En la política, tienes que lidiar con las personas en el poder y no las que quisieras que tuvieran el poder. En la mega-región de Tijuana-San Diego, la gente se preocupa, por razones obvias, por los comentarios racistas e ignorantes del presidente estadounidense sobre México y los mexicanos. La pregunta es: ¿Será posible cambiar su punto de vista? A eso viene su primer viaje internacional al Medio Oriente y Europa. Mientras que diplomáticos alrededor del mundo siguen estudiando sus lecciones, déjenme ofrecerles mi perspectiva sobre intereses en Baja y California del Sur.
Una cosa que el viaje demostró claramente, yo creo, es que es posible cambiar el punto de vista del Presidente cuando el dinero, la diplomacia personal, y sus partidarios poderosos –sus constituyentes– le muestran el error de su camino.
Ésta es una buena noticia para México. Ya sabemos que para los defensores de la continua relación entre México y los Esta- dos Unidos, existen tres herramientas a nuestra disposición. Veamos más a fondo estas lecciones –estas herramientas posibles– una por una.
Lección uno: A pesar de su retórica, el Presidente responde al interés económico cuando alguien se lo explica. A pesar de la retórica anti-árabe por la cual se ha hecho famoso, Mr. Trump le bajó drásticamente con los Saudís cuando vio el beneficio económico de tener un acuerdo de $110 mil millones de dólares para comercializar armas. Esto juega un papel importante para México debido a la importancia económica del país para los Estados Unidos. Empresarios estadounidenses y mexicanos tienen que difundir claramente los beneficios del TLCAN para los dos países. En el 2016, el comercio total de Arabia Saudita con los Estados Unidos fue el equivalente de menos de dos meses de comercio entre México y los Estados Unidos en el mismo periodo.
El silencio no funciona; la política en el Washington de Trump se trata de hablar en voz alta. Los enormes beneficios del TLCAN tienen que ser repetidos hasta que todos los estadounidenses –incluyendo al Presidente– los entiendan. Dada la presente obsesión del partido republicano con la inmigración, un aspecto del argumento del TLCAN tiene que hablar de crear buenos trabajos para potenciales migrantes mexicanos en México, y no de mandar estos empleos a China. El Sr. Trump tiene que entender que el slogan de “Los Estados Unidos Primero” debería ser “Las Américas Primero…”. Siendo un empresario de bienes raíces, él más que nadie entiende la importancia de invertir en el vecindario para que todos puedan beneficiarse del aumento de los costos en el área.
Esta región tiene portavoces muy capaces. Grupos como el “Smart Border Coalition”, COPARAMEX, DEITAC, y la Cámara de Comercio de San Diego, tienen que salir todos los días a recordar a la gente que empleos alrededor de los Estados Unidos dependen de la integración entre México y EE.UU que el TLCAN ha forjado. Dado el nativismo del presidente estadounidense, los voceros estadounidenses tienen más probabilidad de ser escuchados.
Lección dos: La diplomacia personal funciona con Mr. Trump. Los Saudís sedujeron al Presidente esta- dounidense con su hospitalidad, adulación y diplomacia. Esto también juega con las fortalezas de México. Ningún país en el mundo trata a sus visitantes mejor que México. Los mexicanos tienen que superar su aversión hacia el Presidente y hacer lo posible para enseñarle lo que ya sabemos: que un TLCAN fuerte es muy importante para el interés nacional de ambos países, que nuestro vecindario está más rico cuando las inversiones están cerca, y que México y los Estados Unidos pueden unirse de manera efectiva dados nuestros intereses compartidos. Los mexicanos pueden lograrlo, de manera conjunta con el Sr. Trump y sus seguidores estadounidenses.
Lección tres: El Sr. Trump puede ser forzado a escuchar cuando entiende que sus constituyentes lo requieren. Su reunión con el Papa Francisco fue obviamente incómoda cuando el Papa le habló sobre el cambio climático y, sin duda, otros temas que no quería escuchar. Pero el Sr. Trump fue respetuoso con el mensajero, ya que no quería ofender a sus partidarios católicos. Lograr que el Sr. Trump escuche a los hispanos no será fácil, dados sus antecedentes y los ataques injustos que ha hecho contra la comunidad mexicanoamericana. Pero como Presidente de los Estados Unidos, el Sr. Trump está consciente que los resultados de los comicios son lamentables y están empeorando. Tomando en cuenta que todos menos sus firmes partidarios lo están abandonando, vale la pena intentar hacerle entender la importancia de la relación económica de los dos países y mostrarle cómo el crecimiento económico mexicano reduce la migración de una manera que quitará de su cabeza su obsesión con un muro que todos sabemos México nunca pagará.
En conclusión, esto es lo que hemos aprendido con la primer visita internacional de Sr. Trump: (1) la economía y sobre todo, los negocios, importa mucho; (2) la diplomacia personal funciona; y (3) es posible hacer que escuche otros puntos de vista. Ahora, los habitantes de la Mega Región tienen que aplicar estas lecciones.
Andrew S.E. Erickson es un orgulloso ex residente de Tijuana, ex diplomático de los Estados Unidos, con Maestría del Colegio Nacional de Guerra, y un fuerte creyente de la importancia de las buenas relaciones entre mexicanos y estadounidenses