“Bájense ese salario que ofende, apechuguen con nosotros”, “Deberían taparse la cara, dan vergüenza”, fueron algunas de las expresiones que se escucharon el domingo 15 de enero durante la marcha en el puerto contra el gasolinazo. Las voces también pidieron la renuncia de Kiko Vega y reprocharon al alcalde Antonio Novelo por el tema de los sueldos
Las protestas y manifestaciones no pararán, aunque el gobernador haya abrogado la Ley Estatal del Agua, advirtieron activistas y ciudadanos durante la última sesión del Cabildo de Ensenada, donde “tronaron” contra los regidores y el propio alcalde, en una postura de buscar no “quién se las hizo, sino quién se las paga”.
Con intervenciones que por momentos llegaron a la agresión verbal, reprocharon al presidente municipal Marco Antonio Novelo y al resto de ediles, el tener sueldos tan altos y el festejar un triunfo tan pírrico como la reversa al tema del agua. Les exigieron ponerse a trabajar en una Ley del Agua justa, “por obvia y urgente resolución, y bájense ese salario que ofende, apechuguen con nosotros”, les gritó la profesora Carmen Rosa Dávila.
“Para resolver la desigualdad nomás se necesitan dos cosas: bájense el salario obsceno, ofensivo al pueblo, y la corrupción, transas, robos, todo tipo de abusos que hacen con el poder todos estos animalitos políticos”, les espetó el ciudadano Juan Manuel Martínez.
Amenazaron: “¡El movimiento va a continuar para hacer que Kiko Vega renuncie!, y hacerle una auditoría a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE) donde hay mucho ladrón, donde se comenten abusos, donde se roba mucho dinero y se utiliza el agua como un medio de lucrar y oprimir”.
La mega marcha nacional contra el gasolinazo del domingo 15 de enero en las principales calles del puerto, evidenció el saldo más importante de las protestas: el ultimátum a la clase política. En los alrededor de 10 mil manifestantes, no hubo un solo funcionario público, ni político, por lo menos en activo, por el riesgo a ser linchado.
Tampoco se vio que en el acto tuvieran participación oral el ex candidato independiente a la alcaldía, Omar García, o el senador Marco Antonio Blásquez, quienes habían anunciado días antes su intervención.
Entre los ciudadanos tampoco estuvieron presentes líderes empresariales, generalmente comparsas del gobierno, a excepción del dirigente de los comerciantes Rafael Chávez: “La marcha fue impresionante, a mí me daría mucho miedo ser diputado, porque están jugando con todos nosotros, han estado jugando con el pueblo”.
En efecto, en las últimas semanas legisladores locales y federales han estado escondidos, azorrillados, incluso aquellos con constante presencia mediática no han enviado sus rutinarios comunicados o boletines. El miedo no es para menos.
En la toma a las oficinas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en Ensenada, adonde llegaron a solidarizarse con los ciudadanos los diputados federales Eloísa Talavera y Wenceslao Martínez, ambos del Partido Acción Nacional, fueron echados con toda suerte de insultos y reproches. A la legisladora le reclamaron por un lado apoyarlos con el tema del agua, pero por el otro “clavarlos” con el gasolinazo. A Martínez, empresario postulado por el PAN, le señalaron como ladrón que ha destinado recursos federales para a su propio rancho. Les llamaron incongruentes, traidores, “deberían taparse la cara, dan vergüenza”.
A la ex funcionaria municipal y candidata por el Partido del Trabajo y ahora diputada por el PRD, Rocío López Gorosave, cuyo lema de campaña fue “Por amor e Ensenada”, le pidieron su renuncia, como ella misma prometió en caso de no cumplirle a sus votantes; la llamaron traidora y ladrona, y por varios días fueron a colocarle una ratonera gigante frente a su residencia, donde además resguarda carros de colección.
López Gorosave declinó asistir a un foro de análisis sobre la Ley del Agua y, aunque aceptó, el diputado Alejandro Arregui a la mera hora reculó, mientras que la diputada por el PT, Claudia Agatón, sin temor por haber votado en contra de la mencionada Ley, reviró: “A ver, cuestionen a sus dos diputados esos, por qué no dan la cara…”.
