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miércoles, octubre 2, 2024
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Guerra contra el camarón

Ambientalistas norteamericanos

promueven un boicot a la compra

de este marisco “hasta que México

asegure que las redes de enmalle

mortales están fuera del hábitat de

la vaquita”. El presidente de la

CANAINPESCA en Baja California,

Juan Morán, recordó que “el ataque

al camarón no es nuevo, saben que

es la segunda pesca más importante

en cuanto la derrama económica que

genera”. Camaroneros reprueban la

ineptitud de las autoridades

mexicanas y repudian a ambientalistas

Como en un mar convulsionado, se enfrentan organizaciones internacionales ambientalistas, agrupaciones pesqueras y autoridades federales, en torno al fracaso por salvar de la extinción a la vaquita marina y donde en medio de acusaciones y señalamientos mutuos, se plantea el posible boicot al camarón mexicano.

A pesar de haberse cumplido dos años desde que se prohibió el uso de redes de enmalle para la captura de camarón en el Golfo de California, los ambientalistas denunciaron que el gobierno mexicano no cumplió en su tarea de salvar a la vaquita, mientras que pescadores se quejan que las autoridades mexicanas fueron muy severas con ellos durante la veda que está por vencer en mayo.

El último reporte da cuenta de solo 30 vaquitas marinas sobrevivientes, lo que puso enérgicas a cerca de 40 agrupaciones ambientalistas de todo el mundo, y acusan como cómplices de la devastación del crustáceo al gobierno mexicano, las pesquerías de camarón y a los compradores de Estados Unidos.

“Ya es tiempo que todos ellos tomen acciones inmediatas para que las redes de enmalle sean removidas del hábitat de la vaquita, es la única manera de salvarla, de otra manera la extinción de esta preciosa especie será su responsabilidad”, alertó Zak Smith, abogado senior del Proyecto de Protección de Mamíferos Marinos de la Defensa de Recursos Naturales.

El 26 de marzo de 2017 arrancó en Boston la “Seafood Expo North América”, una de las muestras de mariscos más importantes del mundo, y en el marco de tan influyente feria comercial inició la campaña para boicotear el camarón mexicano, encabezada por organizaciones como el Instituto de Bienestar Animal, el Centro para la Diversidad Biológica y el Consejo de Defensa de Recursos Naturales.

Se dirigieron directamente a las instancias mexicanas como la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) y a la Secretaría de Medio Amiente y Recursos Mexicanos Naturales (SEMARNAT), exigiéndoles “hacer lo que no han hecho”: aplicar una veda permanente al uso de redes agalleras y combatir la pesca ilegal, las dos principales actividades depredadoras de la vaquita marina.

Sin embargo, lo más intenso del exhorto va dirigido a los consumidores e importadores estadounidenses, a través de la campaña titulada “Boycott Mexican Shrimp”, que se anunció en un espectacular en los alrededores de la expo pesquera de Boston, en páginas electrónicas, en el Consulado de México en Boston y en establecimientos Trader Joe´s, donde se vende camarón mexicano.

Para el consumidor final norteamericano hay indicaciones muy puntuales para no comprar el camarón: revisar el reverso de las etiquetas y asegurarse que no diga “producto de México”,  y si no está seguro, averiguarlo con los encargados de los locales. Igualmente al acudir a un restaurante y encontrar en el menú un platillo a base de camarones, recomiendan preguntar si el producto es mexicano. De no estar seguros del origen del mismo, sugieren no comprarlo. Igualmente exhortan a escribir y solicitar a las compañías -directamente o por medio de sus sitios electrónicos-, garantizar que sus camarones no provienen de México. Piden compartir información y folletos con su familia y amigos para que también se sumen al boicot: “Tomen la promesa de que no van a comprar camarones mexicanos hasta que México asegure que las redes de enmalle mortales están fuera del hábitat de la vaquita”.

De aplicarse este boicot, habría pérdidas económicas millonarias, sería devastador para el sector camaronero, advirtió el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola (CANAINPESCA) en Baja California, Juan Morán.

“Así empezó el embargo atunero”, comparó, atribuyendo al hecho intereses económicos de trasfondo en la presión de los grupos ecologistas, más que a la preocupación por la muerte de delfines, que fue el argumento de Estados Unidos cuando en 1980 empezó el embargo contra el atún mexicano, éste se prolongó por seis años y lo volvieron aplicar desde 1990 a 2004.

