El 28 Batallón de Infantería de Tijuana despidió con honores al bombero Jesús Adolfo Balderrama Aguilar, quien el 20 de junio falleció mientras combatía un incendio dentro de las instalaciones militares.
“Regresamos un lugar cuando el martes llegó la unidad a cargo de Adolfo”, manifestó el director de Bomberos, Carlos Gopar en la ceremonia encabezada por el general Enrique Martínez López, comandante de la Segunda Zona Militar de Tijuana.
Autoridades en la ceremonia. Foto: Agustín Reyes
En un hecho sin precedentes en la ciudad, personal militar honró a un ciudadano no perteneciente a las Fuerzas Armadas, pero el acto se realizó como una acción de solidaridad y agradecimiento tanto a la familia del bombero caído como a sus compañeros, explicó el general Martínez López.
A las 12:30 del día, una caravana de unidades de Bomberos y de rescate, familiares y personal de Ayuntamiento, arribaron al Batallón, ubicado en la zona de El Soler, para iniciar la ceremonia. La guardia de bomberos entregó el ataúd gris a la guardia de soldados, quienes cargaron los restos de Balderrama Aguilar hasta colocarlos al centro de la explanada.
Soldados cargan el cuerpo. Foto: Agustín Reyes
Carlos Gopar, director de la corporación, dijo durante la ceremonia que militares y bomberos coincidían en ser “esa generación de ciudadanos que se unieron a la patria, esto ponía en riesgo nuestra propia integridad física, reconozco y agradezco este gesto de parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, cada vez es más común compartir escenario, nosotros portamos equipo de bombero y ustedes, el uniforme, pero el riesgo es el mismo”.
Por su parte, el general Martínez López habló en nombre de Salvador Cienfugos, secretario de la Defensa Nacional y de todas las mujeres y hombres que integramos el instituto armado, expreso sus más sentidas condolencias a la esposa, a sus hijos, padres, hermanos y a todos los amigos de su compañero fallecido.
Bomberos salen de las instalaciones militares. Foto: Agustín Reyes
“Lo más honroso para un soldado es perder la vida por la patria y este extraordinario ciudadano, sin pertenecer a las fuerzas armadas, ofrendó su vida de manera desinteresada, heredándonos un sutil ejemplo de patriotismo y amor a México, sumándose a otros más que en diversas partes del país, le han servido a los mexicanos sin conocerlos ni esperar nada a cambio, en el cumplimiento de su deber”, manifestó.
Agregó “Jesús Adolfo fue forjado en la cultura del trabajo y del esfuerzo, la perseverancia desde muy joven abrazó la hermosa carrera de ser bombero, vocación que heredó de su señor padre” y aseguró que su muerte “nos compromete a trabajar con más compromiso en pro de un mejor país. Lograr una mejor Tijuana, una mejor Baja California y un mejor México”.
El homenaje finalizó con disparos hechos por los soldados a manera de despedida. De ahí, el cuerpo de Jesús Aldolfo Balderrama Aguilar fue enterrado en un panteón cercano.
