El juicio contra del narcotraficante sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, comenzará forma tentativa el próximo 16 de abril del 2018, según se anunció en una vista judicial del caso llevada a cabo este viernes en Nueva York.
“El Chapo” está detenido en Estados Unidos tras ser extraditado desde México el pasado 19 de enero -un día antes de que tomará posesión Donald Trump como presidente de aquel país-, procesado por diecisiete delitos criminales, de los que se declaró “no culpable”.
El procesado dijo estar conforme con los abogados estadounidenses de oficio Michelle Gelernt, Michael Schneider y Edward Zas, quienes lo están defendiendo ante los tribunales y expresó su deseo de seguir con ellos. La audiencia judicial tenía el propósito de hacer un repaso de las diligencias efectuadas hasta ahora en este proceso.
El tribunal que lleva el caso, a cargo del juez Brian Cogan, fijó además el 15 de agosto próximo como fecha de la próxima audiencia sobre el estatus del proceso, como parte de las diligencias previas antes de que comience el juicio.
En la vista judicial los defensores legales de “El Chapo” insistieron en la necesidad de que se revisen las condiciones de reclusión que afectan al mexicano en el penal de máxima seguridad Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, en el cual el sinaloense está preso.
Entre otros temas expresaron la necesidad de que se permita un contacto físico entre los letrados y el procesado para poder manejar adecuadamente todos los documentos ligados con el caso. Hasta ahora sólo se pueden comunicar con él a través de un cristal.
La audiencia de este viernes se produjo después de que un juez ordenara que continúe incomunicado en la prisión de Nueva York, aunque flexibilizó ligeramente el aislamiento y le permitirá comunicarse con su esposa, Emma Coronel Aispuro, a través de cartas que serán revisadas.
“El Chapo” podrá “enviar mensajes previamente verificados a su esposa, sujetos a revisión de agencias de monitoreo o de un abogado que hace de intermediario”, informó el juez Brian Cogan, quien, sin embargo, no le permitió las comunicaciones de ningún tipo con otras personas ni posibles testigos en su caso, dados sus “supuestos antecedentes de intimidación de testigos”.
Los abogados del capo de Sinaloa reclamaron en marzo una mejora de sus estrictas condiciones de reclusión “en aislamiento”. Además, solicitaron que “El Chapo” fuese incorporado a una celda con la población general dentro del mismo penal de máxima seguridad.
Pero el juez Cogan insistió en que existen razones suficientes para tomar medidas adicionales con Guzmán, dado que se escapó de dos cárceles mexicanas. Guzmán Loera debe permanecer 23 horas al día en su celda, con las luces encendidas permanentemente y sin permiso para hablar o ver a otros familiares.
El narcotraficante sinaloense apenas puede ejercitarse durante una hora en una celda sin luz solar, según reportó la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) a través de una carta que le envió a los fiscales del caso, Robert Capers y Arthur Wyattlo, misma que el juez rechazó.
Los abogados además dicen que la salud de su cliente ha empeorado con el aislamiento: que sufre dolores de cabeza, alucinaciones auditivas. Sin embargo, la Fiscalía informó que se encuentra bien y que incluso está aprendiendo a hablar inglés.