El empresario pesquero refirió que fueron graves las repercusiones económicas no solo para Ensenada, sino para el resto del país. Y en efecto, las secuelas para este puerto se reflejan hasta el día de hoy, donde la economía empezó ir a pique y con ello la afectación a la calidad de vida de los ensenadenses todos. “Pero el ataque al camarón no es nuevo, saben que es la segunda pesca más importante en cuanto a la derrama económica que genera”, sentenció el representante de CANAINPESCA.

México es el séptimo productor de camarón en el mundo, y Estados Unidos es su principal comprador, el 90 por ciento de nuestro camarón silvestre  (no creado en granjas) se va para el vecino país. Después del atún aleta amarilla y la sardina, el camarón representa la más alta producción, y el segundo lugar en generación de ganancias.

En promedio se generan al año 224 mil toneladas de camarón, con un valor comercial de 745 millones de dólares, lo que significa el 45 por ciento del ingreso total de toda la producción pesquera de nuestro país. En 2015, solamente a Estados Unidos se exportaron 31 mil 220 mil toneladas, mientras que durante 2016 cifras oficiales refieren que aquel país compró camarón mexicano con un valor de 275 millones de pesos.

NO SE HIZO EL MILAGRO

La vaquita marina es el cetáceo más pequeño y el más susceptible a la extinción, solo habita en el Mar de Cortés, al norte del Golfo de California. De 1990 a 2010 los camaroneros mexicanos mataron al 70 por ciento de la especie. Las organizaciones especializadas hablan de 700 vaquitas que había se redujeron a 200. Aparte de la actividad camaronera, la pesca ilegal del pez totoaba (también en peligro de extinción) empezó a agravar la desaparición de la vaquita a partir de 2010.

Ya en los años 1993, 2005 y 2008, presionadas las autoridades mexicanas habían propuesto a los pescadores métodos alternativos para evitar la pesca con redes de enmalle. Fueron acciones tímidas, acusan los ambientalistas.

En 2014 estas organizaciones enviaron una carta al gobierno de Estados Unidos, solicitándole aplicar un embargo contra México, al violar los tratados internacionales con la captura ilegal de la totoaba y con ello tenían al borde de la muerte a la  vaquita marina.  “La posible desaparición de este mamífero marino cuando mucho para 2019 representaría una pérdida irreparable para la biodiversidad del planeta”. Además, agregaron, con el gobierno de Donald Trump nuestro país se encuentra en un estado de vulnerabilidad, “pues tendría en sus manos las razones para aplicar sanciones que afectarían la economía mexicana”.

En 2015, la administración de Enrique Peña Nieto implementó la prohibición de la pesca de red en la zona, con vigencia por dos años. Aplicó un programa de compensación financiera para los pescadores pero, en contraparte, la pesca ilegal se extendió, tanto de los barcos camaroneros, como los que atrapan a la totoaba para venderla a precios millonarios al mercado negro de Asia.

Ese mismo año, la población de vaquita se redujo a 60 ejemplares, y al cierre de 2016 solo había 30 sobrevivientes. “El gobierno mexicano no cuidó a la vaquita marina”, acusó Greenpeace. “Cada plan fracasó debido a los esfuerzos laxos de la aplicación de la Ley en México”, denunciaron.

La prohibición mexicana arrancó en abril, para octubre de 2015 la organización Sea Shepherd Conservation Society puso en marcha la “Operación Milagro 2”, para vigilar los mares del Golfo de California.

La Sociedad de Conservación Pastor del Mar, caracterizada por sus acciones enérgicas, surcó los mares con los buques San Simón y Farley Mowat, al rescate de la vaquita. Desde entonces habrían encontrado tres vaquitas muertas, 16 totoabas sin vida y mutiladas, también 14 delfines y una ballena “Bryde”, entre otras especies. Además de vestigios de pesca ilegal, un centenar de redes para totoaba y camarón, y 136 diversas piezas de pesca.

Apenas el 4 de abril de 2017, localizaron veinte totoabas muertas y atrapadas en redes en las costas de San Felipe, Baja California. En ese lapso y en los mismos mares, hallaron a una cría de vaquita muerta. Fue el acabose.

