De Trez en Trez
A Pancho, ciudadano, periodista y abogado honesto, amigo de siempre…
Uno.- Ayer jueves se cumplió un año más de la desaparición física de Francisco J. Ortiz Franco, el Señor Ortiz, el licenciado Ortiz. A “Pancho” le quitaron la vida un 22 de junio de 2004 y, hasta la fecha, los responsables continúan sin castigo. La impunidad sigue estando presente.
Ese día terminé mi horario de clases y, durante el trayecto a mi domicilio, la mala nueva no estaba muy clara, era confusa, se hablaba que “alguien del Zeta” había sido atacado, por eso mi desconcierto e incredulidad inicial; luego consultar a otras fuentes, una llamada telefónica y otras más me indicaron que, en efecto, se trataba de “Pancho.”
Al llegar a casa, aún era presa de la negación, pero la noticia terminó apabullándome cuando, contra la cama, ahogué un grito de rabia y de impotencia. Sabía desde entonces que no habría castigo para los responsables.
Más tarde, me trasladé a las instalaciones de ZETA, ahí, en el segundo piso, Don Jesús Blancornelas, Héctor Javier González Delgado y Ramón Blanco Villalón, con harta tristeza en el rostro, respondieron con la cabeza a mi pregunta: Sí, se trataba de Francisco.
Doz.- Desde entonces, cada año redacto algunas cosas que me tocó compartir con Francisco, cuando nos conocimos en la prepa, nuestro paso por la UABC, el tiempo que pasamos juntos en los inicios de este semanario y en cuatro oficinas en la que atendíamos asuntos legales, la última, muy cerca de las instalaciones de ZETA, sobre la avenida de Las Américas.
Lector consumado y voraz, parco y certero en el hablar, congruente siempre entre el pensamiento y la acción, conciliador antes que agresivo; elegante en el vestir, impecable barba, bien recortada que bordeaba la parte baja de su rostro coronado por un ensortijado cabello que ya pintaba algunas canas; frente que se marcaba al fruncir el ceño y escudriñar con la mirada; hablar pausado, mesurado en lo que a excesos se refiere. Le molestaban mucho las faltas ortográficas…
Un excelente periodista investigador, un buen padre y esposo, generoso compañero de trabajo y un muy buen amigo que gustaba del box, del caldo de res, de los chicharrones en salsa roja, la carne de cerdo con nopales y salsa verde y de la carne asada. Pancho era de buen diente, disfrutaba mucho todo lo que era de elaboración casera. Orgulloso de haber nacido en Dolores Hidalgo, “Cuna de la Independencia.”
Al día siguiente de la muerte de “Pancho”, Raúl Trejo Delarbre escribió en La Crónica de Hoy: “Ortiz Franco era la voz temperada, incluso razonable en ese semanario, en donde el tono fundamental suele ser definido por la estridencia de los asuntos que ZETA devela y denuncia… Los artículos de Ortiz Franco abrían cada edición y aunque iban firmados con su nombre, al pie de ellos se aclaraba: Este espacio refleja el criterio editorial de ZETA. Eran textos cuidadosos, distantes del escándalo y el maniqueísmo. En el contexto de Tijuana –que cada vez se extiende más por el país– definido por la violencia y la ofuscación, las contribuciones de ese periodista eran de notable serenidad”.
Trez.- Ya lo he comentado antes, prefiero recordar los buenos momentos y la clase de persona que era Francisco J. Ortiz Franco, porque no me gusta traer a mi memoria la incredulidad primero, la infinita tristeza después, al enterarme de su muerte a manos de criminales; la rabia, el coraje y la impotencia posterior al saber desde ese instante que poco se haría para esclarecerla.
Los responsables de la muerte de “Pancho” siguen sin recibir el castigo que merecen, unos –dicen– muertos, otros en prisión por delitos diferentes, otros libres. Por eso, desde este espacio, como cada año lo hacemos, exigimos justicia en nombre de Francisco, de su familia, de la sociedad, del ejercicio periodístico, de otros periodistas asesinados en otras partes del país.
Un año más y el reclamo sigue siendo el mismo: “castigo a quienes ordenaron y a quienes materialmente le quitaron la vida.”
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com