Con el nombre de “Baby: El Aprendiz del Crimen”, desde ayer jueves 10 de agosto, llegó a México la nueva película de Edgar Wright. Protagonizada por Ansel Elgort, Lily James, Kevin Spacey, Jon Hamm, Jamie Foxx y Eiza González, es la historia de un joven cuya habilidad al volante consigue que una banda de ladrones huya de sus escenas de crimen
El gusto por escenas coreografiadas al ritmo de música que John Landis, Martin Scorsese y Quentin Tarantino han logrado en su filmografía, inspiró a Edgar Wright para sentar las bases de “Baby Driver”, séptimo proyecto que escribe y dirige para el cine, aunque su concepto es previo y empezó a partir de una sola canción: “Bellbottoms”, de The Jon Spencer Blues Explosion.
“No podía escucharla sin visualizar una escena y supongo que ayudó el paso de los años, porque antes no tenía la confianza de hacer una película así. La idea surgió antes de que hiciera (la serie de televisión) ‘Spaced’ (1999-2001) y ‘Shaun of the Dead’ (2004). Es chistoso que me digan que esa película se desvía de mis otras cintas, que sí lo es, pero también es mi idea más vieja. Cuando lo pienso me doy cuenta que todo ese tiempo me sumergí en el plan inicial de combinar música y acción de una manera que no se había visto. En muchas cosas que amo, como cintas de John Landis, Martin Scorsese y Quentin Tarantino, escuchas música durante las escenas coreografiadas y a mí me gustaba la idea de llevar eso más allá, que cada escena los cautivara a escuchar”, compartió el cineasta cuando presentó el filme en un evento especial en ArcLight Hollywood, con motivo de su estreno en Estados Unidos.
Con un soundtrack de treinta canciones que se convierte en el motor principal de la trama protagonizada por Ansel Elgort, Lily James y Kevin Spacey, “Baby: El Aprendiz del Crimen”, como se promociona en México desde ayer jueves 10 de agosto, era descrita por Edgar Wright en su proceso de conceptualización, como la versión magnificada de lo que hizo en la escena de “Shaun of the Dead” en la que una rocola toca “Don’t Stop Me Now”, de Queen, mientras Simon Pegg, Kate Ashfield y Nick Frost, luchan contra zombis.
“Empecé a escribirla con la idea de que cada escena era una canción diferente. La mayor parte del tiempo escuchas la música en el cine como la intro de una canción y luego la cortan. Si el personaje escuchaba cada canción siempre iba a estar haciendo del soundtrack algo vivo. Estaría en su propia burbuja para cada una, pero también la escucharía como actor, así el tono de su actuación iba a ser determinado por la música que escuchaban en sus oídos. Aproximadamente empecé a escribir esta película hace diez años y la primera vez que tuve la confianza de decir en voz alta lo que quería hacer, una de las primeras cosas que hice fue seleccionar nueve canciones, todas ellas incluidas en la película, porque tenía una idea vaga de qué tipo de escenas quería asignarles”.
Al tener a “Bellbottoms” (The Jon Spencer Blues Explosion), “Brighton Rock” (Queen), “Never, Never Gonna Give Ya Up” (Barry White) y “Hocus Pocus” (Focus) como su selección de temas más importantes, el siguiente paso de Wright fue contactar a su amigo Mark Nicholson, conocido en su faceta de DJ como Osymyso, para que le ayudara a ponerle efectos de sonido a éstas: “Ahora ‘Bellbottoms’ existe con sirenas, llantas rechinando y alarmas. Después de eso pude escribir el bosquejo de mi guión, fue una estructura en reversa algo extraña a como la solemos pensar. De hecho alguien me preguntó el otro día: ‘¿Fue difícil darle vida al guión?’, y le dije ‘no, fue difícil escribirlo porque lo podía ver y escuchar, pero tuve problemas en plasmarlo en el papel, tienes una idea en tu mente de una escena de persecución y es difícil aterrizarla’”.
