La Procuraduría General de la República (PGR) informó la noche de este domingo que el ex gobernador de Tamaulipas de 1999 al 2004, Tomás de Jesús Yarrington Ruvalcaba, fue detenido en Florencia, Italia, acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero, tanto en México como en Estados Unidos, por presuntamente aceptar sobornos de los cárteles del Golfo y Los Zetas, entre otros delitos.
A través de un comunicado, la PGR precisó que la detención fue exitosa “gracias a la colaboración de la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales, la Agencia de Investigación Criminal (AIC), así como de las autoridades del gobierno de Italia”.
“La detención se logró con motivo de la ficha roja solicitada a la Interpol por contar con una orden de aprehensión librada por el Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en Tamaulipas, por los delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, entre otros”, abundó la PGR.
Se espera que en los próximos días, Yarrington Ruvalcaba sea repatriado al País por la PGR, en coordinación las autoridades del gobierno de Italia.
A finales del 2016, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) llevó su caso a la Comisión de Justicia Partidaria, en donde se determinó que se suspendía la militancia de Yarrington.
En febrero pasado, fue detenido Fernando Alejandro Cano Martínez, presunto lavador de dinero de Yarrington Ruvalcaba, en un restaurante del municipio San Pedro Garza García, Nuevo León, por fuerzas de seguridad locales.
Cano Martínez también fue un presunto financiador de las campañas políticas de Yarrington, y de sus predecesores en el gobierno estatal tamaulipeco, Eugenio Hernández Flores y de Rodolfo Torre Cantú, todos bajos las siglas del PRI.
A Cano Martínez se le acusa de lavar millones de dólares en el sector inmobiliario en Texas. Además, la empresa constructora del ahora detenido fue una de las más beneficiadas con contratos durante la gubernatura de Yarrington, entre 1999 y 2004.
El 21 de noviembre del 2016, el Departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó a la Corte Federal de Brownsville, Texas, emitir de nueva cuenta una orden de aprehensión contra el ex gobernador de Tamaulipas, y su coacusado, Cano Martínez.
Así como expedir cuatro copias certificadas del documento, “requeridas por el Gobierno de México para tramitar la extradición” de ambos por delincuencia organizada, narcotráfico, fraude, lavado de dinero, entre otros.
Al día siguiente, Hilda Tagle, jueza de la Corte para el Distrito Sur de Texas, autorizó la petición de la Fiscalía, por lo que se libró de nuevo la orden contra Yarrington y Cano en la causa penal B-12-431-S1, y se entregaron las copias certificadas solicitadas.
Ese mismo día, el 22 de noviembre, en una edición vespertina del Diario Oficial de la Federación (DOF), la PGR ofreció una recompensa de 15 millones de pesos por informes que llevaran a la captura de Yarrington, prófugo de la justicia en México desde agosto de 2012, por cargos de lavado de dinero.
Desde mayo de 2013, Yarrington y Cano enfrentan en la corte texana 11 cargos por una organización criminal dedicada a narcotráfico, lavado de dinero y fraude bancario, que operó desde Tamaulipas hacia EU durante el sexenio del ex mandatario, de 1999 a 2004, e incluso desde 1998, cuando era candidato, hasta varios años después de concluida su administración.
Según la acusación, Yarrington recibió sobornos para proteger al Cártel del Golfo y a Los Zetas, que en esa época eran su brazo armado y no se habían convertido en una organización independiente.
En específico, dice periodista Humberto Padgett en su libro ‘Tamaulipas. La casta de narcogobernadores: Un eastern mexicano’ (Urano), fue Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del citado grupo criminal, quien “compró” al entonces gobernador para que le brindara protección.
Por su parte, Cano Martínez creó múltiples empresas fantasma en Texas para lavar el dinero mediante compras de bienes raíces y otras inversiones, las más importantes de ellas en la ciudad de San Antonio, por medio de la firma Cantera Parkway.
En diciembre del 2012, el Gobierno federal estadounidense le confiscó un lujoso condominio de su propiedad, ubicado en la parte sur de Isla del Padre, Texas, bajo la sospecha de haber sido adquirido en una operación de lavado de dinero procedente del tráfico de drogas.
En mayo siguiente, un Juzgado federal con sede en Brownsville, Texas, formuló el expediente B-12–435–S1 y acusó formalmente al ex mandatario de haber recibido sobornos del narcotráfico desde al menos 1998.
Entonces era candidato del PRI al Gobierno del estado y el dinero le llegaba, asegura la acusación oficial, “a través de la Policía Estatal” del entonces Gobernador Manuel Cavazos Lerma, también priista y hoy senador de la República.
En junio del 2012, el ex gobernador Yarrington rechazó tener nexos con el crimen organizado: “El Gobierno [Federal, entonces a cargo de Felipe Calderón Hinojosa] busca incidir en el resultado electoral tratando de estigmatizar y señalar al PRI como un partido de delincuentes”, señaló en entrevista con Carmen Aristegui Flores en MVS Radio.
“Yo no tengo relación con el crimen organizado. No he recibido sobornos ni he brindado protección a ningún delincuente. No he realizado actividades de lavado de dinero ni tengo negocios inmobiliarios en Texas”, aseguró entonces Yarrington, quien afirmó también que hasta ese momento no había sido llamado a declarar por ninguna autoridad.
Tomás Yarrington, se mantuvo activo en Twitter durante el 2013, tras abrir hasta tres cuentas distintas en dicha red social -una exclusivamente dedicada a su defensa-, después, no se volvió a saber nada del ex gobernador de Tamaulipas.
En febrero del 2012, el entonces candidato a la Presidencia de la República por el PRI, Enrique Peña Nieto, dudó que sobre las acusaciones en contra del ex gobernador de Tamaulipas, y afirmó que todo era “una filtración en plena campaña electoral”.
Ante la presión de la prensa y sus contrincantes en la contienda electoral, Peña Nieto reculó, y a finales de mayo del 2012, dijo que el tamaulipeco debía asumir y enfrentar los señalamientos en su contra ante la instancia que correspondiera.
Yarrington acompañó a Peña Nieto en varios eventos de campaña cuando el priista buscaba la gubernatura al Estado de México en 2005, tal como constan diversas fotografías de la época.
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