“Cómo va a haber acuerdos si no hay un plan, un estudio; es una mentirota”, dijo el ex alcalde César Mancillas con relación al aumento de 35 por ciento al servicio que desde el 26 de mayo autorizó el Cabildo de Ensenada, aunque todavía no se aplica
Después de mucho sacarle la vuelta, el 26 de mayo el Cabildo de Ensenada autorizó el incremento a la tarifa del transporte público. Aunque es inminente que se cumplirá la exigencia de los transportistas, aún no se aplica el aumento, pese a que ya pasaron los diez días que fija el reglamento interno para su ejecución.
Presionados por el gremio transportista, así como el Tribunal de la Contencioso Administrativo, los regidores tomaron la decisión, pero ahora están en la disyuntiva de dar el siguiente paso, pues las reacciones tímidas de los ciudadanos hasta el momento se podrán desbocar cuando, en efecto, al tomar el “micro” el chófer les exija los 13 pesos en lugar de los 10 que se vienen pagando desde hace cinco años.
El temor al costo político produjo el fenómeno de la división de votos incluso entre ediles del mismo partido y la incongruencia entre los que se dicen de oposición, dando como resultado una votación divergente. Con ocho votos a favor y cuatro en contra se autorizó de un “girón” el 35 por ciento al incremento. Hubo de imperar la negociación donde no solamente tuvieron un costo los votos a favor, también las ausencias y el silencio.
Ahora sí, el presidente municipal Marco Antonio Novelo obtuvo el mayoriteo que la vez pasada no pudo lograr incluso con los de su mismo partido. Votaron a favor los regidores priistas María Rosa Guzmán Agúndez y hasta el dirigente municipal del tricolor, Ricardo Medina Fierro, quien anteriormente no había accedido a los ruegos de Novelo.
También apoyaron el incremento el regidor del Partido Acción Nacional, Jorge Camargo; el del Verde, Jorge Emilio Martínez; Norma Angélica Silva, de Nueva Alianza; y el representante del Partido del Trabajo, Orlando Toscano. Rehuyeron al compromiso, al no presentarse a la sesión de Cabildo y ayudar con ello a “cuadrar” los números, la síndico procuradora Laura Karina Castrejón, del PT, y los priistas Samuel Albestrain y Bertha Alicia Martínez. Es decir, los cotos de poder que en la actual administración representan el ex diputado Armando Reyes Ledezma y el grupo -aún blindado- de Gilberto Hirata.
Respecto a los ediles independientes, o “rebeldes”, quienes a pesar de que votaron en contra, se dice que finalmente obedecieron más a negociaciones y concesiones ofrecidas por el gobierno de Novelo, quienes si bien defendieron las causas de la ciudadanía, cumplieron sin justificar su voto en contra, se fueron por la línea tersa, sin aspavientos, porque, trascendió, así se los había pedido el alcalde.
“Va a haber cambios próximamente en el Ayuntamiento, se despedirá a gente que está ahorita y se sumará gente nueva, y con eso se les pagará a estos regidores… entre otras cosas”, afirmó una fuente.
Llanamente votaron en contra el independiente Cristian Vázquez; el regidor del Partido Encuentro Social, Iván Duarte; el segundo independiente Rodolfo Mellado; el del Partido de la Revolución Democrática, David Alfredo del Moral; y el edil de Movimiento Regeneración Nacional, Teodoro Araiza. De hecho el morenista fue el único que fijó un posicionamiento al momento de su negativa.
Razonó Araiza que no era posible aprobar un incremento basado en un estudio técnico que no cumple con el Artículo 74 del Reglamento de Transporte, a su vez basado en un análisis técnico de la Unidad Municipal de Transporte (UMT) e Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), que establece las condiciones para aprobar cualquier modificación al transporte: “Nuestro voto en contra no es únicamente por razones políticas o económicas, sino jurídicas”.
Araiza no niega los intereses y negociaciones que pudieron darse en los entretelones, “pero no me atrevería a decir que les ofrecieron algún tipo de prebenda, o se dio algún acto de corrupción, no me consta, pero sí es de tener en cuenta ese cambio de actitud que tuvieron varios regidores, faltaron a la sesión, otros cambian el sentido de su voto sin argumentarlo, no entendemos por qué se dio ese cambio”.
