Política Breve y de Emergencia
El próximo 4 de junio habrá elecciones en los estados de Coahuila, Nayarit, el Estado de México y Veracruz; elecciones para relevar la gubernatura en los tres primeros estados y para elegir alcaldes en el caso de Veracruz. Tanto Coahuila como Nayarit también decidirán diputados locales y presidentes municipales. La cantidad total de ciudadanos que podrá acudir a votar es cercana a los 20 millones de electores, casi una cuarta parte del electorado mexicano.
Por muchas razones este paquete electoral último del sexenio, es uno de los más importantes si no es que el más importante políticamente, aparte desde luego de la propia elección para presidente de la república. Por lo que la atención del “círculo rojo” del país y, claro, de la Secretaría de Gobernación, está 100 por ciento puesta en él. Veamos.
Tan solo en el Edo Méx podrán acudir a votar 11.3 millones de electores, que sumado con la entidad federativa tercera en tamaño en padrón electoral nacional, Veracruz, con 5.5 millones de electores y con la suma de los otros dos estados, serán 19.8 millones de electores en capacidad de decidir.
Coahuila y el Edo Méx nunca han tenido alternancia política, no por nada son las entidades directamente relacionadas con el último triunfo en la presidencia de país, el Edo Méx aportó el candidato y Coahuila el financiamiento y la logística operativa. Pero, la actual coyuntura política ha traído el descrédito para la clase gobernante en todos los niveles en esos estados y la expectativa ciudadana de “cambio” es sentimiento generalizado.
Las poblaciones de los estados de Veracruz y Nayarit han sido testigos de verdaderos escándalos de corrupción y abuso de poder, auténticas guerras fratricidas donde el hilo conductor de las confrontaciones son los desacuerdos por intereses ilegales y traiciones, al amparo del poder político. La elección de un gobernador de alternancia en Veracruz apenas y ha liberado presión en una sociedad agraviada que sigue esperando el encarcelamiento del ex gobernador y en Nayarit la ciudadanía parece estar lista para deshacerse del cacicazgo gobernante por la vía de los votos y no con la violencia como la clase política lo ha intentado. Ambos procesos traerán descrédito y pena al primer círculo de gobierno federal, seguramente.
Históricamente para el PRI la elección de gubernatura del Edo Méx es algo así como un laboratorio electoral, ahí se han puesto en marcha las estrategias y tácticas que un año más tarde operan nacionalmente, el priismo mexiquense es uno de los más importantes desde siempre pero hoy es aún más, porque con uno de sus hijos predilectos en los controles nacionales y con la amenaza de la derrota en el 2018 tocando la puerta, el equipo presidencial no se puede dar el lujo de fallar, perder el estado natal del Presidente simplemente no es una opción.
Las encuestas que miden nacional y periódicamente las proyecciones de resultados de la elección federal 2018, todas dan hoy por hoy al eventual candidato de MORENA como posible triunfador, pero también todas ponen en un lejano tercer lugar a cualquier eventual candidato del PRI. Mientras el PAN basa sus posibilidades de triunfo nacional en continuar su racha triunfadora ahora vía el Edo Méx y MORENA aspira a seguir demostrando que con sus perfiles de candidatos “auténticamente de representación ciudadana” son eficientes en sus resultados, al PRI no le queda más que ganar el Edo Méx so pena de anticipar su nueva debacle nacional.
Por todo lo descrito y por otras muchas condiciones socioeconómicas, de seguridad nacional y políticas, este conjunto de procesos electorales de 2017 puede ser el más importante proceso electoral del sexenio.
Que la historia lo registre.- En Coahuila siempre creían que políticamente con la designación del seguro candidato ganador, el del PRI, en el estado un año eran reyes y cinco años huérfanos. Con la docena trágica de los Moreira, de lo segundo están seguros.
Botón rojo.- Es mejor un buen enemigo que un mal amigo. López Obrador es su propio mal enemigo.
Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas.