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martes, octubre 1, 2024
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Dime la verdad

Dime la verdad, ¿tienes otra?

“No”.

¡No mientas, desgraciado! ¡Tienes otra!

“¡Que no, gorda, te lo juro!”.

Yo sé que tienes otra por ahí…

“Ya no tengo más empanadas, ¡te las comiste todas, no estés dando lata!”.

Autor: Panadero.

 

Indecisa

Amor, quiero que nos casemos y seamos felices.

“A ver, pues, ¡decídete!”.

Autor: Ex novio.

 

Cosas que pegan más duro que Chávez junior

* La Kola-Loka.

* Las canciones de José José.

* El vodka.

* La indiferencia ciudadana.

* El verano en Mexicali.

* Una madre mexicana enojada.

Autor: Anónimo de Las Vegas.

 

Qué historia más bella…

Les comparto una historia muy bonita. El príncipe le dice a la princesa, ¿te quieres casar conmigo?

Ella responde “¡NOOO!”.

Y el príncipe vivió feliz por siempre: iba a pescar, a cazar y salía todos los días con sus amigos, tomaba cerveza y fumaba, tomaba whisky, se emborrachaba hasta caerse, todas las veces que le daba la gana. Jugaba futbol y dominó, comía caviar y mariscos porque le alcanzaba el dinero para todo.

Dejaba la ropa tirada en la silla del comedor y tenía aventuras todos los días con sus vecinas y amigas, usaba Facebook, hablaba y chateaba con quien le daba la gana, siempre tenía la puerta del baño abierta y la taza del inodoro bien en alto.

Cantaba eructando y se rascaba  cada vez que quería. Veía lo que quería en la televisión y se levantaba tarde el fin de semana. Nunca nadie le reclamó nada… y vivió feliz por siempre.

Autor: Un príncipe… seguramente.

 

Venganza

— Papá, ¿qué me vas a regalar en mi cumpleaños?

“Una hoja con mi mano pintada y unos frijoles pegados, para que veas lo que se siente”.

Autor: Papá rencoroso.

 

Dizque tragedia

En una ocasión había muchas personas reunidas en una casa y pasó un conocido de la familia, quien preguntó:

¿Qué pasó, compadre? ¿Murió alguien?

“Sí, mi burro mató a un político de una patada”.

¿Y toda esa gente conocía al político?

“No, ¡vinieron a comprar el burro!”.

Autor: Vendedor de burros.

 

Atarantada

Cariño, ya acosté al niño y está la cena en el horno.

“¡Pero si en la cama hay un pollo!”.

¡¡¡Apaga el horno!!! ¡¡¡APAGA EL HORNO!!!

Autor: Adulto sobreviviente.

 

Los dos locos y el círculo

Dos locos están en un manicomio. Uno de ellos dibuja un círculo con un gis y marca un punto en el centro. Después salta al interior del círculo. Permanece un rato allí y vuelve a salir. El otro loco, que ha estado observándolo con interés, le pregunta:

¿Qué haces?

“Me aburrí en casa y fui al centro”.

Ah, muy bien, ¿podrías hacerme un favor? La próxima vez que vayas al centro, ¿podrías echarme esta carta al buzón?

Autor: Loquero.

 

Profesor impresionado

La madre de Ricardito le pregunta cómo le ha ido en el examen de historia, él responde:

Uy, mamá, creo que el profesor se ha quedado muy impresionado.

“¿Ah sí? ¿Por qué?”.

Porque cada vez que yo respondía, él alzaba la vista al cielo y decía ‘¡Increíble!’.

Autor: El profe de Pepito.

 

Los tres zapateros de la calle

Tres zapateros de una misma calle cuelgan carteles en sus respectivas tiendas para atraer clientes. El primero pone “Aquí trabaja el mejor zapatero del mundo”. El segundo, “Aquí trabaja el mejor zapatero del universo”. Y el tercero, que es el más astuto, escribe: “Aquí trabaja el mejor zapatero de esta calle”.

Autor: El único sastre de la calle.

 

Hombre preocupado va al médico

Un hombre va al médico porque está muy preocupado:

Verá, doctor, tengo la sensación de que nadie me escucha. Hablo y nadie me hace caso, y me temo que mis palabras aburren a la gente. ¿Qué puedo hacer?

“Enfermera, ¡que entre el próximo paciente!”.

Autor: Recepcionista de hospital.

 

Pepito y su mamá agotada

¡Pepito, me estás agotando! ¡Vete ahora mismo a la cama!

“Pero, mamá, ¡si la que está cansada eres tú! ¿por qué me tengo que ir yo a la cama?”.

Autor: La mamá de Ricardito.

 

Peligrosa guitarra

Todo un escándalo fue provocado en el Aeropuerto Internacional Hopkins de Cleveland esta semana, cuando la Policía detectó una bolsa misteriosa en el área de documentación de equipaje.

Aunque las autoridades decidieron no suspender vuelos, los pasajeros fueron trasladados a otras áreas y se realizó tremendo operativo de seguridad hasta que apareció el dueño de tan misterioso objeto. Se trataba de un hombre de 45 años de edad que al no poder pagar el cargo por el equipaje decidió ¡EN ZERIO! dejar su guitarra ahí mismo.

Ahora no saben si el pobre pasajero manirroto enfrentará cargos por haber sido tan descuidado con su peligroso instrumento.

 

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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