Mártires y simuladores
“El incremento a la tarifa del transporte implica el triunfo del chantaje y presión de los empresarios transportistas, es una muestra más de la falta de sensibilidad por parte de los gobernantes y de la voracidad de quienes ven el transporte un negocio y no un servicio público”, se rasgó las vestiduras Armando Reyes Ledezma, coordinador estatal del PT, partido que llegó al Ayuntamiento en coalición con el PRI.
El partido y su dirigente repudiaron y expulsaron a su regidor Rolando Toscano, ex perredista, por haber votado, dijeron, en contra de la postura del PT: “Es lamentable que por una visión política mediocre y de corto alcance, esta persona muerda la mano de quienes por años lo han ayudado e incluso le confiaron la regiduría que hoy ostenta”.
Ledesma afirmó que su partido ya había sostenido pláticas previas con los transportistas donde les proponían ser gestores para buscar subsidios al transporte u otras acciones, pero jamás un incremento a la ciudadanía. Acotó que cualquier represente popular petista que no esté en ese misma tónica en automático es expulsado, “y fue lo que hicimos, el PT se queda sin espacio en el Ayuntamiento, pero preferimos no tener esa representación que nos da la espalda, la puñalada, la traición a los ciudadanos. Sí, nos da pena y nos da vergüenza”.
En contraparte, el líder petista nada dijo respecto al actuar de la síndica procuradora, de ese mismo partido, quien no asistió a la sesión a votar, pero con su anuencia favoreció que la votación se inclinará a favor del incremento.
“Está totalmente fraguado, es un acuerdo, le dijeron al alcalde ‘te voy a votar un sí, pero acá te voy a tener que decir que no, si no, pierdo mis cuatro mil votos que tengo y al rato qué vendo”, aseveró el analista político César Mancillas.
El también ex alcalde reveló que Ledesma negoció la jugada con transportistas y con el alcalde Novelo: “La gente no es tonta, el correr a su regidor no afecta en nada, expulsión de dónde, dónde está el padrón, entrar o salir del padrón del PT es lo mismo: no existe, entra y sale el que quiere”.
En lo que toca al voto a favor del regidor del PAN, Jorge Camargo, el ex panista lo considera aún más inexplicable. “No hay una política desde el PAN, el presidente del partido debió haber visto este tema, porque esto tiene un costo político, el PAN estuvo de acuerdo en el aumento, así de sencillo”.
Según Mancillas, si Jesús González Collins, dirigente municipal del PAN estuvo de acuerdo con el incremento, a pesar de ser oposición, que lo aclare, pues el regidor Camargo no pudo haber actuado sin su cuenta. Incluso como líder de un partido, nunca hizo un posicionamiento público sobre el tema. Pero tampoco lo hizo el PRD, ni ningún partido ni sector.
“En Ensenada falta liderazgo. Por ejemplo, quisiera ver que mi líder de la Canaco (Cámara Nacional de Comercio), Jorge Menchaca, dijera algo sobre el tema, no nada más decir que todo está bien. Felicidades alcalde, tienen que ser muy críticos, para eso están, hay que defender al pueblo, los comerciantes también lo son. Si no tenemos un transporte digno, no somos competitivos”, consideró.
Sin plan
Primero para votar, ahora para poner en vigencia el incremento a la tarifa, los regidores de Ensenada siguen indecisos. Están los que dicen que de acuerdo al reglamento ya debe hacerse efectivo, y los más, que pugnan para que primero se cumplan los compromisos pactados con los transportistas. Que como en otras ocasiones, siguen siendo algo abstractos.
Los propios transportistas, quienes a lo largo de la semana se han sometido a exámenes antidopaje, uno de los compromisos radica en la disyuntiva, pues el resto de los puntos van para largo, por ejemplo, el reemplazo de por lo menos 100 unidades. Los que ya las reemplazaron dicen que pueden esperar, los que aún no han podido comprarles, urgen el aumento.
“Los mismos transportistas han sido cautos, quieren que cuando se aplique el incremento contar con todo el respaldo del Ayuntamiento y que los avale diciendo que ya cumplieron, porque si lo aplican sin cumplir los compromisos, pues los ciudadanos se les van a ir encima”, confió un asesor del gobierno.
