Fideicomiso Promotora Municipal de Tijuana (Promun).

El Promun es una dependencia del Ayuntamiento de Tijuana que tiene como objetivo apoyar a familias de bajos recursos económicos a obtener un patrimonio a través de la legalización de la tenencia de la tierra y entrega de títulos de propiedad.

Así como “mejorar la calidad de vida de las familias de bajos recursos mediante el acceso a los servicios públicos, por medio de la disminución del rezago existente en la demanda de lotes urbanizados, vivienda básica social, mejoramiento de vivienda y seguridad jurídica en la tierra”, según su portal en línea.

Pues bien, durante la administración de Jorge Astiazarán Orcí, el gobierno municipal apoyó a Valentín González Ángel para adquirir terrenos de 143 y 146 metros cuadrados en las colonias 10 de Mayo y Granjas Familiares Unidas, respectivamente. El primero por un costo de 153 mil pesos, y el segundo, por 77 mil 500 pesos.

Ninguno de los dos predios cuenta con construcciones, según lo estipulado en las actas de los juicios de prescripción positiva, con las que “El Fiera” se convirtió en propietario de ambos inmuebles, gracias al gobierno municipal.

 

Los integrantes

Si bien Héctor Iván Portillo Pérez es el líder de la organización, entre los miembros más importantes se encuentran sus familiares, como sus hermanos Leonardo Portillo Pérez, alias “Leo” y “Cocho”, y Óscar Carlos Portillo Pérez, conocido como “El Charly”.

También su padre, Gutberto Portillo Parra “Don Chato”, quien en 2007 fue sentenciado a 18 meses de prisión en Estados Unidos, tras declararse culpable de trasladar a un migrante indocumentado, ante la Corte de Distrito en San Diego, California.

Otros integrantes de la familia incluyen a sus tíos, Rosalba Irene Pérez Fierro y Agustín Pérez Fierro “El Cholo”.

Asimismo, los hermanos Marco Antonio Matamoros Pérez “El Cositas” y José de Jesús Matamoros Pérez “El Tito”; “El Jara” o “El Diablo”, también forman parte de la banda de polleros.

Otros integrantes son Rosa Isela Rendón Jara, Armando Pérez Jara y Juan Velazco Vargas “El Aarón”.

La mayoría de ellos viven en la colonia Nido de las Águilas, lo cual les permite mantener un control permanente en la zona y, a su vez, diversificar sus actividades ilícitas.

 

Migrantes en peligro

En los últimos meses, migrantes detenidos en la zona montañosa de Otay han referido que Portillo Pérez cobra entre 7 mil 500 y 8 mil 500 dólares a cambio de cruzarlos hacia California.

Los montos son de los más altos registrados por cruzar caminando la frontera, ya que implica un alto riesgo de ser capturado, además de los peligros del ambiente. Como consecuencia, las ganancias de esta organización se calculan en casi 2 millones de dólares.

A pesar de la alta cifra para quienes buscan cruzar sin documentos a Estados Unidos, los métodos que utilizan, incluyen el secuestro, accidentes automovilísticos y migrantes perdidos.

A inicios del presente año, una camioneta con un grupo de migrantes indocumentados se volcó en las inmediaciones de la frontera cuando fue perseguida por la Patrulla Fronteriza. El saldo fue de varios heridos de gravedad.

Estos eventos se conocen como “chóferes suicidas”, ya que los contrabandistas de personas aceleran la velocidad para evitar ser detenidos, a pesar del peligro que representa para los migrantes. Los traficantes trabajaban para la organización de “El Iván”.

No obstante, hay casos peores. En ambos lados de la frontera, se han registrado casos de migrantes extorsionados, privados de su libertad y robados.

Como casi toda organización dedicada al tráfico de personas indocumentadas, “El Iván” recluta desde taxistas y enganchadores, principalmente en el Aeropuerto de Tijuana, la Central Camionera y la Zona Norte, para convencer a migrantes de utilizar sus servicios. Éstos reciben un pago promedio de mil dólares.