Todavía dos días antes de la mega marcha, gente liderada por el agitador social Ramiro Orea, fueron en plan “pacífico” a estrellar huevos sobre las ventanillas y mostradores de la CESPE, señalando a los empleados de la paraestatal como sometidos, cómplices y pendejos.
En la mega marcha del domingo pasado las muestras de repudio se concentraron en el Presidente Enrique Peña Nieto, en el gobernador Francisco Vega de Lamadrid y en la diputada López Gorosave; lo mínimo que pidieron fue sus renuncias, quemaron monigotes con su imagen y en el furor de encono hasta se oyó a un infante gritar “¡Maten a Peña Nieto!”.
Ahora sí
“Nunca se había alborotado tanto la gente”, “Pues nunca nos habían chingado tanto”, comentaban algunos ciudadanos durante la mega marcha del domingo. Fuera del levantamiento en San Quintín en 2015, en el sur del municipio, evento que incluso los ensenadenses vieron distante y ajeno, no se tiene memoria de una manifestación tan multitudinaria en el puerto.
Históricamente “La Bella Cenicienta del Pacífico” ha sido el municipio más golpeado en cuanto al desarrollo y políticas económicas, y solamente hablando del tema del agua, el más perjudicado en todo el Estado. Sin embargo, en los últimos años la apatía y resignación habría sido la tónica de la que alguna vez fue considerada “cuna de la alternancia”.
Los diferentes sectores de la comunidad y las distintas clases sociales se unieron en un solo clamor y repudio, y, pese al discreto operativo policíaco, la protesta no se desbordó, como ha ocurrido en Ensenada. Ni saqueos, ni vandalismo, ni enfrentamientos físicos como en el resto de Baja California y del país.
Fue una muestra de civilidad, pero ¿qué hubiera pasado si alguien detecta a un diputado o político?; se pregunta el líder de los comerciantes. “Ni a 3 mil personas las detienes, el domingo fueron 10 mil, pero con mucha facilidad van a ser 50 mil, y ustedes van a tener que dar la cara”, advirtió el comerciante a la diputada Claudia Agatón.
“Eso es muy peligroso, la marcha no es broma, ustedes tienen la obligación de hacer sentir la voz del pueblo en el Congreso, porque la gente no está jugando, a mí me daría mucho miedo ser diputado y estar jugando con los intereses del pueblo, los intereses de ustedes déjenlos a un lado, ¡porque si no, se los va a llevar el diablo!”.
La diputada Agatón confesó que en once años que lleva en la política nunca había visto algo como lo que sucedió en el Congreso del Estado, y lo entiende porque ella viene de la lucha social: “Fue una situación en cadena por faltarle el respeto a los ciudadanos, el hartazgo hizo que la gente no se manifieste en las redes sociales, sino que está yendo a la calle. Es válido el sentir de la población, cada quien asume el precio de su responsabilidad política”.
Hasta afortunados
En el lapso se han contabilizado 37 movilizaciones en Ensenada, incluyendo ocho tomas de la caseta de cobro de San Miguel en la Carretera Escénica Ensenada-Tijuana, cuatro en las oficinas del Gobierno del Estado y dos en la CESPE.
Durante la primera semana de protestas se llegaron a contabilizar hasta tres o cuatro diarias. La más prolongada, la del bloqueo de la Carretera Transpeninsular en el Valle de San Quintín, que duró tres días tomadas por jornaleros, quienes refirieron: “Ahora sí, a todos los ciudadanos les pegó la crisis, la misma injusticia por la que nos levantamos nosotros”, exclamó Fidel Sánchez, vocero de la Alianza de Jornaleros.
“Afortunadamente ha habido mucha tolerancia por parte de los ciudadanos, entendemos sus causas, pero las indicaciones que tenemos es que seamos muy prudentes, solo participamos cuando se nos pide”, manifestó aliviado Pablo Alejo López Núñez, subsecretario del Gobierno del Estado.