“Durante décadas los funcionarios mexicanos le han fallado a la vaquita, ahora solo acciones más contundentes los hará entrar en razón”, amenazó Sarah Uhlemann, directora internacional del Centro para la Diversidad Biológica. “Esta es la última oportunidad para salvar a la vaquita. Debemos boicotear al camarón mexicano”, decretó.

 

ENTREDICHOS

Mientras tanto, camaroneros mexicanos no solamente canalizan su odio contra las organizaciones ambientalistas, sino contra las autoridades mexicanas, pues denuncian, por su ineptitud les han hecho pagar los platos rotos.

Mermada su actividad económica con la veda de dos años y ahora la amenaza del boicot, Morán, presidente de la CANAINPESCA, ironizó sobre los reportes de los ambientalistas, afirmando que la captura del camarón no tiene nada que ver con la vaquita marina, que acusan sin comprobar, “y hasta afirmar cuántas hembras y cuántos machos sobreviven de la especie… ¡cómo pueden saber!”.

Otras fuentes pesqueras consultadas refieren que la afrenta contra el crustáceo es un mito que ni los funcionarios del gobierno se creen, en tanto otros como la activista Miriam Cano  afirmaron que el problema existe, pero es resultado “de la apatía sistémica y la desatención de quienes administran nuestros recursos naturales”.

Morán aceptó la apatía del Gobierno Federal al respecto, quien no ha autorizado otras acciones de pesca alternativa, “o lo hacen sin ganas de que funcione”. Dijo que las artes de pesca ofrecida han sido mínimas y los resultados nulos. “Las medidas han sido radicales, extremas, y en todo momento se ha ignorado a este sector del cual dependen miles de familias”, acusó.

El presidente de la Federación de Pescadores en San Felipe, Antonio Rodríguez Peña, exigió que los barcos de las organizaciones ambientalistas salgan de la zona y dejen de estar “cazándolos” y  se retracten del boicot.

Dijo el pescador que están abiertos a emprender un programa de inspección y vigilancia, pero que incluyan al sector, a la vez que las autoridades federales los respalde contra las embarcaciones extranjeras: “Violan los derechos constitucionales de los mexicanos, no tienen por qué estar vigilando en México como si fueran una autoridad”.

Camaroneros consultados manifestaron que se debe castigar a las autoridades y no a ellos, que están con el agua al cuello. Desmintieron que la afectación sería para los estados de Sinaloa y Sonora, Baja California, Baja California Sur, Campeche “y para todo el país”. Igualmente aseguraron que los apoyos que el gobierno les ha dado han sido desiguales, mientras algunos pescadores reciben 8 mil al mes, “a otros les dan millones. Los pescadores también estamos a punto de extinguirnos”.

Por parte del Gobierno del Estado de Baja California, el director de la Secretaría de Pesca, Matías Arjona, defendió a las autoridades federales en la materia: “Me consta que SEMARNAT,  SAGARPA y CONAPESCA han hecho su chamba”.

Expuso que el tema no es tan sencillo, “es sumamente complicado cuidar y lograr el crecimiento de la población de la vaquita marina, se ha invertido mucho tiempo y dinero por parte del Gobierno Federal en el tema.

“Definitivamente se sigue dando la pesca furtiva de la totoaba, el Alto Golfo es muy grande, ninguna dependencia tiene los recursos disponibles para poderlo vigilar al cien por ciento, se ha hecho un gran esfuerzo pero estas organizaciones internacionales siguen presionando”.

Arjona desestimó las afectaciones para nuestra entidad, dado que Baja California se concentra en el cultivo del camarón, y solo existen cinco embarcaciones para la captura del camarón silvestre. Reiteró que Sonora y Sinaloa serían los afectados.

El funcionario estatal comentó que estuvo presente en la Feria Internacional de Mariscos en Boston, donde el comisionado nacional de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Mario Aguilar, informó al Instituto Nacional de Pesca de Estados Unidos sobre las acciones que se han llevado a  cabo en México “y quedaron bien informados, y con muy buen sabor de boca”.

“Si el Gobierno Federal sigue haciendo su trabajo como la ha venido haciendo, y le intensifica un poco más a la inspección y vigilancia, yo estoy seguro que no se dará ningún boicot”, remató.

 

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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