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martes, octubre 1, 2024
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Certificado de ineptitud y corrupción

“Patas”, el peor alcalde  en la historia de Tijuana

 

Casi cinco meses de desgobierno y se lo ganó a pulso. Y después de 87 días de protesta en el plantón, Manuel Gastélum Buenrostro alias “El Patas” y sus secuaces, no han resuelto, ni intentado, los problemas más graves y urgentes. Ahora resulta que harán un “estudio socioeconómico” a cada estudiante para acreditarle la exención de pago de transporte público. Son decenas de miles de estudiantes, ¿cuándo, cómo, quién y por qué? La promesa de campaña fue no pago a tercera edad y estudiantes. Punto.

Aquí las muestras de su incapacidad, cerrazón y negligencia para atender a varios sectores sociales que han demandado soluciones justas y necesarias. La sociedad: Ciudadanos, estudiantes, colonos, indígenas, jubilados y pensionados, Coparmex, Consejo Coordinador Empresarial, Canaco, clubes sociales. Todos preocupados por la inseguridad, además de la delgada clase media. A todos los ha ignorado, en medio del sarcasmo y el cinismo.

Por ejemplo una declaración del “Patas”: “No me pidan, ya no busco votos ni en campaña, ya gané la elección, señores, ya llegué al gobierno, ¿qué no se han dado cuenta?”, dijo sin pudor ante un público atónito.

Pero, aquí las pruebas de cómo opera en Seguridad Pública, la Policía de esta ciudad a ciencia y paciencia con los hampones.

Esperaron que se retiraran las últimas personas que hicieron guardia en el campamento en Casa de Gobierno, hasta casi la media noche del plantón a eso a las 11:40 del lunes 17 de abril.

A las 0:13 horas del martes 18 de abril, en la oscuridad los felones llegaron. Esquiroles del alcalde más incapaz de la historia de Tijuana y un capataz, el regidor panista del ramo de Bebida Alcohólicas, Luis Pérez Saucedo. Con este perfil descrito por testigos: canoso, delgado, alto, fue quien coordinó el operativo en tierra y lodo dando órdenes y siendo consultado por los facinerosos que desmantelaron las cuatro carpas del plantón, la cocina, el almacén de alimentos y dos sanitarios. Al final escaparon de la escena hacia la oscuridad de los árboles.

Fueron denunciados ante la justicia. Eran cuatro mujeres, una de ellas plenamente identificada como ex policía al servicio del municipio que involucró a su hija menor de edad, dos mujeres más con aspecto de empleadas del tacón dorado traídas de la zona norte. Venían acompañadas de dos malvivientes de aspecto de cholos. Actuaron con un nudo de nervios por el crimen y porque fueron sorprendidos con cámara fotográfica y grabados por cámaras del municipio como testigos en su acción delincuencial.

Salieron presurosos a las 0:30, en 15 minutos habían cargado una camioneta Lobo blanca sin placas. Tuvieron todas las facilidades del grupo de policías que “cuidan” el área. Los cinco malandros corrieron al llegar más apoyos, rumbo a la Funeraria Gayosso.

Sacaron por la fuerza y a empujones del dormitorio a las cuatro personas que velaban la madrugada del 18 de abril incluido un niño.

El modus operandi: Destruyeron y robaron con la anuencia directa de la policía los recursos del plantón, estufa, mina de gas, cuatro mesas, seis sillas, cuatro carpas, cinco colchones, extensiones eléctricas, despensas, cobijas, ropa, chamarras, mesas propiedad de los voluntarios y colaboradores. Mesas nuevas donde se están recabando firmas de apoyo a las peticiones del pliego de demandas sociales para un municipio panista de inútiles certificados por el juicio comunitario.

Tenían todas las facilidades del grupo de policías municipales que ante el atraco se encerraron con cadenas en el estacionamiento y no atendieron el atraco, el llamado de auxilio de que atropellaban las pertenencias de los manifestantes.

“El Patas” ordenó, a través de Sotomayor y sus policías obedientes cumplieron instrucciones y contra su supuesta vocación de respetar la Ley, cobardes, se refugiaron en la Casa de Gobierno. Habían recibido la señal de quien cobra como Alcalde. Es su completa responsabilidad política y jurídica ser el autor “intelectual” del desalojo, el robo y la violación flagrante del constitucional derecho de expresión, de protesta, de manifestarse con facultades plenas frente a las autoridades inauditamente sórdidas, incompetentes y corruptas.

Como sociedad organizada seguiremos cuestionando y denunciando la descomposición extrema de las autoridades locales y nacionales porque hay muchas formas legales de resistir. Está cercano el día en que el pueblo organizado los destituya, amparados en la Ley del 39 constitucional por no cumplir con los mínimos de un gobierno decente, democrático, que no robe, no mienta ni traicione al pueblo.

 

M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com.

Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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