En una carretera interestatal de Washington ocurrió un extraño accidente. Resulta que un camión tuvo que frenar repentinamente su marcha, cuando una bola de masa que transportada ¡EN ZERIO!, se hinchó seguramente por las altas temperaturas y empezó a desparramarse por toda la vía.
Según las autoridades locales de Tacoma, han visto muchos siniestros en sus años de trayectoria, pero nunca uno tan potencialmente sabroso como éste.
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Esas mamás…
-Mamá, ¿soy feo?
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-En la calle no me estés diciendo mamá.
* * *
– ¡Mamá, qué hiciste! ¡Me llenaste la computadora de virus!
– Sinceramente mijito, ¡qué diablos me importa tu computadora si me gané cuatro iPads, cinco iPhone y un viaje a Miami!
* * *
– ¡Maldita distancia!
– ¿Ya te enamoraste de nuevo de una chica de otra ciudad?
– No mamá, el mugroso Wi-Fi no llega hasta el baño.
* * *
Nunca valoras lo que tienes hasta que llega tu madre y te dice:
– ¿Lo quieres o lo tiro?
* * *
Otras mamás:
– Bájate de ahí hijo, ten cuidado.
Mi mamá:
– Ojalá te caigas de hocico y te des un buen fregadazo para que dejes de molestar.
* * *
– Mamá, voy al cine con mi novio.
– ¿Qué vas a ver, Titanic ll?
– ¡Ay mamá, esa película nunca va a salir!
– ¡Ni tú tampoco!
– Ay…
Autor: Un papá
Citadino
Un tipo muy citadino está dando un paseo por el campo. En un camino se cruza con un campesino que lleva dos vacas, una blanca y la otra negra. Picado por la curiosidad, el hombre le pregunta al campesino:
– A ver si me saca de dudas, buen hombre: ¿cuánta leche producen sus vacas en un día?
– La blanca da unos diez litros al día.
– ¿Y la negra?
– ¡También!
– ¿Cuántas horas pastan al día?
– La blanca, unas cinco horas.
– ¿Y la negra?
– ¡También!
– ¿Cuánto pesan?
– La blanca, un quintal y medio.
– ¿Y la negra?
– ¡También!
– ¿Cuánto heno comen?
– La blanca, ocho kilos al día.
– ¿Y la negra?
– ¡También!
– ¿Cuánto te costaron?
– La blanca, treinta mil pesos.
– ¿Y la negra?
– ¡También!
El hombre desconcertado le dice:
– Disculpe, ¿por qué, cada vez que le hago una pregunta, usted sólo habla de la vaca blanca?
– Porque la vaca blanca es mía.
– ¿Y la negra?
– ¡También!
Autor: Anónimo de una granja lechera
Prueba de inteligencia
Un gallo visita al león en la selva.
– ¡Le felicito por el orden y la organización que reina en sus dominios! -le dice el gallo-Ojalá sucediera lo mismo en mi gallinero… ¿Cómo lo consiguió?
– Elijo bien a mis colaboradores-le responde el león- Les propongo una adivinanza para descubrir a los más inteligentes. ¡Ahora te lo demostraré!
El león telefonea al elefante:
– Es hijo de tu padre y de tu madre, pero no es tu hermano ni tu hermana… ¿Quién es?
Tras pensarlo un poco, el elefante dice:
– ¡Yo!
Terminada la demostración, el gallo regresa a casa y le dice al pavo:
– Fui a ver al león. Él conoce una adivinanza que permite saber quién es el más inteligente. Y dice así: es hijo de tu padre y de tu madre, pero no es tu hermano ni tu hermana… ¿Quién es?
Tras memorizar la adivinanza, el pavo reúne a todos los animales de la granja y les dice:
– Chicos y chicas, el gallo me ha ordenado que resolváis esta adivinanza tan difícil: es hijo de tu padre y de tu madre, pero no es tu hermano ni tu hermana… ¿Quién es?
¡Todos se quedan mudos! Sin embargo, al cabo de unos minutos, la gallina exclama:
– ¡Ya lo entendí! ¡Soy yo!
El pavo vuelve a reunirse con el gallo y le dice:
– Jefe, ya lo he entendido, ¡es la gallina!
Y el gallo le replica:
– ¡Nooo! ¡No has entendido nada! ¡Es el elefante!
Autor: Especialista en coeficiente intelectual
