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lunes, septiembre 30, 2024
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Van Los Chapitos por plaza de “El Licenciado”

La guerra entre los hijos de “El Chapo” por quedarse con el narcomenudeo, producción de anfetaminas y otros ilícitos negocios como máquinas tragamonedas que controla la célula de Dámaso López, tiene azorada a la población de Villa Juárez, Sinaloa, donde un comando de unas 30 camionetas con integrantes del grupo criminal de Los Chapitos han desatado balaceras, en el enfrentamiento criminal han asesinado a dos comandantes y desaparecido a tres policías

Culiacán, Sinaloa.- La disputa sangrienta por recuperar la plaza de Navolato en manos de Los Dámaso, tomando como centro neurálgico la sindicatura de Villa Juárez, ubicada a 30 kilómetros de la capital, se recrudeció con la incursión de un comando integrado de por lo menos 30 camionetas, que desató balaceras, levantó a varias personas y concluyó con el secuestro de un camión de jornaleros que fue incendiado.

Según reportes de la coordinación de seguridad en el estado, se trató de la célula delictiva de Los Chimales, bajo las órdenes de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, quien busca sacar de esta región al grupo que comanda Dámaso López Núñez “El Licenciado”.

El análisis del grupo de coordinación arroja que Los Chapitos intentan arrebatar el negocio del narcomenudeo, así como toda actividad ilegal que deja recursos, como lo son las maquinitas tragamonedas y la fabricación de metanfetaminas.

La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, en voz del teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo, subsecretario de Seguridad, admitió desde el lugar de los hechos que el rebrote violento que se vivió el martes 21 de febrero fue motivado por la captura de Francisco Javier Zazueta Rosales, alias “Pancho Chimali”, quien era el líder de esta célula delictiva.

La Procuraduría General de la República acusó a “Pancho Chimali” de ser el hombre que comandó el ataque al convoy militar del 30 de septiembre pasado, que dejó como saldo 5 soldados muertos y 11 más heridos en esta capital. Fue detenido en un operativo coordinado entre el Ejército, la Marina y la PGR en el fraccionamiento Acueducto, durante la madrugada del sábado 18 de febrero.

Asimismo, la Fiscalía federal señaló que Zazueta Rosales cuenta con un largo historial delictivo, fue detenido en 2008 por portación de armas de fuego y envoltorios de droga, pero más tarde recuperó su libertad, y desde entonces se le ubicaba como uno de los principales lugartenientes de la organización de Joaquín “El Chapo” Guzmán, coordinador del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y de la venta de drogas al menudeo en la zona centro del estado.

El martes 21 de febrero, mientras el gobernador priista Quirino Ordaz Coppel se paseaba en el Mercado Garmendia muy de mañana, saludando a los locatarios y haciéndoles promesas de mejorar las condiciones de los vendedores, Villa Juárez era sitiado por las fuerzas de sicarios de los Guzmán Salazar.

Como sucedió el martes 7 de febrero, Los Chimales ingresaron a la población, una de las 7 sindicaturas que existen en Navolato, a través de las dos carreteras que la unen con Culiacán, conocidas como La 20 y La 50.

Las unidades de nuevo filmadas con celulares de ciudadanos, que luego corrieron por las redes sociales, dieron cuenta el paso veloz de camionetas tipo pick up, y una camioneta doble rodada artillada con un fusil antiaéreo que estaban marcadas con letra X en sus costados. Los sicarios realizaron disparos al aire, ubicaron domicilios y sacaron al menos a cuatro personas que fueron privadas de la libertad.

Sobre la carretera La 50, cerca del Campo Romero, un camión amarillo que transportaba jornaleros a la labor del día fue detenido, con lujo de violencia y palabras altisonantes obligaron a los trabajadores a descender, atravesaron la unidad sobre la cinta asfáltica y le prendieron fuego. La Secretaría de Educación Pública y Cultura confirmó la suspensión de clases por el paso del comando.

La psicosis se extendió hacia la sindicatura de Costa Rica, ya parte del municipio de Culiacán, pues el C-4i tuvo reportes de ciudadanos que advirtieron de grupos armados, sin que se haya confirmado los hechos.

Sin embargo en esta ocasión, a diferencia de dos semanas atrás, la Procuraduría no reportó personas muertas en el operativo criminal. En la primera incursión violenta de Los Chimales cinco personas murieron, tres de ellas víctimas inocentes, incluida una madre de familia que cayó en el fuego cruzado afuera de una ferretería.

Tras abandonar la comunidad, el Ejército realizó un operativo tierra y aire, y reportó la detención de dos hombres armados en las inmediaciones del poblado Bachoco, en Navolato, los cuales al ver a los soldados arrojaron dos fusiles a las aguas de un canal de riego. Al ser capturados portaban pistoladas fajadas al cinto. La SEDENA informó que los dos pistoleros estaban vinculados a la incursión en Villa Juárez.

Horas más tarde del sitio a Villa Juárez, apareció el primer cuerpo de la contienda, a unos kilómetros, en las afueras de la comunidad de Balbuena, localizada cerca de la carretera La 50. La víctima no fue identificada, pero la Policía Municipal informó que se trata de un joven de poco más de 20 años, el cual tenía manos y pies atados con cuerdas y con heridas de bala en la cabeza y el cuerpo.

