El Ayuntamiento de Tijuana otorgó una “licencia condicionada” a la empresa Grumar, para el inicio de la construcción de cinco edificios de diez pisos cada uno, a unos metros de donde sucedió el derrumbe de Laderas de Monterrey en 2010 y ha habido deslaves en los años subsecuentes. Ex asesor municipal dice que no existe en la Ley una “licencia condicionada” y el secretario de Desarrollo Urbano Municipal confirma que no han entregado los estudios geológico, geofísico, geotécnico, hidrológico, geohidrológico ni el proyecto pluvial, pero “ya se les pidieron”
El Ayuntamiento de Tijuana, ha dado su consentimiento, aun sin los estudios técnicos completos que corresponden, para que una empresa inicie la construcción de un edificio en los terrenos aledaños a Laderas de Monterrey, donde en mayo de 2010, un movimiento de tierra en un cerro provocó un derrumbe que destruyó once viviendas -ocho con daños severos-, 26 obtuvieron la alerta roja y cuatro la amarilla.
Cumbres Sky View es el nombre del complejo residencial que se levantará en la peligrosa zona.
Alejandro Lomelín Clapera, secretario de Desarrollo Urbano y Ecología (SDUE), informó a ZETA que en ese proyecto otorgó una “licencia condicionada” a la empresa Marina Tower La Salina, SA de CV que forma parte del grupo Grumar. Lo que de acuerdo al ingeniero estructuralista Jorge González Belmont, genera ambigüedades, dudas, falta de certeza y seguridad a residentes y vecinos de la zona.
“La situación es que la empresa no ha entregado los estudios que avalen y permitan construir en una zona que cuenta con antecedentes de deslaves y derrumbes por “diversas fallas geológicas”, dijo a ZETA el director de Protección Civil Municipal, José Rito Portugal Servín de la Mora.
El titular de la SDUE confirmó que efectivamente no se han entregado los estudios geológico, geofísico, geotécnico, hidrológico, geohidrológico, ni el proyecto pluvial, pero “ya se les pidieron”, y su recepción dependerá del tiempo que tarde cada uno de ellos en realizarse.
En su opinión, sí es viable que hayan iniciado las construcciones en el lugar, porque con base al resultado de los estudios que menciona, la autoridad podrá dar aviso a los constructores que quizá “esos estudios nos están arrojando una alerta, la cual como apenas se está en construcción incipiente, podemos meter las soluciones o sugerencias para que puedan continuar, por lo tanto, no creo que haya mucho problema”, refiere.
De acuerdo con el ingeniero González Belmont, ex asesor del Área Técnica de Daños del Departamento de Acciones de Edificación de la Dirección de Administración Urbana del Ayuntamiento de Tijuana (2005-2017), “de ninguna manera” existe este tipo de autorizaciones sobre construcciones condicionadas en áreas irregulares, mucho menos cuando los estudios y complementos no han sido concluidos y cuando no se conocen las características “índice, hidráulicas y mecánicas” del suelo, que se deben realizar para la edificación de edificios tipo torre.
Asimismo, consideró “absurdo, improcedente y peligroso” que se siga realizando de esta manera, ya que potencializa el riesgo existente en la zona.
Zona de alto riesgo
El 3 de mayo de 2010, en el fraccionamiento Laderas de Monterrey, un movimiento de tierra provocó el derrumbe del cerro y resultaron once viviendas destruidas, ocho más con daños severos, 26 se etiquetaron en rojo y cuatro en amarillo, en las calles Azaro, Clavel, Gardenia, Gladiola y privada Sevilla, lo cual provocó que alrededor de 35 familias fueran desalojadas del lugar.
José Rito Portugal, director de Protección Civil Municipal, agregó que Administración Urbana declaró este lugar como un espacio “inhabitable”, ya que se dictaminó que “por ahí concurren varias fallas geológicas”.
El lunes 14 de enero de 2013, un deslizamiento de talud en el fraccionamiento Arnaiz afectó el Bulevar Cuauhtémoc Sur; el hecho también se atribuyó a una falla geológica que se conjugó con una falta de los desarrolladores inmobiliarios, quienes “realizaron movimientos en la zona, que a la sazón provocaron el derrumbe de 5 mil 500 metros cúbicos de tierra”, como reportó ZETA el 18 de enero del mismo año, situación que vino a consolidar y confirmar el riesgo inminente en el lugar.
