El alza al precio de la gasolina y otros energéticos junto a la crisis económica –la cual no admite Enrique Peña Nieto, presidente de la República– ha tocado la puerta de la mayoría de los presupuestos públicos, menos el de los partidos políticos.
La consigna ciudadana camina en ese sentido: ya no más dinero a los partidos, pues incluso han sido éstos (PRI, PAN, PRD, PVEM, Panal y PES, principalmente) quienes avalaron el llamado gasolinazo, la reforma energética, la fiscal y otras, que han empobrecido las finanzas nacionales.
Como medida de compensación, en el estado de Jalisco, el diputado independiente Pedro Kumamoto propuso que se les reduzca el subsidio en un 59%; el gobernador Aristóteles Sandoval igualmente se pronunció por el recorte. En Campeche los diputados priistas hicieron lo propio.
Hasta los senadores por Acción Nacional, entre otros, Roberto Gil, Ernesto Cordero y José Luis Lavalle, plantearon 50% de reducción para ejercicio proselitista y eliminación total de la subvención en lo referente a actividades ordinarias. El presidente del senado Pablo Escudero (PVEM) planteó que simpatizantes e IP financien entidades partidistas. Ahora resulta, los que han vivido por décadas de los dineros públicos no lo quieren más.
Ante este panorama, el consejero del Instituto Nacional Electoral José Roberto Ruiz Saldaña mencionó que, para actividades de campaña los institutos políticos pueden subsistir con menos financiamiento.
Para este 2017 se les destinó 4 mil 059 millones 213 mil 905 pesos, en 2016, 3 mil 953 millones 658 mil 321 pesos. Es decir, dividido en los días del año, los partidos políticos cuestan al día más de 11 millones 120 mil pesos, esto es, casi medio millón de pesos cada hora.
Aun así el consejero del INE Roberto Ruiz no se manifestó a favor de quitarles la partida presupuestal, lo cual en su opinión solo los llevaría a descuidar su desempeño partidista frente la premisa de gestionar recursos.
Entrevistado por ZETA en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Baja California campus Tijuana, donde el viernes 17 de febrero presentó la Estrategia Nacional de Cultura Cívica 2017-2023 (ENCCIVICA), el funcionario electoral explicó que tal como indican los dictámenes de fiscalización del INE hay candidatos que para gastos de contienda reciben menos presupuesto que aquellos contra quienes compiten, y en la elección, con todo y la desventaja monetaria, resultan victoriosos; “40 millones cierto candidato a gobernador de gasto, y pierde; y el que ganó, 6 millones”. El consejero electoral resume que “para ganar”, no se necesita tanto recurso.
En todo caso, “el financiamiento público es lo correcto”, subrayó, siempre y cuando no resulte excesivo. Por ello, dijo comulgar con la idea de que las fuerzas políticas reciban montos iguales: pues en el tramo competitivo “la línea de arranque” es la misma para todas.
Previo a la entrada en vigor de la ENCCIVICA, lo cual ocurrió el pasado 10 de enero; las representaciones del PRD y de Morena en el INE se habían manifestado inconformes con los lineamientos del programa (a partir del cual se pretende promover la cultura democrática).
En reunión de trabajo, criticaron que carecía de metas u objetivos. Ruiz Saldaña refirió a propósito: “se hizo mucho diálogo con ellos para construir eso, el documento, hubo mucha discusión”. El entrevistado afirmó que finalmente, coincidieron en plantearse “entrar a los espacios educativos” en el ánimo de dar a conocer la Estrategia.
Al evento realizado en el teatro universitario “Rubén Vizcaíno Valencia”, no solo acudieron estudiantes de casa. La escuela 16 de septiembre, la Universidad Tecnológica de Tijuana y el Instituto Tecnológico de Tijuana también tuvieron presencia (estudiantil) en la sala que lució a su máxima capacidad.
Ante el auditorio, el consejero describió como precario el nivel de participación de los mexicanos en asuntos públicos. Alrededor de 45% de la población, “pertenecen a cero organización”. Y del otro lado, las que absorben los porcentajes más altos son las religiosas (12.4) y las de padres de familia (9.3).
Como trasfondo, según expuso, existe un “alto grado de desconfianza en los mexicanos, somos una sociedad de la desconfianza, 70 por ciento de los mexicanos no confía ni en su vecino”; qué decir de las instituciones (diputados, partidos políticos), “se encuentran en el mayor nivel de desconfianza”, indicó el ponente, quien considera: “si no me organizo; no tengo capacidad de incidir en asuntos públicos”.
En ese contexto fue que surgió el plan de lanzar la ENCCIVICA, “tuvimos que hacer algo”, expresó. “…no estamos teniendo política pública para construir ciudadanía, la estrategia propone este fin último”. Se promoverá el manejo de información institucional a base de datos duros y no solo de “cifras alegres”, la interacción comunitaria y la exigencia a las figuras competentes en términos de rendir cuentas y demás, anunció Ruiz Saldaña. A los estudiantes, les sugirió cómo pudieran organizarse. “Necesitan ustedes como universidad, como institución, ver cómo encajar en la línea de acción, por ejemplo, en rendición de cuentas”.