El magnate estadounidense buscará aumentar impuestos a importaciones. El golpe más directo sería para el sector maquilador, donde podrían perderse 2 millones de empleos en México.
“Entre más va pasando la administración, más van cayendo los indicadores económicos”: Juan Manuel Hernández Brito.
“El gobierno (de EPN) ha sido muy pasivo. Ha hablado mucho y ha hecho poco”: Roberto Valero
Hasta el momento la administración de Enrique Peña Nieto no ha dado a conocer acciones específicas y concretas para atender las políticas que Donald Trump, como Presidente de Estados Unidos en funciones desde el viernes 20 de enero, ha insistido que aplicará desde el inicio de su administración, y que en lo que va del mes ya comenzaron a sacudir la de por sí mermada economía mexicana.
En concreto preocupa la posibilidad de una reforma fiscal en el vecino país, enfocada -entre otros puntos- al cobro de hasta un 35 por ciento de impuestos a importaciones, al tiempo en que se reducirían en un 35% los gravámenes a empresas que producen en Estados Unidos.
Como resultado de esta propuesta en la que Trump ha insistido en las últimas semanas a través de su cuenta en Twitter, las automotrices Fiat y Ford cancelaron inversiones en México programadas para 2017, con el fin de trasladar sus proyectos a casa. Por lo pronto esto ya ha significado la pérdida de 7 mil empleos en México.
De acuerdo a la Asociación Nacional de Alcaldes, once entidades de la República estarían en riesgo de perder inversiones porque tienen empresas armadoras de autos, además otras están en la mira del modelo económico de Trump, y son IBM, HP, York, Navistar, Kenworth, Emerson Electric, United Technologies y Walmart.
Por lo pronto Audi, BMW, Toyota y Volkswagen conservan sus inversiones en el presente año por un monto de 4 mil 600 millones de dólares.
Fuentes cercanas al sector maquilador en Tijuana dijeron a ZETA que ven como una preocupación “mayúscula” la medida impositiva y, si Estados Unidos la establece por escrito, dicho sector tendría que llevarse sus plantas, generando a su vez la pérdida de 2 millones y medio de plazas de trabajo.
A la par de la inquietud de la maquila, registros de la Secretaría de Economía establecen que entre enero y junio de 2016 el país captó 14 mil 385 millones de dólares por Inversión Extranjera Directa (IED). Del total, 35% provino de Norteamérica y fue la industria manufacturera la que recibió el 62.4% del recurso que arribó. El 80% de lo que se manufactura es para el vecino país, mientras que el intercambio comercial entre ambas naciones ronda los 531 mil millones de dólares.
A lo anterior se suma la promesa de que se llevará a cabo la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Si bien hasta el momento no se sabe el desenlace, analistas consultados por este Semanario advierten que sí habrá una renegociación, pero se desconocen los términos, aunque deberá ponerse atención en “la letra chiquita” para evitar medidas proteccionistas.
El Gobierno Federal tampoco ha informado si hay un grupo de trabajo relacionado con el TLCAN y, respecto al tema migratorio, más allá de un plan de ayuda general a paisanos emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores, con un secretario como Luis Videgaray Caso que va a la SRE a “aprender”
Y menos se ha puntualizado en acciones para proteger las remesas de los mexicanos que trabajan en el vecino país.
Sin plan estratégico
Fue el 22 de noviembre de 2016 cuando a través de un video difundido en redes sociales, Donald Trump presentó los planes de sus primeros 100 días de gobierno, incluyendo temas como acuerdos comerciales, migración y política de defensa.
Entre otras cosas, hizo la promesa de retirarse del acuerdo comercial Trans-Pacífico. Al Departamento de Trabajo le pidió investigar cualquier tipo de abusos al programa de visas y, en cuanto a migración, se comprometió a “investigar todas las violaciones de los programas de visas que socavan al trabajador estadounidense”.
El politólogo Fernando González externó que ante tal panorama adverso no ve un plan estratégico que haga frente a las propuestas del republicano.
“Lo que el Gobierno Federal le está apostando es a que Donald Trump suavice su discurso, pero ya vimos que no será así. Puede ser también que estén esperando, porque muchas de las cosas puede que no las lleve a cabo porque hemos visto que del otro lado, a diferencia de nosotros, por arriba del poder del Presidente hay otros poderes que no puede controlar”.
Agregó que desgraciadamente México es el país más cercano a la Unión Americana, eso le afecta porque el mandatario estadounidense lo ha tomado como “chivo expiatorio”.
“En campaña nos agarró de piñata y nos apaleaba por todos lados. Ahorita no sabemos qué va a pasar, pero ya hubo una fuga de capitales alta sobre todo en este año, y con ello hemos visto cómo noquean al peso en 21 pesos a la venta”, destacó el especialista.
Abundó que para contener la volatilidad de la divisa mexicana el Gobierno Federal ha vendido las remesas que son compradas por especuladores, lo que ha evidenciado el fracaso de las políticas internas de la administración en materia económica.
Por su parte, el economista Roberto Valero expuso que en el tema de los migrantes el primer problema que se espera es la repatriación de quienes están en las cárceles, y no existe un programa real para afrontar la situación.
Respecto a las remesas, de llegar a darse una medida impositiva sería algo tardado para llevarse a la práctica, aunque lo que sí avizoró Valero, es una persecución de ilegales para deportar: “Me parece que el gobierno (de EPN) ha sido muy pasivo. Ha hablado mucho y ha hecho poco. Queda claro que la relación comercial no se va romper, pero va a ser más ríspida, con trabas. A esto hay que agregar que mandamos a un secretario de Relaciones Exteriores que va a ‘aprender’. Debió ponerse una persona que sepa y experimentada, no a un improvisado. La situación de los inversionistas fue muy clara: al ponerlo ahí, el peso se devaluó más”.
