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miércoles, junio 26, 2024
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Tijuana, sin cabeza ni programa social

A los trabajadores que con su hambre sostienen a México.

 


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  1. El desfile del primero de mayo fue un fiasco y un remedo de anteriores manifestaciones de trabajadores organizados, la excepción  fueron los profesores de la Sección 2 y 37 del SNTE y los miembros del sindicato de trabajadores de la Secretaría de Salud adscritos al gobierno del Estado donde el gobernador Vega de Lamadrid, queda como criminal, negligente e irresponsable porque a enfermeras y galenos los tiene trabajando sin los necesarios medicamentos, instrumental médico y en condiciones de precariedad, que es una canallada. Los trabajadores de la educación están molestos, pidiendo que se les cumpla la jubilación porque habían cumplido su parte de servir al menos tres décadas. ¿Y la calidad educativa, y nuevas preparatorias? Ahí hay silencio absoluto.
  2. Fueron congruentes con la falta de gobierno y un día más se registra la ausencia de los miembros del cabildo de Tijuana en el balcón de la casa municipal. Justificadamente los maestros lo tomaron como un agravio, el no estar al menos una delegación del gobierno local en el sitio, para conocer, escuchar, atender y saludar las demandas obreras. Ni siquiera los regidores de la oposición formal hicieron acto de presencia y se fueron de puente. Fueron muy solidarios con el señor Patas que debe señalarse como incompetente, fallido y a quien le vino enorme responsabilidad de alcalde de una ciudad importante con el mayor crecimiento de la República. Tijuana tiene grandes retos y hoy no se ven estrategias de respuesta a 5 meses. ¿“El Patas” enfermo, está cansado, perplejo ante tanto problema o es su naturaleza inerte?
  3. Los funcionarios locales y del Estado, recibieron la orden del centro chilango, para instruir a las centrales obreras a amordazarlas y callarse para exponer sus demandas y sentir ante la situación adversa que golpea al 95% de los mexicanos. La devaluación, incrementos del IVA, centralismo, el gasolinazo, la amenaza de quedarnos sin agua, la ola de violencia, inseguridad pública, incremento del impuesto predial. Una hipótesis muy probable es que el Gobierno negoció con los líderes charritos que los jornaleros de maquilas, construcción, servicios, etc., deberían de quedarse en casa, sin exponerse, sin reconocerse como clase abusada, ¿pero a cambio de qué? La ciudad estaba sola, fue un día de asueto y refleja la nula conciencia de clase exprimida que tienen los asalariados. Somos esencialmente explotados y se celebra con una borrachera en carne asada y una cerveza. Los derechos de los trabajadores a recibir educación, capacitación, vivienda, un salario digno, guarderías infantiles, salud que no esté amputada como es el caso del IMSS, justicia social a secas, todas son demandas que se han anulado y enterrado desde 1982 por las medidas del  neoliberalismo.
  4. Hace unos días estuvo Gerardo Fernández Noroña y quiso conversar con el alcalde panista, este ex diputado resultó mucha pieza en su aguda crítica al poder. Claro que no lo recibió ni por cortesía. Las expresiones del perfil del “Patas” fueron descritas por el ahora candidato independiente que este alcalde es mucho más mentecato, que Peña Nieto e igual se fue contra el que despacha como gobernador en Mexicali. Afirmó Noroña: “No se explica cómo la población de Baja California soporta una tribu panista de personajes ineptos, corruptos que solo están dedicados a negocios privados en su ejercicio y cobrando”.
  5. El regidor Rodríguez Monárrez reconoció desde la entrada de la administración que hay graves problemas de corrupción, incompetencia y derroche por la onda privatizadora en el municipio de Tijuana. En general es la línea de que todas las funciones constitucionales de la estructura local se privaticen: recolección de basura, el mantenimiento del alumbrado público, seguridad pública, la organización de actividades deportivas como el maratón de aniversario de la ciudad. El colmo es que hasta el Parque Benito Juárez, los prianistas pretenden un centro comercial. Uno de temas es el desastroso alumbrado público de cientos de colonias proletarias, y la propia Zona Río. La deficiente iluminación está ligada a un mayor índice de criminalidad, asaltos, violaciones, etc. Y los trabajadores del departamento –afirma el regidor– aseguran que con 10 millones de pesos son capaces de reparar el caos que vemos a diario, cientos de lámparas prendidas en el día y otros cientos apagadas en la oscuridad. Pero quieren invertir en una empresa cientos de millones de pesos en el mantenimiento. ¿Y los recursos propios para qué sirven? ¿Ellos como trabajadores especialistas, su nómina, su equipo? Más ladrones, transas, tercos y brutos, imposible.

 

M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com


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Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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