La capacidad de compra de los mexicanos se vio afectada con el incremento de los precios de la gasolina -en alrededor del 16 por ciento- que fueron impuestos por el gobierno en México al inicio de 2017.
Información del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) arroja que el nivel de inflación alcanzó el 5.4 en marzo pasado, pero el salario de los trabajadores mexicanos no ha sido acorde a esa realidad.
Para este año, el salario mínimo aumentó de 73.04 a 80.04 pesos, sin embargo, los beneficios del aumento al salario se vieron mermados con gasolina -básica para la cadena productiva- más cara, provocando daños a la capacidad de compra de los mexicanos a través de un efecto multiplicador. INEGI plantea que en 2017, el poder adquisitivo ha disminuido 1.2 por ciento.
Para el economista José Luis Contreras Valenzuela, la situación en Tijuana es más compleja, convirtiéndola en “campeona de la inflación”. Entre los principales motivos se encuentra el hecho que gran cantidad de la actividad económica regional se paga con dólares.
Además, el costo de la gasolina es mayor en la región, debido a que al ser el punto más lejano en la República Mexicana, el valor de los traslados también incrementa, por lo que el gobierno mexicano debe implementar una política orientada a fortalecer el mercado interno -compra y venta de lo nacional- para evitar una dependencia del dólar y de las disposiciones económicas estadounidenses, por lo que “no hay que cantar victoria” con la recuperación del peso en las últimas semanas. El problema de la economía es más profundo, consideró.
Rubén Roa Dueñas, titular del Centro Metropolitano de Información Económica y Empresarial, señaló que al mes de marzo la inflación en el sector comercial de la ciudad es de 7.3%, la cifra más alta desde marzo de 2009.
Ese aumento en la inflación arrancó en septiembre de 2016, cuando era de 2.7%, entre las principales causas de esa afectación al poder adquisitivo regional se encuentra el tipo de cambio y que la gasolina sea más cara.
Para Roa Dueñas, la inflación podría disminuirse en la segunda mitad de 2017 con la aparente recuperación del frente al dólar y que los empresarios se ajusten a los precios de la gasolina impuestos por el gobierno, aunque aún no hay nada claro.