En entrevista con ZETA, Francisco Castro Trenti habló de las estrategias para reducir la incidencia delictiva basadas en presencia e inteligencia. Rechazó que haya conformado un grupo especial de ministeriales para controlar los delitos de alto impacto o haber negociado con criminales para reducir la violencia en la ciudad. De la posibilidad de “amarres” del ex titular Lam Canto, se negó a opinar
Las estadísticas oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública de Baja California dan cuenta que a partir de diciembre de 2016, la incidencia delictiva de Tecate es a la baja, mientras en Tijuana, Mexicali y Ensenada, las denuncias por crímenes siguen en ascenso y Rosarito solo ha logrado mejorar sus números en robo con violencia.
Los comparativos entre noviembre y diciembre del año anterior indican que en Tecate la incidencia general se redujo en un 7 por ciento, se denunciaron 5% menos robos, 18% menos robos a comercio y el robo con violencia bajó un 43%.
Particularmente, las carpetas por homicidio se comprimieron un 40%, un homicidio en enero y tres en febrero, de éstos, uno doble en un camino rural a Valle de Las Palmas, de dos personas domiciliadas en Ensenada (“No es gente de Tecate…”, se dijo). Mientras el mismo delito creció en sus municipios vecinos y conurbados: Rosarito aumentó en 120% y Tijuana, un 18%.
La mejoría de Tecate llama la atención sobre el polémico director de Seguridad Pública, Francisco Castro Trenti, quien llegó al cargo con votación dividida del Cabildo: siete votos a favor (PRI, PVEM, PT y PANAL) y cuatro en contra de los regidores del PAN, MORENA, Movimiento Ciudadano y uno independiente.
Los argumentos de sus detractores van desde el señalamiento de 2013, cuando su hermano Fernando buscaba ser gobernador de Baja California. Se filtró a la prensa que el otrora líder del Cártel Arellano Félix (CAF), Javier Arellano, habría declarado en un expediente de 2012 que entre 2001 y 2003, como funcionario de la Procuraduría del Estado -en Periciales y Homicidios- Castro los había apoyado. Acusación que el hoy director negó categórico, sin mayores consecuencias legales.
Hasta sus disputas públicas como director de la Policía de Rosarito, cuando él y su antecesor, Capitán Eduardo Montero, se culparon mediática y mutuamente de corrupción. Tiempo en el que también fue acusado de poner en operación una celda de castigo usada para presionar y torturar detenidos.
Desde aquel 1 de diciembre de 2016, cuando recibió el nombramiento, la alcaldesa tecatense Nereida Fuentes, lo respaldó, asegurando que las acusaciones en su contra eran polémicas electorales de campaña, que no ponía en duda la capacidad de Castro y su permanencia estaba supeditada a resultados.
“Fue mi compromiso con la alcaldesa en tres meses contener la incidencia y en seis meses comenzar a disminuir, pero las estrategias empezaron a dar resultados desde diciembre, el primer mes”, refiere orgulloso Francisco Castro Trenti.
Pero se previene: “Yo no echo de ninguna manera campanas al vuelo, porque esto se tiene que estar haciendo día con día, y es exactamente lo que yo hago”.
Estrategias
— ¿Cómo redujeron la incidencia delictiva en Tecate?
“Incrementamos el trabajo policial y el patrullaje. Reordenamos el trabajo de la Policía, estaban trabajando turnos de 12 horas, los acomodamos en turnos de ocho horas. Había un comandante, hay dos; había tres subcomandantes, hay cinco. No había supervisores, ahora son tres y no son los mismos, el 60 por ciento del cuadro de mando lo he sostenido; el 40 por ciento ha cambiado con el mismo personal de Tecate.
“Encontré tres motos cerreras para zona rural, nuevas, en una bodega en La Rumorosa, las saqué a circular y las traje al centro de la ciudad, sobre todo para el área de revisión en el río. De las 40 patrullas tenían funcionando solo 60 por ciento -servían, pero estaban en desuso- y además, en poco tiempo, no las 24 horas del día, ahorita el 80 por ciento del parque vehicular esta funcionado las 24 horas”.
