Sé que es difícil comprender,
que tu amor por mí ya se acabó,
no me queda más que padecer
al saber que todo terminó.
Algún tiempo fui feliz en esta vida,
el mundo para mí era un jardín,
las flores más hermosas escogía
y a ti, como un bello jazmín.
Yo soñaba despierto en ese tiempo,
pensando que lo bello mío sería,
pero al ver que empezaba el sufrimiento
mi alma, mi ser, mi todo padecía.
Ahora me doy cuenta que no es cierto,
que el amor perdura eternamente,
pues descubrí en él algo inseguro,
que me hace que lo olvide para siempre.
Quisiera separarme de mi cuerpo
para ver si hay un mundo más entero
y encontrar en él algo sublime,
más sano, más hermoso, más sincero.
José Miguel Ángel Hernández Villanueva
Tijuana, B.C.
