El periodista mexicano Martín Méndez Pineda, quien fuera reportero del diario Novedades de Acapulco y huyó de México por amenazas relacionadas con su trabajo, lleva más de 60 días detenido por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) en El Paso, Texas.
A pesar de que el pasado 5 de febrero Méndez Pineda, de 25 años de edad, solicitó asilo político y pudo demostrar ante las autoridades estadounidenses que su vida corre peligro en México, no se le permitió entrar a Estados Unidos con libertad condicional.
El primero de marzo el periodista acreditó una entrevista con las autoridades estadounidenses para probar que las amenazas existen. Pero fue detenido por agentes del ICE, pese a que la entrevista le permitía oficialmente entrar a EU y cuenta con sus papeles en regla.
Al pasar esta prueba el periodista tiene derecho a una audiencia de fianza para esperar en libertad la resolución de su caso de asilo por parte de un juez y entrar oficialmente a territorio estadounidense.
Sin embargo, el reportero se encuentra en un centro de detención de migrantes, “en condiciones deplorables”, según reportó su abogado Carlos Spector, en espera de la respuesta de las autoridades estadounidenses de que le permitan la entrada a aquel país o de que lo deporten a México.
Según el ICE, las razones por las que no se le permite libertad condicional a Méndez Pineda es que “no existe la seguridad de que Martín asistirá a sus audiencias de asilo político, porque no tiene lazos comunitarios y hay un riesgo de que, una vez libre, huya”.
La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), la cual le ha dado seguimiento al caso, exige que las autoridades de Estados Unidos admitan al periodista mexicano en su territorio, sobre todo al considerar que el estado de Guerrero es uno de los más peligrosos para el ejercicio del periodismo.
Otras organizaciones, como Amnistía Internacional (AI) y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), ya han comenzado también una campaña para tratar de liberar al reportero mexicano.
Por su parte, el abogado de Martín Méndez, le dijo a la cadena a Univisión que la detención del reportero guerrerense representa “un peligro para los refugiados en general, pero en particular para periodistas mexicanos”, porque el propósito, aseguró, “es desanimarlos para que dejen de pedir asilo”.
“Martín entró como reportero, con sus credenciales y una carta de apoyo de Reporteros Sin Fronteras. Mandamos la solicitud a Washington y ellos lo negaron aún con el conocimiento de que se echarían encima a esta organización y los grupos que lo apoyan. Si ganan este primer pleito entonces estarán definiendo claramente cómo se va a implementar la ley”, consideró Spector.
Según el abogado, esta situación se ha dado desde que el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que endurece el proceso para determinar a quién se le concede libertad condicional, lo que Spector aseguró, criminaliza el asilo político.
“Están arrestando a solicitantes de asilo, y lo más preocupante es cómo se maneja la represión en Estados Unidos. En México se reprime violando la ley, aquí se reprime implementando la ley”, detalló el litigante.
Martín Méndez huyó de Guerrero tras cubrir un arresto perpetrado por oficiales de la Policía Federal (PF), implementado de manera violenta en 2016, tras lo cual los mismos agentes lo amenazaron con armas de fuego afuera de su domicilio, incidente por el cual presentó una denuncia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).,
Cuando laboraba para el rotativo Novedades de Acapulco acudió a cubrir un choque entre un patrulla de la PF y un particular. Según relató Méndez en su denuncia, los oficiales lo agredieron cuando, en su trabajo de reportería, tomó fotografías del incidente.
“Se molestaron cuando nos vieron llegar a cubrir el choque que ellos tuvieron con un particular. Ambos carros estaban tirando mucha gasolina y corría el riesgo de incendiarse”, explicó Méndez a la CNDH.
Mientras se encontraba en el lugar del accidente, le dijo a un colega que los policías debían echar tierra o agua a la gasolina que se estaba derramando. Un agente contestó que ya lo habían hecho, pero los reporteros se rieron.
Fue entonces cuando el oficial les lanzó una advertencia: “así como te estás riendo ahorita, así nos vamos a reír de ti”. Luego, según la denuncia del periodista, los empujaron y amenazaron con sus armas.
Méndez publicó al día siguiente su nota bajo el título “Gendarmes, abusan y violan los derechos de los ciudadanos”, en la que narró cómo los policías federales supuestamente “intimidaron” al automovilista involucrado en el accidente.
Semanas después comenzaron las amenazas frente a su domicilio por individuos armados. Continuó viviendo en Guerrero por varios meses, pero tras las constantes intimidaciones decidió salir del estado, detalló RSF en México.
En medio de amenazas de muerte a través de llamadas anónimas a su domicilio, y con el apoyo de Reporteros Sin Fronteras, el periodista acapulqueño huyó a Estados Unidos a principios de 2017.