Así como autoridades de Estados Unidos señalaron a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) por no avisar de la fuga de millones de litros de aguas negras a las costas californianas, hoy viernes 10 de marzo, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) demandó en un comunicado que “fue hasta ayer que la CESPT informó oficialmente a la Conagua de esta contingencia”, a más de un mes de que sucediera.
El relato de la CESPT indica que el colapso del Colector Oriente producto de las copiosas lluvias del 1 de febrero provocó que alrededor de 103 millones de litros de aguas negras fluyeran a través de la canalización del Río Tijuana, que es responsabilidad de CONAGUA. Pese a eso, la dependencia estatal no avisó a la federal.
El documento de CONAGUA enfatiza que “la responsabilidad de la infraestructura de agua potable, drenaje sanitario y saneamiento es de la CESPT”, y hace hincapié en que este organismo es “dependiente del gobierno del Estado de Baja California”, a cargo de Francisco Vega de Lamadrid.
Para CONAGUA, es la administración estatal la que debe realizar las labores de reparación correspondientes. La instancia federal refiere a la reunión realizada ayer jueves 9 de marzo, constituida mediante la llamada Acta 320 de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
Al igual que CILA, CONAGUA arrancó “los procedimientos correspondientes para determinar las responsabilidades sobre este caso”, pero el documento no precisó sanciones contra quienes resulten responsables de lo sucedido.