El jueves 6 de julio, tres mujeres fueron ratificadas en sus cargos dentro del Poder Judicial. En el Congreso del Estado, los 23 diputados presentes en la sesión, de manera unánime, refrendaron en el cargo a la magistrada Mireya Beltrán, y a la magistrada Miriam Niebla, por nueve años más en el Tribunal Superior de Justicia. Ambas cumplieron seis años en el Colegiado, y la Ley indica que su encomienda concluirá al cumplir los 70 años de edad, o al contar con quince años en el Tribunal. Casi al mismo tiempo, pero en el pleno del Tribunal Superior de Justicia, 16 magistrados (la magistrada Olimpia Álvarez Chacón sigue delicada de salud y no hay quien la supla) discutieron la ratificación o no, de la Juez Décimo Civil Mercantil de Tijuana, Lourdes Molina Morales. La abogada obtuvo un 9.7 en el análisis de eficiencia en los trabajos del Juzgado, su ratificación se preveía en estos términos, fácil. Sin embargo, viejos enconos de la ex presidenta del Tribunal, María Esther Rentería y su alfil, el magistrado Félix Herrera Esquivel, alargaron la votación durante más de una hora. El segundo argumentó que a pesar del 9.7 otorgado en la evaluación por parte del Consejo de la Judicatura, no optaba por la ratificación, dado que en tal Juzgado había mucha rotación de personal y denuncias de trabajadores. Sus compañeros magistrados le tacharon de juicios subjetivos y dudosos, además, informaron que ninguna de las denuncias había prosperado. Aun así, Herrera sentenció: “No coincido con el dictamen del Consejo de la Judicatura que lo calificó como 9.7, a lo largo de sus nueve años que la llevan. No merece ser ratificada”. Al final, la votación que destacó la evaluación y los resultados de la juez Molina, fue 14 votos a favor y dos en contra, por supuesto quienes no la ratificaron en lo individual, fueron María Esther Rentería y Félix Herrera, quienes abandonaron la institucionalidad y se fueron por el ámbito personal. Molina Morales fue ratificada para titular el Juzgado Décimo Civil por cinco años más.