En el tema de inteligencia detalló: “Analizamos el comportamiento delictivo de los últimos seis meses, vimos dónde estaba la mayor incidencia y comenzamos a cuadricular los patrullajes. Toda la zona urbana con énfasis en el primer cuadro de la ciudad. También ha recorrido en moto, pie tierra. Y los filtros a las entradas y salidas de la ciudad, porque tenemos conocimiento que viene gente de la Zona Este de Tijuana, entran a Tecate, se roban un auto y se dan a la fuga por la carretera; al establecer cercos preventivos, nos ha permitido capturar en flagrancia posesión de vehículo a varias personas”.
Castro agregó que para realizar el mapeo delictivo que define el patrullaje, tampoco esperan a que le llegue la información mensual o quincenal del Grupo Coordinación: “Trabajamos con nuestras cifras en coordinación con la Subprocuraduría, tenemos una excelente relación con ellos, nos intercambiamos día con día – información de la comisión de delitos-, o cuando menos con dos días de diferencia, y eso nos permite mapear el comportamiento criminal en la ciudad y con toda oportunidad ir analizando cada delito”.
— ¿Y el homicidio?
“No es un delito que se pueda prevenir, no la autoridad porque influyen múltiples factores.
Lo que sí debes hacer es complicar al delincuente, tener un patrullaje muy fortalecido, muy activo en ciudad, que sepa que hay vigilancia, que hay movilidad, que hay captura y que va a haber riesgo”.
Las estrategias en ese delito se definen con el mismo sistema ya mencionado.
Aumento en detenciones de vagos y malvivientes
“Hemos incrementado notablemente las puestas a disposición del juez calificador de personas en situación de vagancia y mal vivencia. Por ejemplo, mientras en noviembre se pusieron a disposición casi mil personas, en diciembre pusimos a 2 mil 930, y en ese mes tenemos una incidencia a la baja del 7 por ciento. En enero pusieron 2 mil 488 a disposición. Eso nos demuestra que hay una muy estrecha correlación entre las personas en situación de vagancia y mal vivencia puestas a disposición del juez con el decremento de la incidencia”.
Conforme a estadísticas de la Dirección de Seguridad Pública de Tecate, adicional a los 5 mil 418 detenidos puestos a disposición del juez calificador entre diciembre de 2016 y enero de 2017, en el mismo período capturaron a 94 individuos por delitos: 81 puestos a disposición del Ministerio Público del Fuero Común y seis ante el Ministerio Público del Fuero Federal.
— ¿Cuáles fueron las faltas al bando?, se le pregunta a Francisco Castro, ya que la versión de los policías es que están levantando adictos, no delincuentes.
“Si fueran las personas en situación de alcoholismo, no estaría bajando la incidencia delictiva. En patrullaje nuestro trabajo es evitar que suceda el delito, al observar con ojo clínico policiaco, son personas en situación precisamente de tratar de aprovechar alguna circunstancia para llegar a cometer algún delito, inmediatamente son asegurados y puestos a disposición del juez calificador. No es estigmatizarlos por su aspecto físico, porque eso podría ser tal vez violatorio de derechos humanos”.
¿Y los derechos humanos?
“— Entonces es a criterio y hay una línea muy delgada, ¿cómo evitar los abusos?
“Son policías con formación continua, algunos más allá de la básica, algunos son abogados, otros cursando especialidad. Unos con licenciatura en Ciencias Policiales, esa parte teórica acomodar con la práctica. Yo personalmente estoy con ellos cuando se monta un turno y se establecen los lineamientos de intervención para no transgredir el marco legal”.
— Esto se te puede ir de las manos muy fácilmente…
“No se me va a salir del control porque es algo que estoy vigilando día a día”.
— Trabajaste en Derechos Humanos, has tenido problemas con Derechos Humanos, señalamientos por violaciones a Derechos Humanos ¿esto no te va a…?
