Los hijos de Guadalupe García de Rayos, mujer que en fechas recientes fue deportada a México, estarán este martes en el discurso del presidente Donald Trump ante el Congreso -la sesión conjunta de ambas cámaras-, junto a otros indocumentados, “dreamers” y musulmanes. Todos han sido invitados por los demócratas.
En su primer discurso oficial ante el Congreso, el republicano propondrá reforzar la seguridad del país, atacar el problema de la inmigración ilegal y fortalecer a las Fuerzas Armadas, entre otros puntos.
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Y también estará presente la activista de Nevada, Astrid Silva, una “dreamer” mexicana que hará historia, porque será el primer mensaje de un nuevo presidente ante la sesión conjunta del Congreso que recibirá una respuesta en español y los demócratas quieren que vaya dirigido a los inmigrantes afectados por las políticas de Trump.
Silva aseguró a la cadena Univisión que su mensaje no estará dirigido al presidente sino a los inmigrantes que pueden estar viviendo con el temor de ser interceptados y sacados del país.
“Quiero que nuestras familias entiendan que tienen un respaldo, que somos millones de latinos en EEUU quienes los apoyamos. Que no debemos dejar que el ánimo decaiga. Muchas personas tienen miedo. Quiero que esas personas que están en sus hogares entiendan que tienen el apoyo de millones de latinos”, señaló la activista.
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Cuando habló con Univisión la noche de ayer, Silva no había recibido aún de la Casa Blanca un adelanto del texto del presidente, como se acostumbra para que la oposición pueda presentar su respuesta.
Sin embargo, la joven “dreamer” que también participó en la Convención Demócrata, aseguró que “no le hace falta” porque ella hablará de la experiencia en el poco más de un mes que lleva Trump en la presidencia.
“El presidente Trump quiere que la gente crea que todos los inmigrantes son criminales y que los refugiados son terroristas. Pero al igual que mi familia, la mayoría de inmigrantes y refugiados vino a este país escapando de la pobreza y el conflicto”, dijo la joven.
Astrid es una de las 745 mil personas beneficiarias del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) del expresidente Barack Obama, y llegó a los cuatro años de edad a Estados Unidos en una balsa, junto a su madre, para reunirse con su padre en dicho país.
