La Fiscalía de Nueva York llamará a testificar un experto en narcóticos sobre los métodos de tráfico de grandes cantidades de droga y, además, a un experto en balística sobre las armas confiscadas al Cártel de Sinaloa, durante el juicio contra el narcotraficante mexicano Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”.
La Fiscalía notificó a los abogados del capo, Michelle Gelernt, Michael Schneider y Edward Zas, que el gobierno llamará a un experto en narcóticos -al que no identificó- para testificar sobre los métodos de importación y distribución de grandes cantidades de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana, incluida la producción, empaquetamiento y estipulación de precio de los narcóticos.
Según una carta de la Fiscalía publicada en la base de datos electrónica del sistema judicial estadounidense, divulgada este viernes por la agencia estadounidense AP, los fiscales también planean llamar a un experto en balística para testificar sobre la operatividad y características de armas y munición confiscadas al Cártel de Sinaloa, que “El Chapo” lideraba.
Asimismo, los fiscales también pidieron a los abogados del capo sinaloense que permitan la inspección de documentos, fotos, grabaciones o libros que estén bajo la custodia de Guzmán Loera y que éste planee usar en el juicio como prueba a su favor.
“A medida que expertos adicionales sean identificados avisaremos de la forma apropiada”, señala la carta, que se ha hecho pública. Además, portavoces de la fiscalía dijeron a AP que de momento no se ha estipulado ninguna fecha para el arranque del juicio, pero la próxima audiencia en la Corte Federal de Brooklyn será el próximo 5 de mayo.
El pasado 4 de abril, el narcotraficante sinaloense cumplió 60 años de edad, pero no los pudo festejar dado que se encuentra en una celda del Centro Metropolitano de Detenciones en Manhattan, una isla situada en la desembocadura del río Hudson en el norte del Puerto de Nueva York.
“El Chapo” -al que le dicen así por su corta estatura de 1.55 metros- fue extraditado a Estados Unidos el pasado 19 de enero por la noche, un día antes de la toma de posesión del nuevo presidente de aquel país: Donald Trump.
El ex líder del Cártel de Sinaloa estuvo considerado como el narcotraficante “más poderoso del mundo”, junto a su socio Ismael Zambada García, alias “El Mayo”. Ambos son acusados de haber importado y distribuido desde Sudamérica a Estados Unidos, al menos 200 toneladas de cocaína, además de miles de kilos de mariguana, heroína y metanfetamina.
En fechas recientes sus abogados estadounidenses alegaron que las condiciones en las que vive el capo mexicano “no son óptimas”, ya que está detenido en una celda solitaria las 23 horas al día, sin derecho a visitas, y que no tiene acceso a un religioso que hable en español.
Medios estadounidenses informaron que la representación legal de “El Chapo” Guzmán presentó una queja ante el juez federal Brian Cogan, porque el recluso sólo tiene acceso a religiosos con quienes se comunica con gestos o mediante la asistencia de un guardia que hable español.
Ante ello, sus abogados aseguran que las condiciones en las que vive son una violación a sus derechos humanos, por lo que pidieron que la organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) intervenga y verifiqué el caso del narcotraficante.
La organización de defensa de derechos humanos envió una carta a la fiscalía, que según la BBC Mundo, pide acceso a la cárcel y expresa preocupación porque las condiciones de encierro de Guzmán “parecen ser innecesariamente duras e infringir estándares internacionales de tratamiento humano”.
Los abogados defensores del mexicano denuncian que Guzmán Loera “vive en condiciones draconianas”, bajo las que no puede dar la mano a sus defensores, no puede comprar agua embotellada y “no distingue si es de día o es de noche”.
El equipo legal argumenta que “El Chapo” está deprimido, “alucina creyendo que escucha una radio apagada”, y que “se siente muy solo” en su celda, y que quiere que su esposa Emma Coronel Aispuro lo visite en la celda donde se encuentra encerrado.