“Lo que faltó es haber hecho un debate del tema, con los usuarios, universidades, sectores, pero todo se hizo en lo oscurito, y eso es lo que los tiene con el Jesús en la boca”, opinó el ex alcalde César Mancillas.
“Tampoco le puedes pedir imposibles al transporte, si le vas a dar tres pesos ahorita y le pides que traiga cien camiones nuevos, es imposible, de dónde, quién se los va a fiar. Debería ser el ir cambiándolos poco a poco, en un plazo de seis meses, por ejemplo”.
Mancillas recordó que durante su administración el aumento fue paulatino, un peso un mes, otro peso el siguiente mes, conforme se fueran cumpliendo los pasos de la pactado. Igualmente refirió que su administración sacó de circulación “todos esos camioncitos que en Estados Unidos son para niños de kínder, y después los volvieron a sacar, ahí andan”.
Igualmente durante ese trienio se entregó un estudio y plan de renovación del transporte, el cual los transportistas mantienen encajonado, reprochó el panista. Vaticina que pasará lo de siempre, pues aumentos ya se los otorgaron en su momento los gobiernos de Pablo Alejo López y el de Enrique Pelayo, y nada se compuso. La historia se repetirá.
“Cómo va a haber acuerdos si no hay un plan, un estudio, es una mentirota, están simulando votaciones, y también están simulando que hay avances, no se puede pedir a los empresarios que hagan una inversión de millones y millones de pesos cuando vienen de haber estado trabajando con déficit, según ellos”, concluyó.
La última batalla
Apenas fue aprobado el dictamen 007/2017, referente al incremento a la tarifa del transporte, la representante del movimiento Mexicali Aguanta, Ensenada se Levanta”, la abogada Marisol Pérez Prado, emprendió el proyecto para someterlo a plebiscito y echarlo atrás.
Al cierre de edición se llevaban alrededor de mil firmas, cuando lo que se necesitan son 3 mil 600 firmas, nada más para solicitar el plebiscito ante la junta local del Instituto Estatal Electoral de Baja California.
“Hay que recordar que es un instrumento legal que tiene la ciudadanía para que nos pregunten el sí o el no al aumento del transporte público y otras series de cuestiones, necesitaríamos después que 90 mil personas del listado nominal que tiene Ensenada salgan a votar en contra del aumento”, explicó Pérez Prado.
La activista aceptó que no confía en las autoridades electorales, sin embargo, apela a la conciencia de los ensenadenses, a que no se limiten a dar “likes” a las publicaciones en redes, sino que salgan a las calles y las urnas a hacer patente su inconformidad.
“En general los ciudadanos no sabemos de estos instrumentos legales, nos hace falta mucha organización, conocimiento, es a lo que le apostamos, estamos en un plantón más que nada para hacer conciencia en la gente”.
Buscando tumbar el incremento están recabando firmas en módulos colocados afuera de la Casa Municipal, en centros comerciales como Macro Plaza y en las playas públicas.
“El aumento nos tomó de sorpresa, por la manera vil de hacer las cosas, porque ya se había decretado un ‘no’ y hacen otra votación. Creemos que hubo complicidad entre Marco Antonio Novelo y los dirigentes transportistas. Nos queda claro que los regidores que votaron a favor y Novelo, no nos representan como ciudadanos”, acusa Pérez.
En tanto los representantes del gremio de concesionarios y cooperativas de transporte han sido evasivos con este medio para responder cómo va el proceso de incremento y cuándo se concretará el mismo, Armando Gutiérrez, presidente de la Unión de Transportistas Independientes del Municipio de Ensenada (UTIME), ha reiterado en diversas ocasiones que a los regidores y al gobierno les ha faltado madurez política, valentía y responsabilidad para enfrentar el problema. Nada refieren de compromisos políticos.
“Ellos están protegidos por el PRI y sus aliados, estos señores, chequen la próxima vez que voten, saben muy bien por quién lo van a hacer”, refuta por su parte Mancillas.
Aún se recuerda cómo en las elecciones pasadas, las líneas El Vigía, Altabrisa, Rojo y Blanco y demás, traían en todas sus unidades la fotografía de Marco Novelo, “y le están pasando la factura”.