A diferencia de la dinámica habitual donde la música fondea lo que pasa en las películas, en ésta, la mayoría de las canciones aparecen completas, por lo que el creador de la llamada “Trilogía Cornetto” ya sabía cuál iba a ser la duración del filme y pudo distribuir mejor el storyboard.
“En algunos casos, cuando diseñaba la acción no podía prolongarla más de lo que duraba la canción. Es una cinta muy ambiciosa y la filmamos en tres días menos que “The World’s End” (2013), mi última película. Una de las maneras en que logramos eso fue porque no hay escenas de acción borradas, lo que filmamos con ‘Bellbottoms’ es lo que ves en la película. Sabíamos que la canción dura exactamente cinco minutos y que la escena de persecución lo haría también, eso nunca cambió. Lo que sí cambiaba eran cosas como las locaciones, la persecución pudo hacerlo solo si la locación ofrecía algo diferente”, explicó.
Para que la historia de un joven experto en conducir, que ayuda a una banda de ladrones en su huida de los lugares que asaltan, fluyera al punto de ser una especie de álbum musical, Edgar Wright trabajó en complicidad con su cinematógrafo Bill Pope y pensó en términos de las variaciones de ritmo, los momentos más tranquilos y aquellos acelerados, con el objetivo de mantener la intensidad de las escenas en empate con la música.
“Estoy muy orgulloso de las canciones que seleccionamos. Cuando escribí el guión y se lo entregue a los productores mi primer borrador incluía 27 canciones, hasta para mí, que he hecho varias películas, me pareció extraño. Entras con una idea y haces cosas que en verdad no quieres cambiar, pero eres lo suficientemente inteligente para no incluir desde el guión canciones que sabes que no quieres”
En la banda sonora también se encuentran temas de Beck, Blur, The Commodores, The Beach Boys y Bob & Earl, que a través de “Harlem Shuffle”, dio vida a una escena de cafetería en la que el propio director y cinematógrafo tuvieron que hacer las mediciones en recorrido para una secuencia realizada por Ansel Elgort, actor que interpreta a “Baby”, al auxiliar a los personajes de John Hamm, Jamie Foxx y Eiza González, cuando deben darse a la fuga.
Conocido previamente en el cine por su participación en la saga de “Divergente” y el filme “Bajo la Misma Estrella”, Elgort libró cualquier prejuicio con Wright al ser tan aficionado a la música como el protagonista de la historia:
“Hace tres años que decidí que ésta sería mi próxima película, todos me preguntaban quién sería ‘Baby’ porque pierdes la temporalidad con un personaje de 20 años, entonces revisé el currículo de todos los jóvenes actores del momento y Ansel resaltó muy rápido. Él fue uno de los primeros que conocí y no hablamos del guión porque todavía no lo había leído, hablamos de música. Era una junta general para conocerlo solamente y ver si estaba interesado, pero duramos horas hablando de música. Ansel cuadró con el personaje de forma peculiar porque su padre es mayor que el mío. Tenía 21 años cuando filmamos la película, pero tenía estas referencias viejas de su padre y escuchaba su colección de discos, eso fue algo que le quedó muy bien al papel, es una especie de alma vieja”.
Confesando que en su transición de televisión a cine tuvo tres años de deudas que hicieron su camino difícil, hasta que decidió aferrarse a creer en él mismo, quien se adjudicó un sello de películas lúdicas con proyectos como “Land of the Dead”, “Hot Fuzz” y “Scott Pilgrim vs. The World”, finalizó compartiendo su experiencia de escribir solo en esta ocasión: “Fue muy difícil, principalmente porque es una película de atraco y no una comedia que es más fácil de escribir, porque compartes ideas con la gente. Definitivamente ha sido el guión más difícil que he escrito por mi cuenta, llegaba al punto de inventarme pretextos para no hacerlo. Si alguna vez se atoran a la hora de escribir y tienen la oportunidad de hablar con alguien en cualquier situación en la vida, háganlo, hablar con ex convictos fue increíble, muchas cosas que ven en la película vienen de historias verdaderas”.