“No. Te puedo decir que aproximadamente de 5 mil detenciones que hemos hecho en noviembre y enero, solo tenemos noticia en dos casos que se acercaron a la oficina de Derechos Humanos a presentar una queja. Y en Sindicatura, ha habido seis quejas contra elementos policiacos, de las que yo tenga conocimiento”.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) informó que entre el 1 de diciembre de 2016 y el 15 de febrero de 2017, se han presentado cinco quejas contra la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tecate, donde los principales derechos presuntamente vulnerados han sido la seguridad jurídica, el derecho a la legalidad; y los principales hechos violatorios han sido emplear arbitrariamente la fuerza pública, faltar a la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficacia del desempeño.
— Ya tuviste señalamientos por violaciones a los derechos humanos…
“No tuve, hubo una queja que se presentó en Derechos Humanos cuando era titular de Policía (Rosarito), no prosperó. Que sean señalamientos verbales no significa que sean constitutivos de infracción o violación a derechos humanos”.
El mando: versiones extraoficiales
Consultados respecto a las razones de la reducción de la incidencia en Tecate a diferencia del resto de los municipios, miembros del Grupo Coordinación expusieron que policías tecatenses han expuesto tres situaciones de las cuales se le preguntó a Francisco Castro Trenti:
— Recibimos información que para los delitos de alto impacto habías creado un grupo especial con ex ministeriales, ¿lo tienes?
“No, ojalá pudiera tener ingresos, pero no hay ningún grupo especial, estamos en conformación al igual que en Tijuana, de la Unidad de Investigación Criminal, pero de eso a que tengamos una unidad de reacción, nada. Cuando llegué a esta administración había uno y lo disolví. Si lo hubiera, lo presumo… pero no es el caso”.
— También se menciona que negociaste para reducir inseguridad, y me refiero al tema de homicidios.
“No, eso no es cierto. La inseguridad baja si te pones a trabajar y si el mando tiene capacidad, experiencia, conocimiento para analizar el comportamiento criminal, que es algo que he hecho durante los últimos veinte años. Negociar con la delincuencia al contrario, es darles patente de corso para que se pongan a delinquir y eso lo que hace es subir la incidencia, lo hemos visto en la historia del Estado y me parece injusto”.
— ¿Y la lectura de que el anterior director sí había negociado y que la disminución demuestra que antes la Policía si estaba comprometida?
“De cualquier lado se puede buscar la vista mala. Yo conozco a Juan Lam, es gran amigo mío, él supo cómo manejó la Policía bajo su responsabilidad y es algo que yo no juzgo, un comportamiento difícil con consecuencias difíciles, son evidentes”.
De acreditaciones y confianza
Dado que se desempeñó como director de la Policía en Rosarito cuando su examen de confianza le registraba como reprobado, a Francisco Castro se le abordó respecto a su más reciente acreditación: “Hice los exámenes el 15 y 16 de diciembre (2016) en la PGR y lo aprobé. Antes me reprobaron, yo no reprobé”.
La alcaldesa Nereida Fuentes recibió el documento acreditándolo el 17 de enero de 2017.
“Con este que fui hacer a la PGR tengo siete exámenes de confianza con el FBI inclusive, el CISEN, y el único que he hecho en el Estado cuando me reprobaron en la campaña electoral de Fernando (Castro Trenti candidato a gobernador en 2013)”.
De Claudia Espinoza, a quien empleó como 03 y es señalada por irregularidades, incluido el secuestro, aseguró que es falso.
“Ella ingresó a trabajar conmigo en 2012 en Rosarito, fue a C3 y la aprobó, le dieron su certificado, su vigencia, acaba de concluir en noviembre del año pasado y está en trámite para ir a reevaluarse. Si hubiera tenido alguna complicación legal no hubiera sido certificada, sé que hay un homónimo, si corres el nombre botan antecedentes, pero no es ella”.
En el Centro de Control y Confianza de Baja California, el reporte es que Espinoza no ha hecho examen de confianza en los últimos cinco años. Que fue policía municipal en Tijuana hasta marzo de 2006, cuando la registraron como inactiva con renuncia voluntaria y en 2008 cambiaron su estatus a destitución.
