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miércoles, octubre 2, 2024
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CJNG, el apoyo policiaco

Organizados, con protección e información de las policías locales y apoyados en personal que les clona placas, uniformes y falsifica documentos, los del Cártel Jalisco Nueva Generación crecen su zona de influencia en Baja California. Los cabecillas de esta mafia empezaron como delincuentes menores en otros cárteles

Héctor Manuel Morales Guzmán “El Gabino” y sus socios criminales Jesús Rafael Yocupicio  Yocupicio “El Cabezón”, José Juan Pérez Vargas “El Piolín” y Ángel Alfredo Beltrán Flores “El Compadre”, tienen en común ser producto del reciclaje criminal, el empoderamiento criminal basado en el apoyo de la autoridad y encabezar en la zona costa de Baja California al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Desde sus respectivos frentes, a través de narcomensajes han intentado bautizar a su mafia como Cártel Tijuana Nueva Generación,  los cuatro son considerados por sus competidores delictivos como “chapulines” porque traficaron antes para otro cártel de drogas. Asimismo, los cuatro han sido capturados  como delincuentes menores y liberados con anterioridad.

Resguardan armas en casa de seguridad

“Culeros, van a pagar caro los que hicieron esto. Actívense todo lo que sea lacra o cucaracha, trócenles la cabeza. Esto le pudo haber pasado a cualquiera de nosotros”, les reclamó a través de mensajes telefónicos a los otros tres, José Pérez “El Piolín”, después de recibir de un contacto en las corporaciones locales, la foto de un hombre asesinado y metido en una bolsa negra. La imagen en poder de los criminales fue tomada cuando el cuerpo del hombre estaba sobre una camilla de Servicios Periciales.

De la investigación de los agentes infiltrados, un policía dijo a ZETA: “Ese (mensaje) fue de la Policía Municipal (sabe que hay de otras corporaciones), lo identificamos, se lo informamos a su mando”. No sucedió remoción alguna.

Otro mensaje mostrando la furia de estos hombres es anterior y ejemplifica cómo representantes del CJNG llevan años peleando por Tijuana como plaza criminal al Cártel de Sinaloa. El 1 de septiembre de 2015, cuando las autoridades locales seguían negando la presencia de este grupo en la entidad, uno de ellos reclamó: “Buenas noches señores, ahí le va: quisieron levantar a mi hijo ya valió verga el pedo, pónganse vergas el que haya sido o haya tenido que ver va a bailar a la verga, el pedo es cabrón con cabrón y las cosas como son, esto se llama sin llorar”.

Esta información y otra serie de mensajes que incluyen audios e imágenes, las obtuvo el Grupo Coordinación del teléfono de uno de sus socios criminales, detenidos en posesión de armas, antes de junio de 2016, cuando el delito aún se procesaba con prisión preventiva. Sin embargo, el material no se usó para seguir investigando.

Con las revelaciones de otros delincuentes detenidos y teléfonos revisados, los agentes aprehensores han podido confirmar que estos traficantes reciben informes completos por parte de policías corruptos infiltrados en las corporaciones, en por lo menos dos casos hay identificaciones, pero los oficiales siguen activos.

“El compadre”encargado de los cobros

Además de reportes de operativos policiacos en las zonas de influencia de este cártel, las aplicaciones de mensajería por teléfono celular de los criminales en poder de las autoridades contienen una serie de concentrados de las declaraciones -se ignora ante cual autoridad- de otros delincuentes capturados, pero no solo de los competidores del CJNG, también de criminales a su servicio.

Como una comunicación en que dos hombres de apellidos Zúñiga y Camacho confesaron que los habían enviado a matar en Tijuana a Arturo Giovanni Gómez Herrera “El Gross”  (asesinado en Jalisco en octubre de 2016) y a José Juan Pérez Vargas “El Piolín”, cuando se habían reunido en un restaurante, “pero no les acercaron los fierros” (las armas) a tiempo.

En otra, dos jóvenes vendedores de droga que sirven a los de Jalisco confiesan algunas de sus actividades delictivas, ofrecen detalles del funcionamiento del cártel y delatan a sus jefes.

 

Desde Mexicali

A partir de datos aportados por los criminales detenidos y el seguimiento desde el Grupo Coordinación, se sabe que la mayoría de la droga del CJNG que se distribuye en la zona costa de Baja California llega desde Sinaloa vía terrestre a Mexicali.