Esperan renegociación
En cuanto a los planes de Trump para con el Tratado de Libre Comercio, el socio del despacho TLC Asociados, Octavio de la Torre Steffano, recordó que el Artículo 2205 de dicho acuerdo comercial establece la figura de la denuncia, la cual menciona que una de las partes puede presentar un escrito y seis meses después va a rarificarlo e inmediatamente se sale del Tratado.
“Si Estados Unidos se saliera del Tratado, todos pertenecemos a la Organización Mundial del Comercio, y para ingresar te sujetas a ciertos lineamientos que se convierten en mandatorios, estás obligado a atender. En ellos se encuentra una desgravación parcial y armonizada por cada país que ingresa, es decir, la OMC ya tiene aranceles máximos para todos los países miembros y Estados Unidos en principio no pudiera pasar esas tasas que para el sector automotriz no pasan del 2.5%”, explicó.
Es decir, si el vecino país pusiera una tasa impositiva interna, no al comercio exterior, se estaría disfrazado como una medida en contra del comercio exterior, entonces México recurriría legalmente ante un Panel Internacional de la OMC y se podría penalizar a Estados Unidos pero esto se resolvería en aproximadamente cuatro años.
Según De la Torre, se tendrá que dar una renegociación entre México, Estados Unidos y Canadá, pero en términos de región, porque “Estados Unidos no puede solo con el comercio, no tiene todos los insumos para hacer el bien final. Se va a dar un Tratado de Libre Comercio muy diferente al que tenemos actualmente”, auguró.
Sector industrial busca alternativas
La industria maquiladora cumplió 50 años de presencia en la nación en 2016. El sector ha pasado por cinco generaciones de ensamblado en México.
De acuerdo a la Asociación de la Industria Maquiladora y de Exportación (INDEX), las cadenas transfronterizas de suministro consumieron más de 140 mil millones de dólares de bienes estadounidenses en 2016, en tanto que para las industrias de los Estados Unidos fueron más de 111 mil millones de dólares de insumos de México, evidencia directa de que la producción entre ambos países es a gran escala.
El presidente nacional del organismo, Federico Serrano, comentó a ZETA que si bien hasta el momento Donald Trump no ha presentado su plan de trabajo por escrito, ellos ya trabajan en diversas estrategias, como una reunión con la Cámara de Comercio de Estados Unidos para elaborar un plan emergente que tenga el mismo impacto en cada uno de los aspectos que se aborden y en ambos países, con lo que buscan consolidar, reforzar y generar certidumbre entre las dos naciones (aunque no expuso los puntos que han trabajado).
Además, se debe redefinir el papel de los consulados que el país tiene en territorio norteamericano, “asegurarnos de tener excelentes diplomáticos mexicanos, los consulados de México en Estados Unidos requieren de más recursos y capital humano para difundir la defensa de los tratados comerciales; por otro lado, los cónsules deben salir para generar alianzas, a la vez que se busca revertir lo infundado, pues son ellos los que tienen que estar identificados con la problemática de ambos países”, finalizó
.Para el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), en Tijuana, Gilberto Fimbres, aunque el escenario para México y por ende para Baja California es difícil ante la llegada del nuevo mandatario norteamericano, el sector debe ponerse a trabajar.
“Los retos y oportunidades se van a presentar. Desde 1970 hemos tenido crisis, devaluaciones, cambios de gobierno, diferentes situaciones económicas y nos hemos adaptado. Hemos seguido invirtiendo. Que no nos asuste el futuro”, exhortó el entrevistado.
Los empresarios de la región han tenido experiencias históricas y se han adecuado a ellas, por lo que puntualizó: “En Baja California hemos tenido muchos cambios. Tuvimos una Zona Libre, tuvimos un turismo comercial. Ahora tenemos el turismo médico, el enológico, el gastronómico. Hay oportunidades y hay que buscarlas, tenemos que buscar otros mercados”.
Decretos de poco impacto
A principios de semana, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, dio a conocer la Medidas Tributarias para Proteger la Economía Familiar y Promover la Inversión, dentro de la cuales se firmaron dos decretos. Uno tiene que ver con un Programa Temporal para la Repatriación de Capitales Mexicanos que habían sido mantenidos en el exterior.
La propuesta consiste en gravar los recursos que regresen al país con una tasa preferencial de 8% y deberán invertirse durante al menos dos años, a través de instrumentos bancarios, adquisición de bienes de activo fijo, o investigación y desarrollo de tecnología.
Al igual se tendrá la Deducción Inmediata de las Inversiones de las Micro y Pequeñas Empresas (con ingresos de hasta 100 millones de pesos al año), con una tasa de descuento del 3% para las inversiones de 2017 y de 6% para 2018.
Ante tal situación, el ex presidente del Colegio de Contadores, Juan Manuel Hernández Brito, indicó que para efectos de recomponer el mercado interno y atraer inversiones nacionales, las medidas dadas a conocer “ni siquiera como Mejoral sirven”.
“Entre más van pasando la administración, más van cayendo los indicadores económicos, el consumo tuvo bajas, el tipo de cambio ha perdido un 35% de pérdida de valor en la administración. No hay un esquema para la micro (empresas), no hay beneficios tales que van a detonar la economía del país; esto es una medida que estructuralmente no nos va a ayudar, no la hay. Todo es para calmar los ánimos de la gente”, acotó.