Inicio esta columna verdaderamente avergonzado por el último suceso donde se vio involucrado un mexicano en un escándalo: el robo del jersey del jugador de futbol americano Tom Brady que utilizó en el pasado Super Bowl.
Para colmo, el director de La Prensa no solo se robó ese jersey sino otro más que utilizó el mariscal de campo años atrás, así como un casco de un jugador de los Broncos de Denver.
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Desafortunadamente este hecho no es aislado, con la ayuda de las redes sociales hice una recopilación de acciones patéticas donde se nos ha señalado y en su caso castigado por conducta inapropiada.
En el año 1998 en Francia cuando se celebraba el mundial de futbol a un connacional se le hizo chistoso orinar encima de la denominada Llama Eterna ubicada debajo del Arco del Triunfo. Este símbolo nacional recuerda a los soldados franceses caídos en la segunda guerra mundial.
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En el siguiente mundial organizado en Japón en el 2012 a otro mexicano completamente borracho se le ocurrió detener la marcha del tren bala que iba a 250 kilómetros por hora al accionar la palanca de emergencia. Era la primera vez en la historia del tren rápido que sucedía algo así.
Pero en esta lista también tenemos figuras “connotadas” como Roberto Madrazo quien fue candidato del PRI a la Presidencia de la República. En el maratón de Berlín en 2007 acortó camino para ganar la competencia en su categoría. Aun sabiendo de su trampa tuvieron que ser los organizadores quienes lo detectaran para eliminarlo y sancionarlo.
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En otro mundial pero ahora en Sudáfrica a unos paisanos enfiestados les pareció gracioso colocarle un sombrero de mariachi a la estatua de la figura más emblemática de ese país: Nelson Mandela. Este acontecimiento ocasionó un roce en la relación entre ambos países. Pero en ese mismo mundial desarrollado en el 2010 el director en ese momento del Fondo Nacional de Turismo Miguel Gómez Mont protagonizó una pelea contra los familiares del representativo nacional mexicano.
Y para no perder la costumbre de los mundiales, en el que se desarrolló en Brasil dos panistas con cargos en su partido tuvieron un lamentable comportamiento ya que se le hizo buena idea “nalguear” a una mujer quien iba con su pareja. Ambos fueron detenidos y liberados en un lapso de entre 6 meses a 1 año.
Por último y en una historia que terminó en tragedia un joven que se dirigía al mismo mundial brasileño se lanzó al mar en aparente estado de ebriedad desde un crucero causando su muerte de manera inmediata.
La pregunta que varias personas nos hacemos es: ¿Qué diablos nos pasa a los mexicanos que no sabemos comportarnos (algunos) en eventos internacionales? Después de conversar con amigos llegué a la conclusión que es un asunto tristemente arraigado a nosotros y que se llama falta de respeto a las leyes e instituciones.
Si en México se tuviera respeto a las leyes y éstas verdaderamente se aplicaran, estoy seguro que nuestro comportamiento sería diferente. Pasarse un semáforo y corromper a un policía con un billete es lo más normal. Que unos jóvenes delincuentes golpeen a otros sin razón alguna en restaurantes parece que es intrascendente. Jueces que liberan a narcos por dinero es común, y así me puedo seguir con varios ejemplos.
Ojalá y algún día tengamos autoridades honestas y respetables donde a todos nos quede claro que si infringimos la Ley seremos castigados. Estoy seguro que cuando esto suceda nuestro comportamiento aquí y en cualquier parte del mundo será muy diferente. Soñar no cuesta nada.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas, comunicación y campañas; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal, así como director de medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California. @CasoAlejandro
