Ante la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, 900 haitianos en Tijuana buscan regularizar su estatus y permanecer en México. Con salarios bajos y viviendo fuera de albergues, transitan de migrantes a residentes; queda atrás la idea de ser recibidos como refugiados en Estados Unidos
En las últimas semanas, alrededor de 900 migrantes haitianos llegaron a las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM), pero no para ser canalizados a las autoridades estadounidenses como lo venían haciendo.
A diferencia de los más de 17 mil migrantes y afrodescendientes que llenaron a los albergues de Tijuana entre mayo y diciembre de 2016, en espera de iniciar su proceso de asilo en Estados Unidos, este numeroso grupo se ha acercado al INM para preguntar cómo solicitar refugio en México.
El cambio no solo coincide con el inicio de la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos. “A principios de enero, empezó a llegar la noticia de sus amigos que fueron deportados a Haití tres o cuatro meses después de haber iniciado su trámite de refugio”, explica el padre Patrick Murphy, director de la Casa del Migrante en Tijuana.
Para el sacerdote, quien dirige uno de los principales albergues en la ciudad, “desde que entró Trump, todo cambia y los migrantes cambiaron de planes, ahora muchos están buscando trabajo o ya trabajando”.
Lo hacen de manera informal, en sitios de construcción, auto lavados, restaurantes y como guardias en estacionamientos, principalmente.
Tan solo en la Casa del Migrante, en los últimos diez días, pasaron de cinco a 35 los migrantes haitianos que ya tienen un empleo. Casi la mitad de los que ahí residen. Desayunan por la mañana, salen a sus trabajos y regresan en la tarde para cenar, dormir y continuar su día.
Según cálculos de organizaciones migrantes y de los 24 albergues en la ciudad, alrededor de 4 mil haitianos continúan en Tijuana. Muchos de ellos a pesar de tener citas con autoridades migratorias de Estados Unidos para adentrarse a ese país e iniciar su solicitud de refugio, han preferido no acudir y permanecer en Tijuana. “No van a sus citas porque no tienen ninguna confianza en que van a entrar a Estados Unidos”, apunta el padre Murphy.
Las opciones de refugio y humanitarias en México
Para requerir la regularización migratoria por razones humanitarias, los haitianos tienen dos opciones: solicitar refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), o pedir la tarjeta de visitante por razones humanitarias ante el INM.
Rodulfo Figueroa Pacheco, delegado del Instituto Nacional de Migración en Baja California, detalla que a la fecha 250 personas han solicitado refugio y 35 han pedido tarjetas de visitante. Con el estatus de refugiado, se otorga una residencia permanente. Con ésta, después de cuatro años, pueden aspirar a la naturalización.
Aunque la norma establece 45 días hábiles para la resolución del trámite, debido al alto volumen, éste puede tardar hasta 120 días.
Las 250 personas que han solicitado refugio en Baja California desde principios de 2017 representan un importante incremento respecto a las once solicitudes que se registraron en 2016.
La cifra contrasta más al revisar la estadística nacional. Según información de la COMAR, de 47 haitianos que solicitaron refugio el año anterior, solo a cinco se les otorgó.
También son pocas las tarjetas de visitantes por razones humanitarias otorgadas a haitianos en 2016. De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, ese año el gobierno de México otorgó 3 mil 632 tarjetas de visitantes por razones humanitarias, y de éstas, solo seis correspondieron a ciudadanos de Haití.
“Esta oferta de regularización está abierta desde el primer día que recibieron sus oficios de salida (al llegar a Chiapas) y hasta ahora la están tomando”, comenta el funcionario federal.
Para cualquiera de los dos trámites, los interesados deben mostrar el oficio de salida que les fue dado en la estación migratoria de Tapachula, Chiapas y un documento de identidad.
Una vez regularizada su estancia en México, podrán tramitar su Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y con ello, obtener empleo.
El delegado del INM puntualiza: “Hemos hablado con la Secretaría de Trabajo, tanto federal como estatal, para que puedan obtener empleo a través del Servicio Nacional de Empleo”.
Baja migración de haitianos
Acerca de la posible llegada de más haitianos a la ciudad, Figueroa Pacheco considera “es una población que se encontró varada en México y estamos buscando la forma de regularizar su situación migratoria. Fue un evento migratorio sin precedentes e inesperado, intentaremos prevenir este tipo de situaciones a través de la aplicación de la Ley en frontera sur”.
De igual manera refiere que para frenar la migración de haitianos a México, el gobierno de México ha sostenido pláticas con su homólogo de Haití, “entonces ya no será tan fácil para ellos entrar a México de manera irregular”.
El funcionario federal agrega que actualmente “el flujo de migrantes haitianos está prácticamente en ceros”.
El padre Patrick Murphy, de la Casa del Migrante, cuenta con cifras similares: “Tuvimos tres semanas en enero sin que llegara ningún haitiano ni africano. En enero tuvimos ingresos de 12 refugiados y 13 más hasta el 14 de febrero, de éstos, cinco son africanos, dos haitianos y tres centroamericanos”.