A unos cuantos metros de estos dos sitios, se comenzó la construcción del complejo Cumbres Sky View, el cual comprende cinco edificios de diez pisos cada uno, los cuales concentrarán cien condominios, distribuidos en un terreno de más de 8 mil metros cuadrados en la cima de un cerro rodeado por colonias como Laderas de Monterrey, lo que se pretendía fuera el fraccionamiento Arnaiz, así como Rincón Toscano, La Sierra y Cumbres de Monterrey, estas dos últimas donde también se registraron incidentes por movimientos de tierra y deslizamientos de taludes en distintos años.
Vecinos con temor tras antecedentes de derrumbes
La construcción de estos edificios alertó a vecinos de estas colonias y fraccionamientos por los antecedentes, temen que los ponga en riesgo nuevamente y que puedan perder su patrimonio o sus vidas.
Servín de la Mora destacó que el riesgo en la zona depende de varios factores, hay un responsable de obra y, si esa persona está preparada y facultada para decirle a cualquier autoridad que es el responsable y aunque haya fallas el inmueble será seguro, tiene que ser precisamente “con una memoria de cálculo” que, de acuerdo a la propia Ley de Edificaciones del Estado, debe reunir, entre otras cosas, una descripción detallada en la estructura propuesta y de sus elementos correspondientes; una justificación del tipo de estructura elegida de acuerdo al proyecto; una descripción del tipo y calidad de los materiales, indicando datos relativos a su capacidad y resistencia; así como una descripción del procedimiento constructivo a seguir para llevar a cabo la estructura.
Para el titular de Protección Civil, hoy en día existen inmuebles verticales donde hay sistemas con amortiguadores para efecto de que si se mueve la tierra, el inmueble no salga afectado, sin embargo, desconoce si es el caso de Cumbres Sky View.
González Belmont refirió que no es posible que se esté permitiendo una edificación de esta magnitud cuando todavía no saben cómo se comporta el suelo, pues ello va en función del otorgamiento de las licencias, que se dan derivado del cumplimiento de normas y estudios técnicos para satisfacer el equilibrio y estabilidad de la estructura, pero si esto no se tiene determinado, no es posible comprobar que la obra es estable, por lo tanto, esta situación es algo fuera de lo que marca la Ley.
Secretario insiste con la licencia “condicionada”
Sobre los permisos y la falta de estos estudios, Alejandro Lomelín, de Desarrollo Urbano, insistió que están con la licencia “condicionada”, y por lo tanto, los constructores del proyecto les tienen que entregar, aparte del estudio geofísico y geotécnico, los estudios hidrológicos y geohidrológicos que les permitan tener un panorama correcto y confiable de lo que pudiera pasar, “nos estamos curando un poquito en salud porque vale la pena (el proyecto)”, justificó.
El funcionario reiteró que como ya lo ha mencionado, en esta administración pedirán todo lo necesario para contar con una seguridad, porque Tijuana está en una zona de suelo inestable, por lo tanto, con base al conocimiento que ya se tiene de las zonas donde hay deslaves, además de fallas activas e inactivas, quieren tener esa precaución para brindar seguridad tanto al ciudadano como a los colindantes, porque “obviamente son afectados de manera secundaria”.
Agregó que esta obra está condicionada sobre los trabajos de urbanización y proyectos de agua y drenaje, además de los futuros movimientos de tierra para los edificios que van a construir, que esa fue la condición, por lo tanto, actualmente están “con lo primero” y a muy buen tiempo de “prever el futuro”.
Hace falta capacidad y experiencia en el tema
Jorge González Belmont resaltó que en Tijuana la mayoría de los laboratorios no hacen estudios muy bien realizados, y aunque aceptó que en toda obra existe riesgo, este se determina dependiendo de algunas circunstancias, como la zona sísmica, situación que abona más al problema que ve en la ciudad, que se les olvida que tarde o temprano se van a presentar sismos de gran magnitud, por ello en una obra como la de Cumbres Sky View, que no cuenta con esos estudios de suelo cuando ya se comenzó a edificar, se debe poner especial atención, “son muchas vidas en riesgo las que están ahí dependiendo de la calidad, la precisión y ejecución de este proyecto”, reflexionó el ingeniero estructurista.
