En el gimnasio:
— Hola, vengo a inscribirme.
“¿Propósito de Año Nuevo?”.
— Pues sí…
“Tenemos plan de un día, incluye cuatro selfies en el área de pesas”.
— ¡Perfecto!
Autor: Un “ambicioso” sedentario.
Con esta crisis…
— Mesero, me gustaría invitar a aquella chica. ¿Qué está tomando?
“Un whisky Glenfiddich de 15 años”.
— Pues póngale otro hielo de mi parte.
Autor: Borracho y con gasolinazo.
Esas conversaciones…
Odio esas conversaciones que son:
— Hola.
“Hola”.
— ¿Cómo estás?
“Bien, ¿y tú?”.
— Bien. ¿Qué haces?
“Nada, ¿y tú?”.
— Nada.
Autor: Especialista en oratoria.
Vaya diferencia
NOVIOS:
— Te quiero.
“Yo más”.
AMIGOS:
— Te quiero.
“Y yo a ti”.
HERMANOS:
— Te quiero.
“¿Qué quieres?”.
Autor: Un familiar.
Madres e hijos
— M’ijo, ordena tu habitación.
“Necesito tiempo para eso, mamá”.
— ¿Por qué?
“Porque el tiempo pone todo en su lugar”.
***
— ¡Tu cuarto está hecho un desastre!
“Y eso que no sabes de mi vida amorosa, mamá”.
Autor: El padre.
Palabras necias
— ¿Sigues enfermo?
“Sí”.
— Bueno, mejórate.
“Gracias. Fíjate que no se me había ocurrido, yo pensaba seguir enfermo”.
Autor: Enfermo y enojado.
Apodo bien ganado
— Bienvenido a los X-Men, ¿cuál es tu poder?
“Creo regresaré con mi ex”.
— Muy bien, te llamaremos “Bestia”.
Autor: La ex.
A fuerzas nada
— ¿Por qué te saliste del grupo de WhatsApp?
“Fue sin querer”.
— Ahorita te agrego de nuevo.
“No, así déjalo, no me lo merezco por descuidado”.
Autor: No usuario de redes sociales.
La verdadera historia
— Bendita barbacoa que curas la cruda…
“No, Jesús, no pueden poner eso en la Biblia”.
— Okey, entonces tomen nota: Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo”.
Autor: Un hereje que se cree historiador.
Suerte o éxito
— Oye, ¿mañana haces todos tus exámenes?
“Sí”.
— ¡Suerte!
“La suerte es para los mediocres, el éxito es para los triunfadores”.
— Por eso, ¡suerte!
Autor: Universitario.
Mi rutina diaria
En las mañanas:
“Cinco minutos más y me levanto”.
En las noches:
“Cinco minutos más y me duermo”.
Autor: Un lector muy activo.
Reflexión
Existen dos tipos de personas:
* Las que se toman fotos sonriendo y se ven lindas.
* Las que sonreímos y parece sufrimos de calambres en la cara.
Autor: Lector con fobia a las selfies.
Papá si
— Papá, ¿qué es lo primero en lo que te fijas cuando ves una mujer hermosa?
“En que tu mamá no me vea”.
Autor: La mamá.
Cínico
— Armando, ¿por qué no estás trabajando?
“Porque no lo vi venir, jefe”.
Autor: Otro empleado.
Pepito rural
La maestra pregunta a Jorgito:
— ¿Por qué llegas tarde?
“Es que venía en mi caballo, ¡y que se sienta y ya no se quiso parar!”.
— Y tú, Pedrito, ¿por qué llegas tarde?
“Es que venía en mi caballo y ¡que se sienta y ya no se quiso parar!”.
— Bien. ¿Y tú, Pepito? ¿Por qué llegas tarde? ¡Tú no tienes caballo!
“Ay maestra, pues con tanto caballo sentado, ¡no podía pasar!”
Autor: Juanito desde la metrópoli.
Adolescente contingente
En Illinois, una adolescente que andaba de metiche terminó ¡EN ZERIO! encerrada en la celda de una prisión abandonada.
A la chamaca se le ocurrió, junto con otra amiga, entrar por un agujero que había en la cerca de la llamada Collins Street Prison y casualmente encontraron una puerta abierta. Una vez adentro, la aventurera llegó hasta una celda y cerró la puerta para que desde ahí le tomaran una foto.
Lo que nunca tomaron en cuenta estas intrusas, es que ese lugar había sido clausurado desde 2002, por lo que la labor de rescate no fue tan fácil. De hecho el Departamento de Bomberos tuvo que tumbar un muro de ladrillo para entrar hasta el punto exacto donde se encontraba la muchacha.
Ahora, ambas intrusas enfrentarán cargos por allanamiento.