De ahí, la cadena continúa con los encargados de vigilarlos en casas de seguridad u hoteles hasta que sea el momento propicio para cruzar. Casi siempre, los contrabandistas esperan la noche para hacer los cruces, sobre todo si hay neblina o lluvia para evitar ser vistos por los elementos de la Patrulla Fronteriza.

Entonces siguen los halcones o distractores, quienes vigilan la zona o bien cortan parte de la malla o fingen cruzar la barda para atraer la atención de los agentes de la Patrulla Fronteriza y así, dejar el camino libre a los guías.

“El Iván”, aseguran corporaciones, utiliza generalmente a menores de edad como guías durante el trayecto. Muchas veces no realizan el viaje con los migrantes, sino que les dan puntos de referencia que deberán seguir hasta encontrarse con los chóferes.

Finalmente, los chóferes llevan a los migrantes a casas en el área de Los Ángeles, donde familiares de quienes cruzaron, pagan los montos cuando los recogen. Una vez pagada la cantidad, el dinero se distribuye entre los distintos eslabones.

Sin embargo, la organización de “El Iván” ha reemplazado recientemente a los guías por teléfonos celulares. A uno de los migrantes, se le da el dispositivo móvil para ser guiado por GPS, a pesar de tratarse de áreas remotas y peligrosas.

Esta medida pone en peligro a los migrantes, ya que, al no conocer la zona, muchas veces se adentran a valles o zonas rocosas de donde son posteriormente rescatados.

Además, algunos de los migrantes capturados dijeron haber sido víctimas de robo de dinero y artículos personales mientras eran llevados a la frontera por los polleros.

Otros más, sobre todo en época de calor, han sido rescatados en estado de deshidratación, malnutrición y con lesiones severas. Fueron abandonados por los polleros al quedarse atrás y no conocer el área.

 

De narcotráfico y homicidios

El control que “El Iván” tiene sobre la colonia Nido de las Águilas se extiende más allá del tráfico de personas, afirman autoridades. Diversas investigaciones lo vinculan con la operación de tiendas de venta de droga, casas de seguridad e incluso, con dos homicidios.

A través de “El Fiera”, operador del Cártel de Sinaloa, Portillo Pérez se involucró en el tráfico de droga hacia Estados Unidos y su venta al menudeo. De igual forma, agencias han documentado por lo menos dos casas de seguridad para secuestros que se ubican en la misma colonia, las cuales supervisa “El Iván”.

En cuanto a homicidios, a Héctor Iván Portillo Pérez se le señala como autor intelectual de dos. Uno, el de uno de sus tíos.

Las primeras horas del 12 de agosto de 2015, elementos de la Patrulla Fronteriza localizaron el cuerpo sin vida de un hombre, con varios disparos de arma de fuego, de lado estadounidense, muy cerca del muro fronterizo, a la altura de la colonia Nido de las Águilas.

Según las investigaciones del crimen, “El Iván” ordenó secuestrar al hombre porque éste no pagó la cuota acordada para traficar en el área y un comando bajo las órdenes de “El Fiera” se encargó de cumplir el encargo.

Después de asesinar al hombre, éste fue arrojado hacia Estados Unidos. Para las autoridades norteamericanas, se trata de una forma de amedrentar a colaboradores y rivales sobre las consecuencias de no pagar las tarifas que “El Iván” colecta.

De acuerdo con el reporte que el Departamento del Sheriff de San Diego hizo del crimen, el cuerpo se encontró a cuatro millas del cruce entre las calles Enrico Fermi y Vía de la Amistad, cerca del cruce comercial de vehículos.

Otro homicidio con el que se le vincula es el de uno de sus asociados que se encargaba de la operación de una de las casas de seguridad en la zona. Cuando se detuvo al autor material del crimen, éste confesó haberlo hecho bajo órdenes de Héctor Iván Portillo Pérez.

Por estos motivos, “El Iván” se convirtió en el principal objetivo de autoridades estadounidenses, quienes advierten en informes, sus métodos de tráfico de personas son engañosos y cobardes, sobre todo porque muchos de sus clientes han resultado secuestrados por la misma organización.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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