Columna Invitada
Arnoldo Castilla
El conflicto que estamos viviendo, que amenaza con dividir a los mexicalenses y que traerá como consecuencia, grave desgaste político e institucional para el Gobernador del Estado y el Presidente Municipal, plantea diversas alternativas de solución. Ni la descalificación, ni la fuerza, ni la amenaza son los caminos adecuados.
I.- Primer escenario.- Usar la fuerza policiaca e incluso militar para desalojar los campamentos de los huelguistas establecidos en el Centro Cívico, para ello, desacreditando por diferentes medios, radio, televisión y las redes sociales (afines al gobierno) a los participantes en el movimiento, acusándolos de servir a tales o cuales intereses (partidos de izquierda, crimen organizado, enemigos políticos del gobernador con ambiciones electorales y señalarlos como partícipes de diversos delitos como son el terrorismo, la rebelión, daño en propiedad ajena, etc.), a éstos se puede agregar medidas para alentar el descontento de empresarios y comerciantes, y campaña de medios basada en la negativa respecto a la posibilidad de que la planta cervecera Constellation Brands que se pretende establecer, vaya a causar daños al impacto ambiental, a la ecología, a la hidrología de la región. También se puede argumentar la existencia de estudios que niegan la posibilidad de un daño ambiental por el funcionamiento de la citada empresa sin que esto sea cierto.
II.- Segundo escenario.- Buscar la destitución del Gobernador, del Presidente Municipal y de otros funcionarios por parte de los grupos huelguistas, acusándolos de participación en delitos como el abuso de poder, el peculado, negociaciones ilícitas y por la utilización de los cuerpos policíacos para disuadir mediante la fuerza a los huelguistas protestantes, como repercusión tratar de detener la construcción de la obra en que se sentará la empresa cervecera.
Como se ve, ninguno de estos escenarios está de acuerdo con la filosofía de un Estado social, democrático y de derecho, que desea vivir en paz y tranquilidad, con la desventaja de que puedan hacerse presentes agitadores de izquierda y de derecha radicales expertos en provocación cuya actuación ponen en peligro la estabilidad política y social, dispuestos incluso al empleo de la violencia y todo con el fin de alcanzar propósitos ocultos, y que por ello la ciudadanía desconoce.
III.- Tercer escenario.- Ambas partes en conflicto (gobierno y huelguistas) acuerden someterse a un arbitraje como lo recomienda el conocedor de este tema Lic. Cuauhtémoc Castilla, siguiendo las reglas de mediación que el derecho establece y para garantizar la imparcialidad se nombrará como árbitros a expertos en el tema de uso y obtención de aguas, entre ellos académicos de la Universidad Autónoma de Baja California, Colegio de la Frontera Norte, Centro de Enseñanza Técnica y Superior, Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto Politécnico Nacional, en el entendido de que el fallo de este grupo de expertos será con carácter vinculatorio lo que evitará el “sospechosismo” hacia el actuar del gobierno federal, estatal y municipal, y sobretodo el rompimiento social con el desgaste innecesario de la fuerza pública o la posibilidad de que el movimiento desemboque en actos de violencia que ningún ciudadano consciente deseamos en nuestro Estado.
Nota: Para que la solución pueda operarse, el actuar de la autoridad debe ser transparente y por ello se debe mostrar a la ciudadanía los permisos y estudios que legitiman el establecimiento de la empresa cervecera, así como la ausencia del impacto desfavorable al medio ambiente y la legitimidad en la donación de 474 millones de pesos (más 16% de impuestos, comisiones y garantías, autorizado por el Congreso del Estado al Gobernador, que celebrebará contrato para ejecutar el proyecto Acueducto Ejido Villa Hermosa-Mexicali, publicado dicho decreto el 31 de diciembre de 2016 en el diario oficial), que recibirán para la construcción de un acueducto que llevará agua a la empresa antes citada.
En conclusión, es el Derecho quien debe solucionar este conflicto y no la violencia, el enfrentamiento, el uso de la fuerza, los ataques mediáticos, no son los adecuados para resolver problemas como el que estamos viviendo, la humildad, la buena fe y el ánimo conciliatorio deben permear en toda negociación tendiente a solucionar el conflicto.
Ni la descalificación, ni la fuerza, ni la amenaza son los caminos adecuados.
Arnoldo Castilla es abogado y catedrático de la UABC