En una conferencia de prensa realizada hoy domingo 16 de abril, el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, adjudicó la detención del ex mandatario, Javier Duarte de Ochoa, ayer en Guatemala, a las denuncias penales que él personalmente presentó -a lo largo del último trienio- ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Procuraduría General de la República (PGR), cuando éste todavía gobernaba el Estado:
“Ayer fue detenido Javier Duarte, es un gran paso para hacer justicia a más de 8 millones de veracruzanos, que hoy sufrimos las consecuencias de 12 años de corrupción brutal. Me comprometí a que Duarte sería detenido y se le aplicaría la Ley, hoy está en la cárcel”, fueron las palabras con que el panista arrancó su discurso desde Boca del Río, refiriéndose a las administraciones de Duarte de Ochoa y Fidel Herrera Beltrán.
Luego continúo que en los procedimientos que él inicio “se aportaron los elementos que permitieron obtener la orden de aprehensión ya ejecutada, me siento muy orgulloso”, e hizo referencia a presuntos hostigamientos y ataques de los que fue objeto su familia por denunciar y exhibir al “grupo de corruptos que gobernó Veracruz”.
“Lo denuncié y está en prisión, cumplí mi palabra”, ponderó y luego se atribuyó a sí mismo la recuperación de mil 200 millones de pesos que formaban parte de la red de corrupción, que hoy se invierten – afirmó – en infraestructura hospitalaria.
Hizo un reconocimiento al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, por la detención de Duarte de Ochoa en Sololá, Guatemala, y anunció que en las próximas horas la FGE también solicitará la extradición de Duarte de Ochoa. El gobierno mexicano tiene un plazo de 60 días para realizar los trámites diplomáticos correspondientes.
Quienes fueron titulares de las áreas de Finanzas, Infraestructura y Obras, y Seguridad Pública se encuentran encarcelados por el desvío de recursos del erario veracruzano, mientras que el ex gobernador interino de Veracruz, Flavino Ríos Alvarado se encuentra actualmente bajo prisión domiciliaria, acusado de ser cómplice del escape de Duarte de Ochoa.
“Tendrán que responder frente a los jueces y devolver lo robado”, dijo el funcionario para sentenciar con que “no habrá perdón” y luego salir del recinto frente a las cámaras y micrófonos de la prensa veracruzana que fue convocada.