“Están conociendo la realidad de Tijuana”: padre Murphy
Para el padre Murphy, los haitianos “están conociendo la realidad de Tijuana” conforme toman trabajos, rentan viviendas y se integran a la vida. Las reglas del refugio dan dos semanas de albergue a todo migrante o repatriado que llegue ahí.
Por su condición de ayuda humanitaria, a los haitianos se les permitía quedarse hasta que fueran recibidos por autoridades estadounidenses, pero conforme rechazan las citas concretadas o buscan regularizar su estatus en México, “decidimos tratarlos como cualquier migrante y les damos dos semanas para buscar trabajo”, detalla el director del albergue.
“En un principio, ellos no querían trabajar porque era poco el dinero. Tal vez tienen que comenzar con 200 pesos al día, pero si no tienen dinero, no van a poder pagar la renta y no pueden quedarse aquí (en el albergue) para siempre. Así es la vida del migrante, hay que luchar”, considera el religioso.
Carlos Mora, presidente del Consejo Estatal de Atención al Migrante, explica que las autoridades norteamericanas no han reducido ni restringido el número de solicitantes de refugio que reciben al día, “más bien es una decisión de los propios migrantes haitianos, no tanto una situación forzada”.
Sobre el tipo de atención y ayuda que recibirán estos migrantes, una vez establecidos en México, el Consejo realizará una sesión con la Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Trabajo para revisar los incentivos que podrán recibir.
Por último anota: “Una vez que se regularicen, dejan de ser migrantes y se convierten en residentes”.
Secretario de Seguridad Nacional de EU advierte que no pararán redadas contra indocumentados
En su gira por la frontera sur de Estados Unidos, el General John Kelly, secretario de Seguridad Nacional, pisó San Diego, California, el viernes 10 de febrero.
Desde el área de revisión secundaria de la Garita de San Ysidro-Tijuana, el funcionario federal dirigió un breve mensaje sobre sus encuentros con los gobernadores de Texas y Arizona -el gobernador Jerry Brown, de California, no se reunió con él-, así como con agencias federales y locales de seguridad pública.
“Quiero fortalecer la relación, que ya es buena, entre la gente que cuida la frontera y sus contrapartes en México”, aseguró.
También habló de llevar esas relaciones hasta Centroamérica para hacer más segura la frontera sur de México.
Cuestionado sobre la efectividad de un tercer muro en esta región fronteriza, Kelly defendió el plan de Trump, al advertir: “El hecho de que gastan mucho dinero para hacer túneles debajo del muro, demuestra que no pueden pasar por él”.
Sobre el trasiego de droga de México a Estados Unidos, aseguró que casi el 100 por ciento de las drogas duras como heroína, cocaína y metanfetaminas que se consumen en su país, cruzaron por la frontera suroeste.
Precisó también que esa mañana, participó en dos operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en los cuales se detuvo a tres personas indocumentadas en California.
Sin una orden judicial de por medio, agentes de ICE han dedicado la última semana a realizar visitas conocidas como knock and talk, en las que llegan a casas donde sospechan o saben que viven personas sin estatus migratorio regular.
Aunque las personas pueden negarse a abrir la puerta, la mayoría lo hace por miedo e intimidación. Estas redadas han resultado en 680 arrestos de indocumentados, entre ellos un joven DREAMER, protegido por la Acción Diferida del ex Presidente Barack Obama.
“ICE está ejecutando la Ley. Lo dije en mi comparecencia de confirmación ante el Senado y la Cámara, si hay leyes que son malas, entonces cámbienlas. No tenemos alternativa más que hacer valer la Ley, no podemos ignorarla”, respondió Kelly al respecto.
En Tijuana, albergues como la Casa del Migrante han visto un incremento de repatriados en las últimas semanas. Mientras en enero recibieron 447, los primeros 13 días de febrero los números llegaron a 233.
Aunque el delegado del Instituto Nacional de Migración (INM), Rodulfo Figueroa, insiste en que las cifras son iguales, el padre Patrick Murphy, director del albergue, sí nota un ligero aumento.
Cifras del INM indican que en 2016, México recibió a 219 mil 932 ciudadanos repatriados, de los cuales el porcentaje más alto, 29%, llegó por Baja California.
El padre Murphy destaca que el perfil de los repatriados ha cambiado. Entre los casos que conoce, está el de un hombre detenido por no respetar un alto mientras viajaba en bicicleta, entre otros que fueron arrestados al regresar de su trabajo o en sus hogares.
“Es mentira que nada más están buscando criminales. México dice que está preparado si Trump comienza a deportar a miles de personas, pero si las cosas salen mal, vamos a tener la crisis que tuvimos con haitianos hace meses, pero con deportados”, advierte. Inés García