Peticiones virtuales, manifestaciones en las calles, exigencia de organismos nacionales e internacionales al gobierno de Enrique Peña Nieto para que se esclarezcan los cientos de asesinatos que han ocurrido en el país. A ello se suma la rabia e indignación de un gremio amenazado por los poderes gubernamentales y los fácticos
Después del asesinato del corresponsal de La Jornada y fundador del semanario Ríodoce en Culiacán, Sinaloa, Javier Valdez Cárdenas, el lunes 15 de mayo, se han suscitado una serie de protestas y reclamos por parte de sus compañeros del gremio, posturas editoriales en medios, pero también líderes y organizaciones han emitido posicionamientos, tanto nacionales como internacionales.
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Una de ellas la iniciada por el periodista Témoris Grecko en la plataforma virtual Change.org. La petición, que lleva más de 20 mil simpatizantes, indica que “La indignación de la gente no se ha hecho esperar”.
El martes 16, más de un millar de periodistas y trabajadores de medios provenientes de todo el país se manifestaron por varias horas frente a las instalaciones de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) en la Ciudad de México para protestar y clamar por “justicia”, convocados a través de redes sociales con los hashtags #NosEstánMatando y #NiUnoMás.
Alrededor de las 7:40 pm, los manifestantes, entre ellos la periodista Lydia María Cacho Ribeiro, comenzaron a leer un fragmento del último libro de Javier Valdez, titulado “Narcoperiodismo”. Durante su intervención, la periodista Carmen Aristegui Flores dijo que la manifestación es para decirle al gobierno “que basta, que basta ya, el asesinato de un hombre como Javier Valdez nos ha cimbrado a todos”.
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Antes, ese mismo día ocurrió una manifestación en la zona del Ángel de la Independencia, también en la capital del país, donde en el piso quedó inscrita una leyenda pintada con gis blanco que podía verse desde lo alto: “En México nos están matando. No al silencio”.
También se registraron protestas de comunicadores en estados como Jalisco, Quintana Roo, Baja California, Veracruz y Guerrero. En Sinaloa, los periodistas incluso reclamaron al gobernador, Quirino Ordaz Coppel, para que esta vez no solo haya discursos, sino que se haga justicia.
Por primera vez en la historia de México varios medios de comunicación, entre portales en internet y revistas, suspendieron su trabajo en protesta por el crimen de Valdez. Además, una veintena de publicaciones salieron el mismo martes con sus portadas en negro, mediante un acto simbólico y paro de actividades de 24 horas: #UnDíaSinPeriodismo.
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl González Pérez, afirmó que al asesinato del periodista sinaloense “es un hecho inaceptable y reprobable, que lastima a la sociedad mexicana en su conjunto, y afecta la libertad de expresión y al corazón mismo de la democracia mexicana”.
Por su parte, el Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas exigió al gobierno mexicano cesar la impunidad en torno a los crímenes contra los periodistas en México, los cuales enfrentan una “situación de emergencia ante un vergonzoso estado de impunidad”.
Asimismo, Amnistía Internacional (AI) realizó una petición pública dirigida al Gobierno Federal, ante los múltiples asesinatos de periodistas ocurridos en México durante los últimos tiempos, por los cuales expresó su preocupación y consideró “urgente iniciar una investigación independiente, imparcial y exhaustiva sobre estos hechos y llevar a los responsables ante la justicia”.
Además, Carlos Lauría, coordinador para las Américas del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), llamó al gremio periodístico y a la sociedad mexicana a ser “decisivos en la respuesta ante la brutalidad de estos ataques, y la necesidad de que haya esclarecimiento”.
Por su parte, Balbina Flores, representante en México de Reporteros Sin Fronteras (RSF), dijo que la cantidad de periodistas asesinados en México es un escándalo. “Peña Nieto tendría que estar en Congreso diciendo qué pasa y qué medidas piensa tomar ante esto”, expuso.
La Embajada de Francia en México hizo un llamado a las autoridades mexicanas a emprender las acciones necesarias para que los autores del atroz crimen no queden impunes: “Reiteramos nuestro compromiso en pro de la libertad de la prensa, así como de la protección de los periodistas en todo el mundo”.
El Presidente de Bolivia, Juan Evo Morales Ayma, condenó el asesinato del periodista mexicano a través de su cuenta de Twitter: “Condenamos el asesinato de Javier Valdez, y nos solidarizamos con su familia, el periódico La Jornada, y todo el pueblo mexicano”.
En otro tuit, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Leonardo Almagro Leme, refirió el asesinato de Valdez como “otro intento de coartar la libertad de expresión e imponer el miedo”.
Asimismo, la Unión Europea exigió “investigaciones rápidas y transparentes” ante la “ola de asesinatos y ataques selectivos” contra periodistas en México, que plantea “serias preocupaciones” en “uno de los países más peligrosos del mundo para los trabajadores de los medios de comunicación”.
Por su parte, Irina Bokova, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), condenó el asesinato de Javier Valdez y solicitó una “investigación minuciosa” para que los responsables sean castigados.
La Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA) y el Foro Mundial de Editores (WEF), se unieron a la exigencia de justicia por el homicidio del periodista sinaloense.
Medios como El País, The Guardian, The New York Times o Al Jazeera, señalaron que este acto es un golpe terrible para el periodismo en México, parte de una “espiral de violencia” contra los informadores que va a un “ritmo desenfrenado” en el país.
