A raíz de que la Dirección de Comercio, Alcoholes y Espectáculos Públicos del XXII Ayuntamiento de Ensenada entró a regular los campos deportivos, a fin de adecuar los comodatos de las asociaciones civiles que manejan las ligas deportivas y ordenar los Reglamentos para que no se vendan bebidas embriagantes cuando haya torneos infantiles, y regular horarios y la venta de alcohol en los casos de juegos de adultos, el Club de Beisbol Marineros de Ensenada protestó por los altos costos que originará tal medida.
Gabriela Ledesma, administradora de Marineros, lamentó que la administración municipal pretende cobrarles 394 mil pesos, “que ni de entradas ingresa”. Acusó la empresaria que el Ayuntamiento quebrado pretende cobrarles esa cantidad exorbitante e injustificada, “pero eso no les va resolver los problemas financieros, y sí les van a mermar el deporte”.
Dijo que les hicieron una rebaja, pero que ni así pueden solventarla, pues invierten mucho dinero en el campo Antonio Palacios, que está destrozado, así como en las 300 fuentes de empleo que generan y a 50 peloteros que contratan. Además que por cada temporada regalan hasta 60 mil boletos, y que el gobierno tanto estatal y municipal no les apoya con nada: “Si no nos dan, que no nos quiten”.
Aseguró Ledesma que en 13 años de Marineros nunca les habían hecho ese cobro, además que seguir sosteniendo al equipo cada vez se convierte más en una misión imposible pues no es negocio. Advirtió que no quisiera poner en riesgo a la afición cuando llegue la autoridad al Campo Deportivo, “están muy intransigentes, o pagas o pagas. No estará en mis manos controlar a 4 mil o 5 mil aficionados cuando lleguen los inspectores y digan que van a cancelar el juego”.
“Todos han estado de acuerdo, han sido muy buenas las negociaciones”, afirmó por su parte Rebeca Mungaray Lagarda, directora de Comercio, Alcoholes y Espectáculos Públicos, respecto a los campos deportivos que han entrado al redil.
Respecto a la inconformidad de Marineros, Mugaray Lagarda informó que ya pagaron y que entiende su molestia, pues fomentan el deporte y quisieran más apoyo, “el problema es que nunca habían pagado un cinco y no se les hizo justo. Yo digo que sí es justo porque al final de cuentas es una empresa particular y esto es un negocio”.
Precisó que el Club trabaja con una asociación civil, y en base a eso le hicieron un nuevo presupuesto, lo que significó una rebaja aproximada de 300 mil pesos. Se le cobraron los derechos por evento y el papeleo, “que es algo que todo el mundo tiene que pagar”.
Por el uso de barra solamente se les cobró 815 pesos y se les exoneró el pago de puestos de comida, pues alegaron los empresarios beisboleros que no vendían nada, informó la funcionaria. “Obviamente al hacer nuestra inspección vimos que tienen 10 puestos que rentan a unos 20 mil pesos cada uno, y manejan no una sino tres barras”, reveló.
— ¿Quedaron conformes entonces?
“Bueno, conformes no tanto, pero aceptaron que tenían que pagar. Yo con todo eso les estoy cobrando por toda su temporada 117 mil pesos, para mí no se me hace mucho, por serie les cobro 10 mil 700 pesos, que fue el acuerdo que llegamos, me pagan cada serie que se va a realizar. Considero es un precio muy justo”.
Mungaray dijo que, por ejemplo, Freseros de San Quintín tiene el mismo esquema de cobros, y pese a tener apenas tres años operando siempre han pagado lo debido sin quejarse.