“Todo tiene un sustento del por qué suceden los accidentes, todo eso está establecido en las leyes y reglamentos de Baja California, pero por ahorrarse muchas veces dinero, o porque el estructurista no tiene la capacidad ni la experiencia necesaria, caen en estudios muy superficiales; cuando han fallados los proyectos, se debe a una de estas dos circunstancias, pero en la ingeniería eso no se vale. Para eso se hacen los estudios, para prever y tener en cuenta todas las circunstancias”, expuso.
Por su parte, Alejandro Lomelín Clapera respondió que en la SDUE tienen toda la situación prevista, que pidieron estudios adicionales a los constructores y estos accedieron a hacerlos, conscientes de que el resultado que arrojen pudiera ser no muy favorable en ese sentido, y reiteró, “por eso nos estamos curando en salud”.
Sin embargo, en caso de que los estudios resulten “no tan favorables”, en Desarrollo Urbano pondrían las limitantes: “Da el tiempo suficiente como para que tengamos los resultados de esos estudios para poder emitirles la opinión y la recomendación para que se modifique lo que se tenga que modificar”, de manera que este proyecto “sí va a continuar”, con las debidas adecuaciones que en el transcurso se tengan que hacer.
Agregó que los titulares del proyecto saben lo que ha sucedido y se les explicó la situación, además, ahora se está tomando en consideración la conciencia que debe tener el perito, porque todo proyecto de construcción es firmado por un perito responsable, y debido a ello, están platicando con ellos para que al momento de plasmar su firma sean conscientes de lo que se está firmando.
A pregunta de ZETA sobre si daría tanto a los residentes como a los vecinos, la certeza y garantía de que la construcción será segura, Lomelín declaró: “Se les está solicitando y se van a hacer los estudios pertinentes para posteriormente darles la seguridad que me estás mencionando; primero darles la seguridad de que se están haciendo los estudios, que yo dije que se iban a hacer y que se están haciendo, no solamente en este proyecto, sino en todos los que nosotros sospechemos una inestabilidad de suelo. Y posteriormente, de acuerdo a los resultados, darles la seguridad de que lo que se está haciendo es lo correcto”.
Empresa asegura que tiene licencia
En entrevista, David Rosas, director del proyecto Cumbres Sky View, hizo declaraciones contradictorias, aseguró que “sin duda” cuentan con todos los estudios y licencias, ya que cuidaron mucho esa parte porque están hablando de casi 10 mil metros cúbicos de terreno, de los cuales gran porcentaje será área verde, por lo tanto, no sabe por qué Alejandro Lomelín dijo algo diferente.
— ¿Se les entregó o no una licencia condicionada?
“Efectivamente estamos en medio de cosas, porque lo que pasa es que todo es muy delicado porque hay mucha gente involucrada; los vecinos están preocupados por lo de los taludes y ese tipo de cosas, situación que ya está muy estudiada, pero hay otro tipo de cosas y detalles como el problema que tenemos con la calle y que vamos a modificar”, respondió sin aclarar, y agregó que nunca quedó pendiente lo de la estructura porque eso ya está muy estudiado y el proyecto se creó “con mucho cuidado”.
Rosas facilitó una copia de la carátula de la licencia con número de oficio 1721390, en la cual se consigna que los derechos se pagaron el 7 de julio de 2016, y la licencia fue despachada el 11 de mayo de 2017 con una vigencia de 365 días, y es para la construcción de veinte viviendas desarrolladas en un solo edificio de diez niveles.
El encargado del proyecto concluyó: “Ellos han estado encima de mí todo el tiempo, tengo un mes que estoy en movimientos, ya han venido tres o cuatro veces porque los vecinos han estado hablando, y vienen nada más para estar checando cómo están las cosas, pero no tengo ninguna duda de que tengo todos los estudios hechos con respecto a la estructura para poder hacerlo; son otras cosas las que tengo pendientes, pero no eso”.