Nada más en la zona turística del primer cuadro de Ensenada, convergen alrededor de 500 vendedores ambulantes o semifijos, cuando el Ayuntamiento tiene registrados 208 permisos para esos giros en tal demarcación.
El primer cuadro comprende de la entrada al puerto por el Bulevar Costero, hasta la calle Ámbar, y de la 20 de Noviembre hasta la Avenida Reforma, se divide en la parte turística y la comercial, “donde todo el mundo quiere estar”, expresó la directora de Comercio y Espectáculos Públicos, Elsa Rebeca Mungaray Lagarda.
La concentración se da principalmente en la calle Primera, de la Ruiz a la Miramar, especialmente los días que arriba crucero, se incrementa a los 208 vendedores que se suponen tienen permiso, 200 más que andan por otras calles. “Todo mundo quiere ese pedazo, porque ahora las divisas están más atractivas y está la clientela cautiva”, dijo.
El padrón da cuenta de otros 250 permisos, que son los registros más antiguos, en la otra parte del primer cuadro que va desde la calle Ruíz a la Riveroll, sobre la Avenida Juárez, donde se concentran los paraderos del transporte colectivo y que representa gran flujo de personas.
“Por decreto en esta zona ya no hay permisos, se tiene el objetivo de ir sacando poco a poco a la gente de esta área porque es una aglomeración tremenda”, indicó la funcionaria.
Además, muchos puestecitos que recibieron el permiso para operar con ciertas dimensiones “de repente ya tienen un puesto gigante”, y adelantó que la actual administración municipal tiene la intención de establecer un mercado de artesanías para que todos los vendedores de la zona turística se concentren allí, y sea un punto de referencia para los turistas que arriban de los barcos y demás visitantes.
Por los usos y costumbres, por comodidad y por “lo fácil”, la gente se ha ido quedando en el primer cuadro, mientras que las autoridades está promoviendo que se muevan “hacia el segundo cuadro”, que abarcaría de la Avenida Reforma al resto del municipio, con concentraciones poblacionales como Pórticos, donde se registra el mayor mercado de personas económicamente activas, “y estamos invitando a la gente que también se vayan para allá, aunque no haya dólares”, dijo Mungaray.
Por otra parte, está el problema provocado por los propios comercios establecidos, sus propietarios los han expandido con “frentes”, invadiendo las banquetas. Ejemplo de establecimientos que han venido haciendo esta práctica por lustros, son los antros Papas & Beer y El Corralito, o los puestos de bolsas y carteras afuera de la tienda El Águila.
La Dirección de Desarrollo Urbano regula esos espacios y ya tiene un proyecto para corregirlos a la brevedad posible, “porque es una falta que se le permitió a la gente”, mencionó la titular de Comercio y Espectáculos Públicos.
“Quizás no hubo un control fuerte o una aplicación drástica de las multas. Esperemos que para marzo o abril, cuando llega el flujo más grande de turistas, ya esté controlado todo esto”, concluyó.