Pírrico fue el triunfo del Partido Revolucionario Institucional en el Estado de México, donde históricamente el tricolor no tenía adversario competitivo. Si los resultados se sostienen, Alfredo del Mazo, primo de Enrique Peña Nieto e hijo y nieto de ex gobernadores priistas, será el priista con menor respaldo popular en la historia de la entidad.
A un año de la sucesión presidencial, el inquilino de Los Pinos y el primer priista del país entrega resultados oscuros para su partido: en el Estado de México con una ventaja polémica y diminuta frente a Morena, un partido de reciente creación.
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En Nayarit perdió el poder y en Coahuila, otro de sus estados electoralmente más “seguros”, el PRI está metido en complejidades y en acusaciones de fraude para poder sostener el poder.
Algunos ejemplos: los votos que de por sí solo consiguió el PRI en el Estado de México (al margen de los que obtuvo con su coalición), no le hubieran alcanzado para superar a los conseguidos por Morena.
La elección en EDOMEX, además de haberse considerado termómetro, ensayo o simulacro de las elecciones presidenciales de 2018, por tratarse del estado con mayor cantidad de votantes a nivel nacional (11 millones 348 mil 011), constituyó una prueba de fuego para el PRI, pero más para el Presidente de la República. De qué niveles de popularidad goza el PRI en la entidad donde tiene enclavada su cúpula, conocida como Grupo Atlacomulco, y donde lleva más de 80 años gobernando.
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De acuerdo al Programa de Resultados Electorales Preliminares, los alcances del tricolor en el Estado de México, se han visto reducidos. Aparte de que, en conjunto con los partidos Verde Ecologista, Nueva Alianza y Encuentro Social, superó tan solo por 2.9 puntos porcentuales a Morena, cuya abanderada fue Delfina Gómez, como instituto político, en función de la votación que obtuvo autónomamente, no sale bien librado ante el partido que lidera Andrés Manuel López Obrador.
Mientras que el PRI quedó en segundo sitio, con 29.8186% de votos, Morena se ubicó a la cabeza con un 30.8173%, según indica el último “Reporte Distrital por Partidos…” del IEEM. El Revolucionario Institucional salvó la “coalición electoral”, la cual, prácticamente conformó contra partidos rémora, a propósito de los cuales sobresale el caso del PES, que a nivel local o bajacaliforniano ha sido firme opositor o adversario del tricolor.
En los otros estados, en los cuales hubo elecciones el pasado domingo, los alcances del PRI también se vieron reducidos, con un triunfo cuestionado en Coahuila y una derrota aplastante en Nayarit. Tratándose de Veracruz, pasó a perder gran parte del control que ejerce en los municipios donde actualmente gobierna.
El PRI, Peña y sus aliados son indiscutiblemente los perdedores de las pasadas elecciones, y que, para su amargo horizonte político, hacen notar una victoria de Andrés Manuel López Obrador y de Morena hacia la Presidencia de la República.
