La mañana de este jueves, el enojo, hartazgo, coraje y encono ciudadano retumbó por todos los rincones del Centro Cívico en Mexicali cuando miles de ciudadanos –entre 12 y 15 mil- se manifestaron contra el gasolinazo, la corrupción, el aumento y privatización del agua y la carestía en una de las manifestaciones sociales más concurridas en la capital del estado durante las últimas décadas.
Maestros, amas de casa, estudiantes, empleados, todos en función de la causa ciudadana tomaron pancartas y mantas y desde muy temprano llegaron hasta la Glorieta del Caballito para de ahí partir hacia la explanada del Centro Cívico, donde iniciaron un mitin con rasgos de que podría quedar en plantón permanente.
“Mexicali, escucha, estamos en la lucha”, “Fuera Kiko, Fuera Kiko” “Urgente, urgente, el pueblo se defiende, se escuchaba entra las consignas de la multitudinaria manifestación que recorrió primero la parte poniente del bulevar López Mateos, luego la Avenida de los Héroes hacia el sur hasta llegar a la explanada del Centro Cívico donde el espacio parecía insuficiente.
Originalmente la manifestación fue convocada por la célula 686 del Congreso Nacional Ciudadano aunque la participación de decenas de grupos, maestros, colonos, estudiantes parecía que rebasó la capacidad organizativa de los convocantes.
“Despertó, despertó, Mexicali despertó”, seguían las consignas mientras los contingentes se acomodaban en la extensa explanada.
Y al micrófono se sucedieron decenas de oradores, desde maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, jornaleros agrícolas de San Quintín, jóvenes estudiantes; todos tenían algo que decir.
“Estamos aquí para hacer la lucha en contra del gasolinazo, en contra del aumento al agua, no vamos a permitir los maestros de Baja California ninguna privatización, ni con el agua ni con el petróleo. Aquí en Baja California le decimos al Gobernador del Estado que no va a pasar su privatización del agua”, gritó al micrófono el maestro Marco Antonio Pacheco, advirtiendo que están recolectando firmas en las escuelas para echar abajo la privatización del líquido.
“El pueblo lucha, el pueblo manda”. Seguía en las consignas.
Después de una larga lista de oradores dieron el micrófono a un pequeño grupo de diputados –los que no votaron en contra de la Ley del Agua- pero también fueron abucheados.
“¡Que chinguen en su madre, todos ellos son unos rata!”, les gritaba una joven morena, crispada, molesta por el espacio dado a los legisladores.
Después de casi dos horas de mitin se quemaron dos monigotes de Kiko Vega y Enrique Peña Nieto y los manifestantes seguían en discusión sobre la posibilidad de quedarse en plantón permanente afuera del Congreso local.
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