A los líderes del cártel sinaloense en la capital del Estado no les importa la presencia de estos mafiosos porque “mantienen ocupadas a las autoridades”, como les comentó un vendedor de droga: mientras las fuerzas del orden se concentra en Tijuana, ellos pueden continuar con el trasiego y la venta local sin problemas en el resto de la entidad.

La mayoría de la droga llega al Estado y se transporta a zona costa de lunes a viernes en los horarios de mayor tráfico, y los cargamentos van protegidos con punteros y con escoltas. De quienes participan en este traslado hay poca información:

 

Juan Jose Perez Vargas, “El Piolin”, “R7”, “Jp” – Hector Manuel Morales Guzman, “El Gavino” – Angel Alfredo Beltran Flores, “El Compadre”,”El R1″ – Jesus Rafael Yocupido, Jesus Rafael Cordova Garcia, “El Cabezob”,”El Dany”,”El Pepe”.

* Juan Magallanes “El Mireya”, responsable de vigilar que la carga llegue de Sinaloa a Mexicali.

* “El Castor”, contacto en Mexicali, encargado de recibir el enervante y resguardarlo si es necesario.

* Un hombre de apodo “Fito”, quien organiza traslados entre municipios.

* “El Flaco” Martínez, supervisa que la droga se oculte en carros con compartimiento secreto en Mexicali, y responde por los cargamentos a los de Tijuana.

* Ángel Aranda “El Tatema”, a la cabeza de los punteros durante los traslados.

 

Del lavado y envío de dinero

Para facilitar su labor criminal, en el CJNG tienen personal que hace clonación de placas, mexicanas y de Estados Unidos, falsificación de documentos y facilita uniformes de empresas.

También emplean a un hombre llamado Julio Rojas que los apoya rentando casas que usan como de seguridad, espacios donde guardan armas o bodegas de droga. Y tienen acceso a taxis libres clonados, los cuales usan para movilizarse en la ciudad.

En lo administrativo, el dinero de la venta de droga lo envían a Sinaloa y Jalisco, aunque los integrantes del Consejo Estatal de Seguridad no han interceptado estos depósitos, que se hacen en su mayoría a través de cuentas en Bancoppel o Saldazo en Oxxo.
Han logrado detener a las personas encargadas de enviar el dinero -quienes obviamente no son encarcelados-, y obtener algunos de los nombres de a quiénes les son depositados los recursos, identificados como prestanombres de los cabecillas: Miguel Ángel Paredes Gastélum; Rosa Isabel Astorga Sánchez; Pamela Villalobos Espinoza; Alexis Beltrán Flores; Itzel Carrillo y Luis Alberto Ríos Mendivil.

Desde 2016 existen por lo menos tres depósitos de los representantes del CJNG en Tijuana, dos de 150 mil y uno de 178 mil pesos, de los que no hubo mayor reporte ministerial. El dinero se depositó  a la cuenta de Solana Automotriz, una las empresas más reconocidas en Jalisco, dedicada a la venta de autos particularmente de lujo.


De un cártel a otro

Los líderes del CJNG son señalados por los mafiosos de Sinaloa de haberlos traicionado. “La mayoría de ellos traficaban para el Cártel Arellano Félix antes de estar con Sinaloa y ahora con CJNG, en realidad han seguido la corriente. Muchos de ellos han sido sometidos, amenazados a trabajar con el nuevo jefe, incluso los de Jalisco en este momento llegan y los amenazan: o venden con ellos, o los matan”, refirió un investigador del Grupo Coordinación.

En Tijuana, ligados a Nemesio Oseguera “El Mencho” están:

* Héctor Manuel Morales Guzmán “El Gabino” o “El Rooster”, de 34 años, aunque aseguran, tiene alguna relación familiar o de compadrazgo que la familia Oseguera. En junio de 2012 fue capturado en la calle Acuario de la colonia Sánchez Taboada, en posesión de un arma de fuego tipo revólver calibre .38 Especial con seis tiros útiles; no hubo mayores datos. El supuesto en aquel momento fue que operaba para el Cártel de Sinaloa.

* Jesús Rafael Yocupicio  Yocupicio “El Cabezón”. A sus 28 años de edad,  es la cuarta vez que el sonorense cambia de cártel. En 2011 fue ubicado por los investigadores en la fracción del Cártel Arellano Félix que bajo las órdenes criminales de Teodoro García Simental, se escindió del mando de Fernando Sánchez Arellano. Pero en 2015, al ser detenido en una segunda ocasión, estaba en compañía de Adán Castillo Hernández, cabecilla de una célula delictiva del Cártel de Sinaloa en el área de Alfonso Arzate García “El Aquiles”. Hoy lo ubican como principal trasegador de droga del CJNG.

