Heraclio Osorio Arellanes, alias “Laco”, fue detenido ayer miércoles en los límites entre los estados de Sinaloa y Chihuahua, por elementos de la Marina Armada de México, y será extraditado a Estados Unidos, país que lo juzgará por el homicidio del agente de la Patrulla Fronteriza, Brian A. Terry, quien fue asesinado con un arma ligada al fallido operativo armamentístico llamado “Rápido y Furioso”.
La Procuraduría General de la República (PGR), informó este jueves, a través de un comunicado, que Terry está acusado de ser parte de un grupo de cinco hombres, quienes se dedicaba a robar a traficantes de droga en la frontera entre México y EU, que se enfrentó Terry y a otros tres agentes de la Patrulla Fronteriza en un tiroteo suscitado el 14 de diciembre de 2010, en la zona de Mesquite Seep, en Arizona.
Osorio Arellanes, por quien se había ofrecido una recompensa de 250 mil dólares para quien diera información que condujera a su detención, es requerido por el gobierno de Estados Unidos para ser procesado por la Corte Federal de Distrito de Arizona Sur, “por la comisión de los delitos de homicidio, asociación delictuosa, contra la salud, robo y uso de arma de fuego”, según lo indicó la PGR.
El 2 de diciembre de 2011, el gobierno de EU solicitó la detención provisional con Fines de Extradición de Osorio Arellanes, de 38 años de edad, por lo que la PGR presentó la solicitud del Tratado de Extradición ante el Juzgado Décimo Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México.
Tras su detención provisional, la PGR puso a disposición judicial al reclamado, y se notificó vía diplomática al Gobierno de Estados Unidos para formalizar la entrega.
Otros dos implicados, Jesús Leonel Sánchez Meza e Iván Soto Barraza, fueron declarados culpables por la muerte del agente de la Patrulla Fronteriza en 2010. Mientras que Manuel Osorio Arellanes y Rosario Rafael Burboa Álvarez, fueron detenidos, procesados y sentenciados a 30 años de prisión cada uno.
Dos fusiles AK-47 -conocidos también como “Cuernos de chivo”- fueron encontrados en la escena y vinculados posteriormente al operativo denominado “Rápido y Furioso” que realizó la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés), entre 2009 y 2010, durante la administración de Barack Obama.
El operativo consistió en permitir ilegalmente el tráfico de unas 2 mil armas de alto poder desde Estados Unidos a México, con la intención de rastrearlas en la frontera, sin embargo, muchas de estas armas llegaron a las manos de integrantes de grupos criminales mexicanos, la mayoría a elementos del Cártel de Sinaloa.
Este mismo día, a través de un breve comunicado de prensa, el general John Kelly, secretario de Seguridad Interior en el gobierno de Donald Trump, dio las gracias al gobierno de Enrique Peña Nieto por el arresto de Osorio Arellanes, y reiteró los lazos de cooperación entre Estados Unidos y México en materia de seguridad.
“Bajo el gobierno del presidente Trump hemos renovado nuestra cooperación con México, para mejorar la seguridad de nuestras fronteras y enfrentar al crimen transfronterizo”, indicó el general Kelly en el comunicado que divulgó la dependencia a su cargo.
“Quiero expresar mi gratitud a nuestros contrapartes en México por la aprehensión de Heraclio Osorio Arellanes, miembro de un cártel, y sospechoso de participar en el tiroteo y asesinato del agente Brian A. Terry”, indicó Kelly.
El secretario de Seguridad Interior enfatizó que hasta el momento han sido detenidos, enjuiciados y sentenciados, cuatro integrantes de la banda que se enfrentó a Terry en diciembre de 2010.
Kelly también indicó que con la captura de Osorio Arellanes, sólo faltaría la captura de otro narcotraficante que participó en el incidente, Jesús Rosario Favela Astorga y por quien las autoridades estadounidenses ofrecen una recompensa de 250 mil dólares por información que conduzca a su captura.
“Este arresto ilustra el compromiso de este gobierno de buscar justicia para los valientes agentes de la aplicación de la ley que arriesgan su vida todos los días para proteger la frontera”, dijo el secretario de Seguridad Interior de EU.
El general Kelly también reconoció al Buró de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) del de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), de la Administración Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) y a los U.S. Marshals, por haber colaborado con las autoridades mexicanas en la aprehensión del criminal.
Documentos hechos públicos por el Departamento de Justicia de Estados Unidos en marzo del año pasado, revelaron que las armas del fallido operativo “Rápido y Furioso” estuvieron presentes en matanzas ocurridas en en los estados de Sonora, Chihuahua, Estado de México y la Ciudad de México, entre otros.
Una de estas armas, un fusil 7.62 mm, fue recuperado en Tlatlaya, Estado de México, donde el 30 de junio de 2014 fueron presuntamente ejecutados 22 civiles a manos de elementos del Ejército. El 22 de mayo de 2015 se recuperaron otros dos fusiles 7.62 mm, luego de un tiroteo en el Rancho El Sol, en Michoacán, donde murieron 42 presuntos integrantes de un cártel y un elemento de la Policía Federal (PF).
Otra de estas matanzas ocurrió en enero del 2016, cuando se encontró que un fusil calibre .50 -con capacidad para derribar helicópteros-, de entre las 19 armas recuperadas en un escondite del presunto narcotraficante Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, en los Mochis, Sinaloa.