Solo bastaron unos segundos para que Rosario Flores se adueñara de la voluntad del público la noche de su presentación, el sábado 3 de junio, en los viñedos de Barón Balché.
Poderosa, con una energía desbordante y la potente voz que le caracteriza, la española se plantó en el entablado al ritmo de “Mi piel”, captando la atención de más de 2 mil 800 personas que, dispuestas a disfrutar de la presencia de la cantautora, soltaron el cuerpo y afinaron gargantas.
Una semana antes, Rosario había deseado pasar una noche de gloria en Baja California, y así lo hizo. Acompañada de un excelso grupo de seis músicos y una corista, hizo gala de su calidad interpretativa que, arropada con bailes flamencos, provocativas poses y una sonrisa a flor de piel, dejó que las historias de sus canciones llegaran a los oídos del público, que en algunas ocasiones bailó con ella y en otras le sirvió de coro, como en el caso de “Cómo me la maravillaría yo”.
“Ensenada, por favor buenas noches, qué alegría… Dios mío, qué ilusión más grande venir aquí y ver que hay tanta gente esperándome, os voy a cantar todas mis canciones. Muchísimas gracias, vamos a pasar una noche buena, ¿eh?”, expresó con alegría a su público para luego interpretar uno de los primeros temas que compuso, titulado “Mi gato”. Le seguirían canciones de su más reciente disco “Gloria a ti”, y “Sin darme cuenta”. También se escucharon otros éxitos de su repertorio: “Yo me niego”, “Por un beso”, “Y qué le importa a nadie”.
“Ensenada, no tengo palabras porque realmente venir de tan lejos y ver que hay tanta gente que canta mis canciones, las nuevas, las de antes… Sé que ha venido gente desde muy lejos a verme, cosa que agradezco en el alma. Muchísimas gracias”, reiteró la intérprete para dar paso a un segmento de canciones que forman parte de su vida, que escuchó desde pequeña y que se le han quedado en el alma: “Te quiero, te quiero” y “Algo contigo”.
Como gran sorpresa, Rosario invitaría a Ildiko López, quien fuera una de sus pupilas en la primera temporada de “La Voz Kids México”, para juntas interpretar “Qué Bonito”, uno de los temas más icónicos en su carrera, actuación que el público agradeció con efusivos aplausos.
Rosario no dejó de agradecer la presencia de sus seguidores, ya que por primera vez pisó suelo bajacaliforniano y quedó enamorada de la calidez y entrega de la gente, cerciorándose de que conocen y disfrutan su trabajo. Y sobre todo, constató que su música llega a cualquier rincón del mundo.
“Gracias Ensenada, me han dejado el alma llenita de amor”, se despidió tras cerrar su show con “Sabor, sabor” y “No dudaría”.