* José Juan Pérez Vargas “El Piolín” y/o “El JP” de 34 años, nativo de San Diego, tiene largo historial en Tijuana. A los 24 años, en 2007, la Policía Municipal lo detuvo por robo de auto; en 2010, agentes estatales lo capturaron en dos ocasiones por posesión de drogas y armas de fuego; y en diciembre de 2011 fue detenido y procesado por delitos contra la Salud y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. Tras esa captura, informaron que Pérez era parte del cártel. La versión actual indica que desde 2015 es integrante del CJNG y sus negocios siguen siendo familiares, su cuñado Felipe Cárdenas lo apoya en el control criminal en la delegación Sánchez Taboada.

* Ángel Alfredo Beltrán Flores “El Compadre” trabajó para el gobierno de Baja California como custodio penitenciario, en 2013 lo lesionaron de un balazo, y aunque como sus compañeros, también fue detenido por las policías locales -12 de marzo de 2016-, en ese momento ya se le identificaba como parte del CJNG. A diferencia de los tres anteriores, tiene una labor más operativa en el Cártel Jalisco, hace funciones de enlace: entre los otros tres cabecillas, y de éstos con los operadores de las diversas células del mismo cártel, incluidas las que se dedican al homicidio; también con los policías y con los responsables del trasiego de Sinaloa a Mexicali y Tijuana. Además, supervisa el flujo de recursos, verifica el dinero de los locales dedicados a la venta de droga, paga a vendedores y policías, y hace depósitos a los cabecillas


Ataques a agentes municipales

Entre el viernes 7 y el miércoles 11 de abril, un policía municipal de Tecate y un agente municipal incapacitado en Rosarito fueron asesinados, mientras que un elemento de la Policía Municipal de Tijuana resultó lesionado por disparos de arma de fuego.

Abraham Flores Ramírez, elemento activo de la Policía de Tecate, fue atacado la mañana del sábado 8 de abril, en las inmediaciones del Rancho Tecate, con dos armas de fuego calibre .223, una de ellas probablemente corresponde a un fusil AR-15.

A decir de las investigaciones ministeriales, la Dirección Municipal de Seguridad Pública le había retirado su arma de cargo antes de la agresión.

Su automóvil tipo sedán color rojo se volcó a unos 200 metros de la Carretera Libre Tijuana-Tecate y los casquillos se encontraron sobre esa vialidad; la hipótesis de las autoridades, es que los homicidas se le emparejaron y dos de ellos le dispararon del lado del conductor.

El miércoles 11 de abril, Flores Ramírez fue despedido con honores por la alcaldesa de Tecate, Nereida Fuentes, y el director de la corporación municipal, Francisco Castro Trenti.

Ese mismo día, a la 1:05 am, fue atacado Robin Nolasco Pérez, de 45 años, quien ingresó a la Policía Municipal de Playas de Rosarito en el año 2000, pero se encontraba incapacitado desde hace ocho años por una fractura en la pelvis.

Actualmente seguía un proceso legal contra el ayuntamiento, ya que solo recibía una parte de su salario y desde hace años, trabajaba como taxista en esa ciudad.

De acuerdo a las primeras investigaciones, Nolasco Pérez recibió tres disparos en el rostro, uno de ellos en la sien derecha. Fue encontrado a bordo del taxi que conducía -un Toyota Corolla blanco con verde, número RTT1228- entre las calles Roberto Barrios y 5 de Mayo de la colonia Crosthwaite.  En ninguno de estos dos homicidios se reportaron detenidos.

Mientras que el viernes 7 de abril en Tijuana, el agente municipal Alan García García recibió un disparo entre estómago y pecho. Los primeros reportes indicaron que el oficial, quien se encontraba en su día de descanso, fue atacado a balazos cuando circulaba en su vehículo particular sobre el Bulevar 2000 y Bulevar Casa Blanca.

Agentes municipales que respondieron al llamado, lo trasladaron por su cuenta hasta un hospital de la localidad y montaron un operativo de seguridad para dar con el responsable.

No obstante, García García declaró que no se trató de un ataque. Según su versión, aprovechó el día de descanso para, con su arma de cargo, enseñar a disparar a uno de sus familiares.

Subieron uno de los cerros que se encuentran cerca del Bulevar 2000 y, de acuerdo con el oficial, mientras descendía la pendiente, se resbaló, cayó y el arma se accionó sola.

La Procuraduría General de Justicia del Estado investiga estos tres casos.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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