Dicen en el Consejo Coordinador Empresarial, que finalmente don Humberto Jaramillo ha decidido no reelegirse “por aclamación”, y antes que termine enero lanzará la convocatoria para buscar a su sucesor. Cumplirá con los dos años que legítimamente puede presidir el CCE (por cierto, de los 19 presidentes que ha tenido el Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana, ninguno ha estado en el cargo tres años. Se dividen entre quienes lo titularon un año, y quienes llevaron las riendas durante dos). Lástima, la reacción de Jaramillo fue tardía, dividió a quienes desde las cúpulas empresariales aspiraban a sucederlo, “y no podrá cumplir con su función de asegurar una sucesión sin brincos ni aspavientos”, refirió uno de ellos. O sea, a estas alturas ya no habrá candidato de unidad. Así, quien ha estado fustigando a Humberto Jaramillo para que decline quedarse un años más en la posición de coordinador de las cúpulas empresariales, está puesto a anotarse. Se trata de otro Humberto, pero éste Inzunza, quien valga decirlo, no las trae todas, pues mientras Jaramillo no se decidía a despegarse de lo que ya no le corresponde, dirigentes empresariales se acercaron a uno de los suyos para proponerle lanzarse por la titularidad del CCE y contar con su voto. El referido es don Gilberto Leyva, dirigente de la Cámara Nacional de Comercio, el líder empresarial más independiente y crítico del sistema político y gubernamental cuando las decisiones de éstos no benefician a las mayorías ni promueven el desarrollo comercial y empresarial. Ahora sí que don Gilberto está cosechando votos. El último dirigente del CCE que provino de la Cámara Nacional de Comercio fue Mario Escobedo, quien ocupó esa posición de 2011 a 2013.