Auténtica cochinada.
Las elecciones que se desarrollaron el domingo pasado, especialmente en el Estado de México y en Coahuila, demuestran a los mexicanos que los comicios electorales siguen realizándose como en el siglo pasado. A pesar de las reformas políticas, especialmente la de 1977, el Partido Revolucionario Institucional está empeñado en seguir arrebatando las elecciones, pasando por la voluntad ciudadana que emite su voto.
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Si nos fijamos en sus días de campaña, especialmente en el Estado de México (aunque los coahuilenses aseguran que Rubén Moreira actuó exactamente igual), fue una actividad cínica, avasalladora, con toda la maquinaria del gobierno federal en dinero y con sus funcionarios que llegaron una y otra vez a ofrecer todo tipo de apoyos. Nada de cuidar las formas, ¿quién podría castigarlos? ¿Quién se atrevería a llamarlos a cuentas?
Los billetes corrieron como ríos. Con hambre, con dolor, con necesidades urgentes, ¿quién puede tener dignidad? Nadie cree eso de que “reciban lo que les den y luego voten por otro partido”. La gente recibe y piensa sinceramente que se compromete a pagar. Y eso es lo que hizo, además, ¿quién se resiste a la promesa de que, al ganar, instituirá una especie de bono “a la pobreza femenina”?
Para contrarrestar esas malas actuaciones de los ambiciosos políticos está la Ley, si se aplicara, si el INE (Instituto Nacional Electoral) no tuviera miedo de exigir su cumplimiento, la situación sería mejor. Pero, cómo imponer la ley si en ese Instituto, además de los Consejeros, hay representantes de todos los partidos y no están para ayudar a que las cosas se desarrollen con justicia. Están ahí para llevar agua a sus respectivos molinos. Así nunca se mejorarán los comicios. Seguiremos viendo las cochinadas.
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Nota 1.- Nuestra intención -y qué bueno que algunos de nuestros lectores así lo entendieron- no fue defender los “narco corridos” que interpretan, entre otros, Los Tucanes de Tijuana. El tema de fondo, y lo repetimos, es que nadie puede vetarlos a que se presenten en su tierra. Son muchísimas las canciones que no hacen la llamada “apología de la violencia” y son millones sus seguidores. Los Tucanes tienen todo el derecho a presentarse en su tierra y la autoridad tiene la obligación de otorgar el permiso. De lo contrario, les está negando su derecho al trabajo.
Nota 2.- Los huachicoleros, son delincuentes de la peor ralea. La última información nos dice que utilizan como “halcones” a niños que deberían estar estudiando y cuyas edades oscilan entre los seis y 15 años. Roban a la nación y destruyen vidas inocentes.
Nota 3.- Apurados andan los encargados de recoger la basura de las calles de Tijuana. No solo las bolsas tiradas en cada esquina atraen a las ratas (de cuatro patas) sino también a famélicos perros que hurgan buscando qué comer. ¿Cómo estará nuestra ciudad dentro de seis meses? Y a propósito, los postes, árboles y palmeras nuevamente están siendo tapizados por todo aquel que quiere vender, ofrecer trabajo, publicitar cursos y todo lo que le venga en gana. Total, no hay autoridad que haga cumplir el reglamento.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana. Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com