Además de defender la postura del gobernador Vega y enumerar las virtudes de lo que es la Ley del Agua, y justificar la protesta en contra del gasolinazo “por tratarse de políticas centralistas”, Alejo, a quien tocó lidiar con las protestas jornaleras en San Quintín, se siente aliviado de que en este caso no se han desbordado las acciones.
“Gracias a Dios, desde luego como en todo evento o manifestación tenemos que estar de guardia, en comunicación con todas las corporaciones, porque teníamos los precedentes que teníamos de lo que ocurrió en Mexicali. Lo que está ocurriendo aquí es más pacífico, hay más madurez cívica, somos más respetuosos del derecho de terceros. Eso no quiere decir que haya menos inconformidad”.
El funcionario estatal no se mostró sorprendido de la convocatoria que logró la mega marcha en Ensenada, y dijo haber andado en ese tipo de protestas desde que tenía 8 años, y que si ahora se vio atiborrada la respuesta es por la ventaja que dan las redes sociales y antes no existía: “No quiere decir que lo demeritemos, al contrario, tiene un valor muy importante que la gente salga a expresar su inquietud. Hay que cuidarnos entre todos, no afectar a terceros, ni a la economía ya de por sí tan vulnerada”, clama Pablo Alejo, seguramente a las pérdidas millonarias que se considera provocaron los bloqueos en la carretera a San Quintín, aunque no contabilizadas ni por la autoridad ni las empresas.
La misma afectación referida, pero sin detallar por parte de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) en Ensenada: “El que tomen las garitas en Tijuana a la gente del ramo turístico le afecta, y le afecta en serio. Hacer colones endemoniados para pasar y para devolverse, aparte llegar a un lugar que tiene problemas, ¿es atractivo?”.
El desabasto de combustible y el secuestro o cierre de estaciones de gasolina tampoco fue una agravante en la ciudad, fuera de algunos establecimientos a los que se les terminó la Magna. “A Ensenada le ha ido muy bien en ese aspecto”, consideró el presidente de CANACO.
Lo mismo reportó Juan Manuel Arellano, presidente de la Asociación de Gasolineros: “Ensenada fue afortunado, fue mínima la afectación, no hubo desabasto”. Refirió que incluso de otros municipios llegaron a “llenar” acá, dado al desabasto que tenían, de hasta cuatro días.
En cuanto al aumento a los precios del combustible es otra la cosa: “Nos afecta más que beneficiar. Consideramos que el incremento es arbitrario, nos están metiendo en aprietos para destruirnos”.
El gasolinero, también dueño del equipo de beisbol local Marineros, sugirió que es muy raro que en contraste con la crisis, ciertos grupos gasolineros estén creciendo muy rápido, indiscriminadamente. Algunos con hasta 80 estaciones, por lo que el número ha pasado de 12 mil 500, a 20 mil gasolineras hoy en día en el país.
En la mira
Los políticos están “focalizados”, señaló un líder empresarial. Eso es lo serio del asunto, “la gente ya tiene ubicado dónde vive el diputado, van a señalarlos hasta su domicilio, invaden su privacidad, juntos van sobre él. Se está pasando, ya no puede ser…”.
“Se la vamos a poner muy difícil de hoy en adelante a los partidos políticos y diputados”, advirtió por su parte Samuel Aparicio, integrante del Frente Cívico Ciudadano (FCC), uno de los tantos convocantes a las marchas.
Jesús Alcántar, otro ciudadano en protesta, manifestó: “Los diputados nomás dicen, pero no toman acciones, el pueblo las estamos tomando”- “Todos somos líderes, ya basta de ser caudillos”, secunda Higinio Estrada.
“Le dieron un revés al gobierno, los ciudadanos han despertado, los partidos no hemos podido dar el ancho…”, aceptó el ex regidor de Movimiento Ciudadano, Salvador Espinoza.
Aparicio, del FCC, reiteró: “Vamos a seguir. La lucha no para aquí, algo demostramos más de 10 mil que nos manifestamos: no más leyes en lo oscurito, políticos que llegan como lobo voraz a enriquecerse. Ya les pusimos un límite, les demostramos que somos participativos, respetuosos, pensantes… Ensenada despertó, y despertó con ganas”.