El 31 de julio y el 4 de agosto, ZETA tuvo conocimiento que el buque “California Star”, de la empresa Baja Ferries, se encontraba con fallas en el sistema de rampa, lo que originó serios retrasos y afectaciones a pasajeros y al transporte de carga, lo cual también retrasó los insumos que llegan desde el macizo continental a Baja California Sur.
El 31 de julio, los pasajeros esperaron encerrados en la embarcación sin bebida ni alimento, pues según denunciaron, “estuvimos por más de tres horas esperando, ni nos dijeron que había fallas, hasta que algunos nos manifestamos y ya nos tuvieron que decir. Algunos salimos y vimos que estaban trabajando en la cadena de la rampa; sufrimos mucha desesperación, familias con sus niños chiquitos que estaban llorando de hambre y sed”, denunció Berenice García, pasajera de Topolobampo, Sinaloa, hacia La Paz.
De acuerdo con los datos obtenidos, la embarcación atracó después de las diez de la mañana, sin embargo, la rampa de acceso quedó trabada, lo que impidió que descendieran, fue hasta después de las dos de la tarde que pudieron bajar del barco. En el interior las cosas se pusieron tensas, pues los pasajeros estaban desesperados por encontrarse por más de tres horas sin poder bajar de la nave.
“No tenemos comida, ni qué beber, aquí nos tienen sin atención, deberían poner atención”, denunció una pasajera que subió un video desde el interior del barco.
La molestia se generalizó, pues el aviso inicial era que iban a bajar y se tuvieron que detener por problemas técnicos.
En las imágenes que llegaron a ZETA, se aprecia a pasajeros tendidos sobre el piso, otra gran parte haciendo fila, supuestamente iban a bajar, pero los tuvieron por más de cuatro horas sin agua o comida.
Luego de varias horas, personal de la empresa habilitó una salida alterna a un costado de la nave, por lo cual el personal fue evacuado por ese sitio, mientras el personal técnico trabajó en la rampa. El reporte es que la embarcación presentó un retraso, la llegada era a las 7:00 am y llegó aproximadamente a las 10:30 am.
“Pues con boleto habemos varios, usted dirá, ni una soda se nos brindó el pasado lunes, la rampa también se averió y todavía se pone molesto”, dijo Paula Fabiola, denunciando que el personal de la embarcación se enojó al solicitar apoyo a los pasajeros.
La queja fue atendida por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), donde personal de la institución se trasladó al sitio para que atendiera a los pasajeros afectados, pero esto solo en el caso del 4 de agosto, ya que la institución no fue avisada del problema suscitado el 31 de julio.
“Gracias, pero mi viaje ya pasó, señor, solo hay que poner atención al servicio y atención a las denuncias de los usuarios”, finalizó Paula, pasajera afectada el lunes 31 de julio.
El viernes 4 de agosto, Profeco actuó oportunamente, pues la denuncia llegó a la institución y obligó a la empresa a brindar atención en lo que descendían de la embarcación.
“La empresa quedó advertida que tiene que atender a los pasajeros con demora con los alimentos o bebidas mínimo”, informó Profeco.
Sin embargo, la usuaria Yesica Rodríguez denunció que esto pasa constantemente y no avisan a los pasajeros, al contrario, los obligan a esperar, “deberían avisar antes de tomar el ferri para elegir otro medio de transporte”, pero así no ocurren las cosas y obligan a los pasajeros a pasar una larga espera y sin alimentos.
“Me tocó el año pasado que el barco hiciera casi las 24 horas de camino de Mazatlán-La Paz, en ese momento ya sabían que no funcionaba bien y no se le informó a los pasajeros para poder tomar una decisión, claro que nos dieron comida porque la gente súper enojada, pero para esas horas los baños eran un asco, la gente estaba enojada y la tripulación súper grosera, ni un disculpa por lo sucedido”, compartió la turista.