Adela Navarro Bello
Directora de Semanario ZETA
Presente.-
Es para la historia lo que está aconteciendo en las inmediaciones de la Garita de San Ysidro.
El XXII Ayuntamiento de Tijuana sacó a los taxis amarillos de nueve sitios que tenían tomados por sus pantalones, ya que nadie se los había autorizado, así como el empoderamiento de zonas federales, banquetas, calles y la colocación de líneas amarillas pintadas por ellos mismos.
A través de las décadas, crearon un caciquismo monopólico donde prevalecía la explotación, extorsión, cobro de piso a taxis libres y la prestación de servicio de transporte urbano del puente de la línea al centro de la ciudad, con un cobro de 10 pesos, claro, sin estar autorizados ni tener la concesión para prestar el servicio. Hasta ahí lo soportaron decenas de ayuntamientos, por muchas décadas.
Dice un dicho muy sabio: “Tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe”. Después de 20 agresiones a camiones turísticos, muchas personas golpeadas y causar terror al turismo, lo que derramó el vaso de agua fueron dos acontecimientos.
El primero fue la agresión de un camión turístico bajando del aeropuerto, frente al Soriana. Dos individuos apedrearon el autobús sin imaginar que a bordo venía un comunicador del Canal 33 entrevistando al operador, mientras su acompañante venía atrás de la unidad. El valiente comunicador pidió al chofer que abriera la puerta, bajó para seguir a los dos malandros y logró grabar que estos abordaron un Crown Victoria blanco. Denunciaron los hechos por radio.
Dos policías municipales lograron detener a tres personas en la Calle 4ta. de la Colonia Libertad. Pasaron 10 minutos cuando llegó una persona que llamaba discretamente al comandante para decirle que venía por parte de los taxis amarillos para saber cómo se podían arreglar. El comandante lo corrió manifestándole que se fuera si no sería detenido. Todo esto está en un video.
Los tres delincuentes enviados a dañar la unidad turística fueron turnados al Ministerio Público. A pesar de causar daños y haberlos detenido con las pruebas grabadas de los hechos, el proceso lo continuarán en libertad, de acuerdo con el inoperante Nuevo Sistema Penal de Justicia Alternativa.
El segundo hecho se trata de la agresión ocurrida contra cuatro turistas, en la salida de la Garita de San Ysidro, a quienes los taxistas amarillos golpearon porque delante de ellos se atrevieron a pedir el servicio de Uber. Fueron tan graves las lesiones que las personas tuvieron que ser internadas para que se les atendiera.
La noticia de esta violenta acción de los choferes de taxis amarillos llegó a todos los niveles de la sociedad mexicana y de Estados Unidos. La sociedad se unió en repudio contra el gremio de Taxistas Amarillos.
Estas fueron la razón por la que el Gobierno Municipal tuvo que actuar con energía para evitar que la situación de inconformidad llegara a mayores. Hoy se ve una tranquilidad asombrosa en todas las inmediaciones de la Garita de San Ysidro y del Chaparral.
Óscar Morales cínicamente en una carta responsabiliza a unos cuantos choferes y en entrevista a un diario local dice y asegura que regresará a prestar el servicio en las inmediaciones de la Línea Internacional.
¿Usted qué opina?
Ramón Rosendo Otañez Sánchez
Tijuana, B.C.
Correo: otanez@live.com.mx
