Como resultado de su comparecencia ante la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, el titular de la delegación de Tláhuac, Rigoberto Salgado, está en vías de ser removido del cargo.
Diputados de PRI, PAN, PVEM, MC y Panal, le recriminaron haber contratado como empleados de gobierno a familiares suyos, así como a personas cercanas a Felipe de Jesús Pérez Luna “El Ojos”, líder de una banda de narcomenudistas asentada en la delegación, quien fue abatido el 20 de julio.
El cuestionamiento de los legisladores capitalinos presuntamente estuvo sustentado en actas de nacimiento de la gente contratada, presentadas por el perredista Mauricio Toledo.
Según trascendió, el funcionario público emanado del partido Morena mencionó a propósito de las contrataciones que lo hizo “de buena fe”. En ese sentido explicó: “nosotros no podemos discriminar y si las personas presentan una conducta antisocial eso lo tiene que decidir las autoridades”.
También se le discutió por presuntas adjudicaciones de contrato sin licitación de por medio a patrocinadores de su campaña, como candidato a delegado.
El citatorio en cuestión obedeció a supuestos manejos indebidos de carácter administrativo y vínculos con la delincuencia.
Una vez consumada la comparecencia, a iniciativa de Iván Texta Solís (PRD), la Comisión de Gobierno determinó que Salgado fuera destituido como delegado.
Legisladores de Morena consideraron que los señalamientos contra su correligionario responden a fines políticos; según dijeron, en las elecciones de 2018, esa fuerza política “va a ganar” en la capital del país.