Más tarde fueron encontrados los cuerpos de otros dos jóvenes en las inmediaciones del ejido El Quemadito, perteneciente a la sindicatura de Costa Rica, al sur de Culiacán. También tenían las manos y pies atados y con similares impactos de bala.

Otro episodio librado en esta guerra sucedió el jueves 16 de febrero, cuando el equipo de seguridad de “El Licenciado” detectó a un grupo armado en la comunidad de Buenos Aires, municipio de Elota, contiguo a Culiacán. El enfrentamiento terminó con una camioneta Ram pick up baleada y calcinada, y como se comprobó en las periciales, estaba blindada.

Entre el domingo 19 y martes 21 de febrero, un grupo de jóvenes que se presentaron como gente de los hijos del Chapo Guzmán decomisaron las ediciones de los periódicos de circulación local Ríodoce y La Pared Noticias, donde se consignaba la respuesta de Dámaso López Núñez a la carta difundida por el periodista Ciro Gómez Leyva, donde se le acusa de orquestar un plan para eliminar a Iván Archivaldo, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y al  mismo Ismael “El Mayo” Zambada, quien se ha erigido en un especie de líder moral del cártel sinaloense.

En el operativo, Los Chapitos usaron varias células que se dedicaron esos dos días a comprar toda la edición de ambos periódicos, evitando así su circulación.

“Los jefes no quieren que circule nada de lo que anda diciendo ‘El Licenciado’”, expresó uno de los jóvenes que estuvo comprando los periódicos e impidiendo que el público adquiriera algún ejemplar.

Ante lo sucedido, el semanario Ríodoce subió toda su edición a su portal web, donde un reportaje firmado por periodista Javier Valdez señala que un colaborador de López Núñez contó que nunca convocó a la reunión del 4 de febrero, fecha que la carta indica que ocurrió el atentado en contra de Los Chapitos.

La espiral violenta que dio inicio tras la fractura entre Los Chapitos y Los Dámaso, motivado por la extradición del Chapo Guzmán a Estados Unidos –según confirmó la Secretaría de la Defensa Nacional– no cesa en la zona centro del estado, y tan solo el domingo 19 de febrero dos comandantes, uno de la Policía Municipal y otro de la Estatal Preventiva, fueron ejecutados a balazos en dos hechos diferentes.

A las 07:00 horas, cuando la PGR ya tenía bajo custodia a “Pancho Chimal”, el comandante de la Municipal Jorge Eusebio Soto Sauceda fue privado de la libertad cuando conducía un automóvil Toyota Corolla, color blanco, sobre el bulevar Enrique Félix Castro y Enrique Cabrera, en la colonia Infonavit Humaya. Los sicarios dispararon contra el jefe policiaco para detener la marcha y subirlo a una unidad.

Soto Sauceda al igual que el supervisor operativo de la corporación, Israel Ruiz Félix, formaba parte del grupo que prestó auxilio a los militares tras la emboscada del año pasado. Ruiz Félix permanece en calidad de desaparecido desde hace un mes así como sus compañeros agentes Reyes Yosimar García Cruz y José Antonio Saavedra Ortega.

El cuerpo de Jorge Eusebio fue localizado a mediodía en las inmediaciones de la comunidad de San Pedro, municipio de Navolato, en el área del río Culiacán, zona conocida como Las Cribas. En el seguimiento de los plagiaros la Policía Ministerial y Municipal dieron con un campamento clandestino de delincuentes dedicados a la ordeña de combustible de los poliductos de Pemex. Los delincuentes alcanzaron a escapar tras una breve escaramuza, dejando bidones de gasolina y otros enseres utilizados para el bombeo.

A las 11:00 horas, el comandante del Grupo Elite de la Policía Estatal, José de Jesús Ríos, “Chuy Ríos”, fue ejecutado con fusiles AK-47 cuando circulaba en una camioneta Ford modelo 1993, por una de las calles de la sindicatura de Culiacancito.

El comandante “Chuy” Ríos había sido condecorado como el Policía del Año en el 2013, y contaba con una larga trayectoria en la PEP. El subprocurador de la zona centro, Julio César Romanillo Montoya, declaró que ambos homicidios todavía no se podían conectar, pero que las investigaciones de la Procuraduría se enfocarían a las mismas líneas que mantienen abiertas sobre el plagio de los otros tres policías que pertenecen a la misma compañía de la corporación.

De acuerdo con fuentes de la Procuraduría General de Justicia, el levantón de los tres policías y el homicidio de los dos comandantes se relacionan con la recomposición de los grupos de poder del narcotráfico.

Desde que comenzó la fractura entre dos de las principales facciones del cártel de Sinaloa, los ataques de uno y otro grupo también se han enfocado en desmantelar sus redes de comunicación, así como la cadena de halcones en la ciudad y los puntos estratégicos.

Los reportes del grupo de coordinación de seguridad advierten que decenas de jóvenes que se dedican a halconear fueron intimidados y retirados de los puntos a los que estaban asignados, algunos otros fueron privados de la libertad, todo en aras de desactivar la red de vigilancia y, como en el caso de las balaceras en Villa Juárez, evitar que el grupo contrario tenga la suficiente capacidad de reaccionar al momento de una incursión a territorio enemigo.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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